Si nunca han tenido la oportunidad de ver la conferencia-espectáculo sobre teatro de objetos de Christian Carrignon, pueden pensar que se trata de un tema demasiado amplio. De hecho, el propio Carrignon comienza su conferencia señalando que de lo que va a hablar es de su propia experiencia más bien que de todo un género escénico en general que, al fin y al cabo, ironiza, “nadie sabe qué es”. Carrignon es el director artístico de la compañía Théâtre de Cuisine y lleva más de 30 años como titiritero. Aunque cualquier persona puede ver esta conferencia o una parte de ella en internet y en francés (los pueden ver en este mismo artículo), vale la pena comentar algunos aspectos destacados.
Bajo el título Théâtre d’objet: mode d’emploi (Cómo usar el teatro de objetos) se esconde un espectáculo muy peculiar hecho con extractos de otros y escenificado por el propio Christian Carrignon. Lo primero que hace es enmarcar el espacio en el que va a tener lugar la conferencia, debido a que uno de los principales argumentos que él presenta es que el teatro de objetos tiene mucho que ver con el cine.
1. El plató
“El espacio en el teatro de objetos está cambiando todo el rato. En teatro, resulta muy difícil encontrarse en el interior del castillo de Macbeth, por ejemplo, donde se puede ver a Lady Macbeth y a Macbeth, con una luz apropiada, y de repente estar fuera del castillo. Al menos para mí no es fácil pasar de un lugar a otro, pero el teatro de objetos permite hacerlo de una forma muy similar al cine y con recursos mucho más baratos.”
La primera representa en su conferencia, o al menos en la versión que vi, está tomada de su propia repertorio: Catalogue de voyage (Catálogo de viaje). Interpreta el papel de un turista escalador, pero también a la esposa de éste o a su acompañante. Un muñeco aventurero, un Action Man o un Big Jim, colgado con cables eléctricos desede los hombros del titiritero, hace visible la escena —con lo cual, ésta sucede realmente—, mientras Carrignon interpreta un diálogo con sólo mirar hacia arriba o hacia abajo. Con este simple gesto y estando de pie sobre una silla, él está representando dos personajes diferentes que supuestamente se encuentran en lugares diferentes, uno arriba de la montaña, el otro otro abajo
2. Las películas
“El principio del montaje de una película es ayudar al público a entender la historia. El objetivo es elegir lo que es importante y mostrarlo consecutivamente. En el teatro de objeto, como el conjunto está permanentemente a la vista, el actor tiene que ayudar al público a hacer este montaje. Esto significa focalizar en lo que quiere que la gente vea.”
“El teatro de objetos es como ver películas pasadas a teatro. El cine es su principal predecesor. Ambos géneros usan las luces y el montaje como parte de la creación de la estructura de la historia. Pero en realidad el teatro de objetos nace en torno a 1979-1980. (1) Por lo que yo sé, el primer espectáculo es Pequeños suicidios, del titiritero húngaro Gyula Molnár (véase también este artículo).
3. El reconocimiento de los objetos
“Para que el teatro de objetos funcione, el público tiene que reconocer los objetos inmediatamente. Un sentimiento de auto-reconocimiento a través de los objetos debe surgir desde el primer momento. Este tipo de teatro es perfecto para eso, ya que los objetos utilizados comúnmente se pueden adquirir en cualquier tienda y se encuentran en todos los hogares. Por ejemplo, éste.”
Muestra los binoculares de diapositivas que había usado en su primer sketch, ese tipo de souvenir bizarro que cualquiera puede haber visto en casa de una tía suya.
“El objeto que se utiliza en este tipo de teatro”, continúa, “que normalmente es un objeto fabricado, es una especie de palimpsesto. Un palimpsesto es un pergamino del que se ha borrado el primer texto y ha sido reutilizado para escribir un manuscrito posterior. Puede dar la impresión de que algo queda del texto original. Creo que el teatro de objetos funciona un poco así también. Una vez reconocido el pequeño souvenir, éste puede ser utilizado para un nuevo propósito y ya nunca volverá a ser un el souvenir de antes.”
“El origen del teatro de objetos es en la década de 1980, y no por casualidad. Aquellos años fueron el final de lo que en Francia llamamos los “Glorieuses Trente” (“los treinta años gloriosos” en referencia al período de crecimiento económico entre el final de la Segunda Guerra Mundial y la década de los años 1970). Es el fin del bienestar. Para entonces, todo el mundo ya tenía un coche, un televisor y un montón de bienes de consumo. De hecho, en los años 80 la gente empieza a pensar que todos esos bienes no significan necesariamente bienestar. Creo que esta es la razón por la que surge el teatro de objetos, como una ironía sobre la posesión y nuestra sociedad. En Francia, la gente comenzó a acumular bienes desde la Primera Guerra Mundial (1914-18), por lo que existe una relación entre la necesidad de la acumulación y la guerra, hasta el punto de que un hombre que ha desaparecido puede ser representado por los objetos que deja atrás.”
