La compañía de Murcia Periferia Teatro ha realizado una importante gira por Japón con el espectáculo Guyi-Guyi, con el que ha actuado en distintas ciudades como Kitakyusyu, Okinawa, Iida, Nagano y Osaka. A destacar la participación en el importantísimo Festival de Iida, el más grande que se realiza en Japón, así como en el Festival «Kijimuna Festa 2012«, que se celebra en Okinawa, en una de las islas más al sur de Japón. El Festival de Okinawa ha acogido este año el Primer Gran Encuentro Internacional de la ASSITEJ (Asociación de Teatro para la Infancia y la Juventud) celebrado en el Okinawa City Chuou Kominkan, los días 29 y 30 de julio. Coincidiendo con el Encuentro de la ASSITEJ, el Festival ha programado 56 diferentes espectáculos internacionales, 7 Simposiums entre los que destacan los dedicados a «El Papel del Teatro para Jóvenes y Niños en la construcción de la Paz», «Descapacitados y Arte» y «Crisis y Arte», y 5 Seminarios como los dedicados a «PACIFIC SHORTS: Short Play Reading by Young Playwrights from Pan-Pacific» y «Art Management Seminar».
En «Guyi-Guyi» de Periferia Teatro intervienen dos únicas manipuladoras: Mª Socorro García y Dora Cantero, y tiene como director a Juan Manuel Quiiñonero Redondo. La obra escenifica una versión algo cambiada del clásico Patito Feo en la que la temática de la alteridad es tratada con poética maestría. Una propuesta que refleja el oficio y las horas de vuelo de una compañía como Periferia, que tuvo la inteligencia de fichar a la joven valenciana Dora Cantero, un valor emergente de la cantera murciana y catalana (creadora, junto con Mina Ledergerber, de la compañía Mimaia Teatro, actualmente residente en Toulouse, Francia). Periferia Teatro consigue lo más difícil, como es encontrar un lenguaje sintético que con lo mínimo se llegue a lo máximo. Sus grandes méritos son el uso de unas voces de singular eficacia (con una Mª Socorro de asombrosos registros), manipulación a la vista con un estudiado y logrado juego actoral (magnífico porte de las dos actrices manipuladoras y logradísimos los personajes de los cazadores), unos muñecos eficaces y sencillos, y una escenografía simplísima y funcional.
El patito de la historia es en realidad un pequeño cocodrilo que ve su identidad tambalearse ante la incertidumbre de los habituales nichos ecológicos. La modernidad rompe las fijaciones identitarias, que dejan de ser estables. Surge así una nueva identidad, el Cocopato, expresión de los nuevos fenómenos identitarios basados en el mestizaje, la fusión y el cruce. Temas de gran actualidad que los de Periferia tratan con sencillez interpretativa y con la apariencia del mínimo esfuerzo.
Para la gira en Japón, la compañía ha preparado una versión especial en la que se combina el español, el japonés y el inglés.