Sabido es que la primavera, la sangre altera. Ocurre lo mismo en el mundo de los títeres, muy sensibles éstos a los cambios térmicos que provocan parones en el calendario y necesidades de fiesta en los humanos. Antes está la Semana Santa, en la que el color negro de la muerte y el lila de los nazarenos nos anuncian el cambio de estación y el momento en el que la naturaleza volverá a relucir en todo su esplendor.
Estas fiestas han perdido por desgracia parte del viejo carácter iconogràfico que antes tuvo tanta importancia. Menos mal que la atávica profundidad de algunos ritos se mantiene todavía intacta, dando la oportunidad, a creyentes y a no creyentes, de gozar de las imágenes, los pasos, los silencios y los ruidos de estas ceremonias que nos hablan de la muerte, del paso del tiempo y de las cosas que no pertenecen al mundo del día a día. En España, la paganidad andaluza y levantina mantiene vivas estas tradiciones centenarias de raíces aun más antiguas. También en Italia, Francia, Portugal y en otros países católicos, el gusto barroco de los antiguos romanos no se queda a la zaga con ceremonias y rituales de profunda religiosidad. En cuanto a los países de América, la vieja herencia latina se mezcla con la tradición local, que en lugares como México, Brasil, Bolivia o Perú alcanza puntos álgidos de vistosidad, belleza y atavismo.
Por cierto, que si en unos lugares empieza la primavera, en otros empieza el otoño, dando la vuelta al calendario que es como dar la vuelta al globo terráqueo, sin que ello sea óbice a mengua festiva alguna.
Todo ello para ir calentando los motores que nos llevarán, durante mayo, al estallido de los Festivales que se suceden uno tras otro por todas las Españas. Nosotros nos centraremos en tres de ellos básicamente, al haberse convertido en Patrocinadores de la revista: La Fira de Titelles de Lleida, el Festival de Lisboa (que tiene su sede principal en el Museu da Marioneta) y el Festival de Chengdu en China, dónde se celebra el XXI Congreso de la Unima y un Festival Mundial que es de los más grandes jamás realizados en país asiático alguno.
Mucha importancia damos a este último festival, al que acudiremos gracias a la ayuda del Institut Ramon Llull y tras haberse convertido la Unima Internacional en Patrocinadora de la revista. Sus máximos responsables, Dadi Pudumjee, Presidente, y Jacques Trudeau, Secretario General, nos han otorgado una confianza que valoramos muchísimo y nos responsabiliza enormemente frente al mundo titiritero. Una responsabilidad que asumimos gustosos y a la que vamos a responder con la máxima ilusión y profesionalidad.