Qué duda cabe que Enkarni Genua y Manolo Gómez han sido y siguen siendo dos artistas militantes, comprometidos con el arte y con el futuro. Desde que empezaron, en 1971, no han dejado de transgredir el moralismo adoctrinador de los títeres para niños buscando provocar la reflexión. 22 espectáculos y 15 cuentos y libros didácticos, además de discos, certifican la tenacidad y la solidez de una trayectoria que a estas alturas ya no necesita credenciales. Y la obra ¿Por qué vive en el bosque la abuela de Caperucita?, que este fin de semana puede verse en el teatro La Puntual de Barcelona, es un producto elaborado marca de la casa de Txotxongillo Taldea.
Ya el propio título rehúye estándares comerciales y lanza un “por qué” directo a la inteligencia del público más joven. Cuestionarse, poner en duda, estimular la curiosidad son exactamente los propósitos de la obra. Xabier, un niño de ocho años, cree que en los cuentos no se dice toda la verdad, así que decide convertirse en detective y salir a investigar por su cuenta. Varias cuestiones rondan por su cabeza: ¿Cómo se llama la mamá de Caperucita?, ¿por qué no se dice nada del padre, no está?, ¿por qué la abuela vive en el bosque? Sin estas informaciones, el cuento es algo que hay que creerse sin más, algo que Xabier no está dispuesto a hacer. Su investigación resuelve estas cuestiones, pero otras preguntas quedan abiertas, dejando a los espectadores la necesidad de hacerse preguntas continuamente.
Poniendo en duda los límites de la narración, Genua y Gómez crean una dramatúrgia externa al propio cuento, basada en las propias inquietudes de los niños, abriendo la posibilidad de desarrollar un relato propio más allá de lo común, lo tradicional.
En este caso, la compañía Txotxongillo no ha recorrido a la mitología vasca como ha hecho con otros de sus espectáculos. Pero sí siguen fieles a sus principios, expresados y difundidos mediante sus libros. Autores de un método para trabajar la dramatización en la escuela, editado junto a la Federación de Ikastolas, ponen en escena espectáculos inteligentes, honrados y bellos. Podeis leer más de información en la reseña que Toni Rumbau hizo del libro Un tesoro en nuestras manos: los títeres (click aquí).
