Ayer viernes día 3 de mayo arrancó la Feria de Títeres de Lleida, su 24 edición, con una ceremonia en la que se otorgó al Teatro Municipal del Convento de Santa Teresa, donde se encuentra el Centro de Títeres de Lleida, el nombre de Julieta Agustí, emotivo y merecido homenaje a quien fue la creadora de la Feria, junto con Joan-Andreu Vallvé, así como su directora y gran impulsora. Todo un reconocimiento de la ciudad al activismo de esta personalidad entrañable que movilizó cielo y tierra para conseguir sus propósitos, que no eran otros que situar Lleida dentro del mapa mundial de las marionetas.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, en compañía de la Concejala de Cultura, dirigió a los invitados unas palabras muy sentidas y sinceras que querían expresar el total apoyo de la ciudad al proyecto del Centro de Títeres. El acto continuó bajo la carpa instalada delante del Convento de Santa Teresa, con más discursos, música y una cena con copas y picoteo que permitió un primer encuentro entre todos los presentes. A destacar la presencia de importantes directores de teatros y de festivales de toda España y también de Europa, de muchos titiriteros del país, así como representaciones de las principales instituciones catalanas.
Los espectáculos ya habían comenzado antes, y concretamente tuve la suerte de ver la obra Go!, De la polaca Polina Borisova, una maravilla de sutileza, poesía con objetos y buenas ideas que se hizo en el espacio que ahora ya podemos llamar Julieta Agustí.
Bolina Borisova
A las 21:30h tuvo lugar el espectáculo inaugural a cargo de la DudaPaiva Company titulado Bastard!, Un trabajo del titiritero y bailarín Duda Paiva que maravilló a todo el mundo, por el virtuosismo de su manipulación en solitario, sus voces y una puesta en escena de gran escenario. Inspirada en una obra de Boris Vian, Arrancacorazones, Duda Paiva mostró sus increíbles dotes para duplicarse en sus marionetas, jugando con todo un abanico extraordinario de efectos, emociones y combinaciones corporales entre el títere y el cuerpo del manipulador realmente excepcionales.
Dorothée Saysambat
Para terminar la jornada, en el Café del Matadero se presentó Ma foi, una obra de Dorothée Saysambat, de la Compañía Á, de excepcional sutileza manipuladora con objetos, una ceremonia religiosa que la actriz, vestida de monja, convierte en una divertida y profunda actuación. En ella, la cara de la manipuladora dialoga con sus manos y con los diferentes objetos que va sacando, con unos hilarantes e inteligentes resultados.
Duda Paiva
Una jornada de una intensidad extraordinaria, tanto por las emociones de la inauguración del nuevo Teatro Municipal Julieta Agustí, como por la calidad excepcional de los espectáculos que se pudieron ver. En próximos artículos hablaremos con más detalle y profundidad de las obras vistas.
Los que solemos participar,sabemos lo muicho que se aprende en estos encuentros. Felicitacione a la organización
por el aporte al Teatro de muñecos.