4. La metáfora
Christian Carrignon da este ejemplo: “En la guerra de 1914-18, los hombres en las trincheras solían beber vino tinto. Da igual si eran alemanes o franceses, todos solían beber vino tinto porque era la forma de olvidar un poco su situación. Pues bien, cuando se saca una botella, ésta está llena, y si la vemos como una metáfora, podemos estar de acuerdo en que la botella es el soldado y el vino tinto debe ser su sangre. Entonces, después de una explosión, ¿estaríamos de acuerdo en que una botella vacía es un cadáver?”
Una pequeña anécdota sobre la transferencia entre sujeto y objeto: “Un muy buen amigo mío fue a reunirse con sus hermanos y hermanas después del fallecimiento de su abuela. Todos quieren quedarse algo para recordarla: uno de ellos quiere una mesa, otro un armario, etc. Él sólo se lleva el termómetro de baño que su abuela solía utilizar con él mismo cuando era un crío. No quiere nada más, sólo lo poco que se puede llevar en el bolsillo. De alguna forma, es como llevar a la abuela en el bolsillo. Cuando, más tarde, llega a casa, deja el termómetro sobre la mesa y éste se rompe en un pequeño estallido. Sobre una superficie sólida, fuera del ámbito para el que ha sido creado, y al ser su forma redonda, recuerda un poco el cuerpo de su abuela. Así que ella murió encima de la mesa.”
La segunda escena que ejecuta durante la conferencia, la toma de un ejercicio de uno de sus talleres. Se ata el extremo de un hilo de lana a la parte inferior de la pierna y la otra punta a un tiranosaurio rex de plástico de 7 centímetros. Está tranquilo, pero de repente empieza a gritar y a hacer como que es perseguido por ese monstruo. Por supuesto, resulta muy gracioso, pero al mismo tiempo el dinosaurio parece estar vivo de verdad, ya que cuanto más corre y tira del hilo, más feroz es el tiranosaurio. Luego se detiene, coje unas tijeras y se dirige con calma otra vez al público, con la punta de las tijeras apuntando hacia arriba, y dice: “papá”. Luego corta el hilo.
Después de esto, pregunta a los asistentes sobre los posibles significados, y las respuestas son múltiples: miedos interiores, los dientes del tiranosaurio como una sinécdoque, la parte por el todo en referencia a una amenaza real o imaginaria, un cordón umbilical cortado por un padre muy masculino, etcétera.
5. El «montaje»
Como explicaba al principio, el actor debe ayudar al público a montar la historia. Es por eso que se detiene a mostrar las tijeras en el ejemplo que acaba de interpretar, y por eso señala los objetos concretos que hay sobre el escenario. “No hay necesidad de actuar de una forma especial”, dice en la versión en Internet de la conferencia. “Creo que señalar con el dedo es suficiente para focalizar la acción sobre un símbolo. Éste es un teatro de líneas rectas y de ángulos. De forma similar al teatro de máscaras, el mimo o el payaso, hay unas reglas específicas para actuar en escena que también usamos en el teatro de objetos.”
La conferencia que vi tiene dos escenas más: “El conejito”, en la que Christian Carrignon interpreta dos personajes diferentes, un conejo y un venado, uno dentro de una casa y el otro fuera, con otro souvenir extraño tal vez de Suiza o de algún lugar así: un chalet pequeño de madera, rodeado de arbolitos de plástico y con nieve de confeti. En esa escena, Carrignon realiza un rápido cambio de plano, como también ocurre en el cine. El público es guiado hacia una metáfora muy simple: si sus manos son cuernos de venado, es el ciervo (interior, día), y si sus manos son orejas de conejo, entonces él es el conejo (exterior, día), y un simple cuchillo es suficiente para ver a todo un cazador. Las repeticiones de la escena son sólo otra forma de expresión que aumenta su dramatismo.
La última escena es un extracto de Pequeños suicidios de Gyula Molnár, en la que un pequeño Alka-Seltzer se convierte en un extraño entre caramelos, una viva imagen viva de la marginación.
Nota:
(1) En otra versión de la conferencia-espectáculo que se puede ver en línea, Christian Carrignon dice: “No podemos estar seguros de la fecha exacta en la que empezó el teatro de objetos. Creo que fue antes de 1979-80, pero lo que sí sabemos es que en aquellos años este nombre apareció por primera vez.” Verlo aquí:
GRACIAS SOY DOCENTE DE TEATRO EN DOS ESCUELAS DEL ESTADO Y ME FASCINA INVESTIGAR SOBRE TODAS LAS POSIBILIDADES EXPRESIVAS