(Artículo de Octavio Rivera Krakowska, de la Universidad Veracruzana, sobre el Coloquio El Títere y las Artes Escénicas realizado en Xalapa (Veracruz, México), 28 al 30 de abril de 2103.) Si se escribiera, hoy, una nueva historia del teatro en México (¡y vaya que hace falta!) -a partir de la llegada de la cultura española que incluyera las manifestaciones escénicas con títeres-, habría que empezar -apoyados en los datos que hasta ahora tenemos- por hablar del titiritero que menciona Bernal Díaz del Castillo. Un individuo más dentro del incontable séquito y soldadesca que viajaba con Hernán Cortes en la expedición que hizo a las Hibueras (hoy Honduras) en 1524. Titiritero del cual no conocemos el nombre, ni el tipo de espectáculos que ofrecía y que, sin embargo, por su arte, no escapa de la atención del soldado-cronista.
Los títeres -en una concepción amplia: representaciones de seres vivos, objetos cotidianos, construidos específicamente o no con un propósito teatral, articulados o no, pero siempre, de alguna manera, animados- mantienen un poder y una presencia exclusivos e insustituibles en la escena teatral o en las ceremonias dramáticas de las culturas. El títere parece rechazar, huye de cualquier definición. Su reino parece ser simple: el propio de todo tipo de materia inerte a la que un ser vivo le dé la opción de que aparente tener vida. Las posibilidades son infinitas y, con ello, el placer de creadores y espectadores, inagotable.
Desde las representaciones del aquel titiritero durante la Conquista y hasta las funciones de teatro de y con títeres que, hoy, todos los días, a todas horas, en cualquier lugar y para distintos tipos de públicos, podemos encontrar en nuestro país han sido fecundas, el fruto de una inextinguible creatividad. El trabajo de todos y cada uno de los titiriteros -y de los títeres- es y ha sido arduo, constante, comprometido, apasionado. El titiritero es fiel a su arte, conoce la tradición y la emplea; también indaga y experimenta en un terreno en donde parece no haber limitaciones: otros materiales con los que construir títeres, transformar en títeres a los objetos cotidianos, animar de esta, de aquella y de alguna otra manera o combinar varias formas de animación, crear en la escena con texto o sin él, con o sin actores, arriesgarse y jugar para encontrar y regocijarse en la vida de la escena. No saber de esta labor, no registrarla, no estudiarla, no reflexionar sobre ella puede implicar una enorme pérdida para la cultura de nuestro país.
David Aarón Estrada, Raúl Arias Lovillo -Rector de la Universidad Veracruzana- y Lorenzo Portillo en la entrega de la placa a Merequetengue Producciones Escénicas en su décimo tercer aniversario
La riqueza de la creación escénica con los títeres en México ha sido un tema casi evadido, casi ajeno para los estudiosos de las artes escénicas. Están, por supuesto, los invaluables trabajos de Angelina Beloff, de De María y Campos, de Mireya Cueto, de Roberto Lago, de Iglesias y de Murray, de Barreiro y Guijosa, de Giménez Cacho, de Miranda, por mencionar algunos, pero el asunto está lejos de una atención académica amplia, sistemática, sostenida.
Muchos titiriteros en lo individual y asociaciones de titiriteros y estudiosos de las artes escénicas trabajan en las tareas de organizar cursos y seminarios, encuentros de titiriteros, se abren escuelas, museos, bibliotecas. Los titiriteros desean poder ofrecer a la profesión mejor y mayor capacitación para los ya artistas, para los aspirantes a la profesión; saben que los espectadores los esperan, los buscan, que quieren más y mejores espectáculos.
Con el deseo de promover y contribuir al conocimiento y la reflexión sobre el arte de los títeres, se organizó el Coloquio El Títere y las Artes Escénicas. La Universidad Veracruzana (Facultad de Teatro, Maestría en Artes Escénicas, Cuerpo Académico Consolidado Teatro / Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación, Cuerpo Académico Estudios de la Cultura y la Comunicación en América Latina / Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes), Merequetengue Producciones Escénicas y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral «Rodolfo Usigli» (CITRU – INBA) unieron afanosas voluntades y trabajo para llevar a cabo el Coloquio del 28 al 30 de abril de 2013, en Xalapa, Veracruz, México. Las actividades académicas del Coloquio tuvieron lugar en la casa del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana y las artísticas en El Rincón de los Títeres de Merequetengue Producciones Escénicas. A unos días del fallecimiento de Mireya Cueto, el Coloquio le fue dedicado a su arte y a su vida consagrada a los títeres.
Elvia Mante, César Tavera. Coloquio El Títere y las Artes Escénicas.
Si bien, el títere es dueño de una larga y rica tradición en México, también es cierto que esta tradición ha conducido a pensar al «títere» de manera limitada, entre otras, al títere como la representación animada de un ser vivo y, quizá, también, ha hecho común la idea de que el «teatro de títeres» es un tipo de espectáculo concebido en exclusiva para los niños. Uno de los propósitos del Coloquio, sin desatender la tradición ni los estudios que a ella se dedican, fue el de abrir la noción de «títere» y mostrar que es amplia, compleja y diversa, y que el «títere» se encuentra en la escena teatral muchas más veces de lo que pensamos. La estética, la teoría, la historia, la crítica sobre el títere fueron algunas de las cuestiones sobre las cuales este Coloquio invitó a reflexionar.
La respuesta fue nutrida y entusiasta y se presentaron los pulidos trabajos de 20 ponentes: estudiantes de posgrado, profesores, investigadores y creadores de la Universidad Veracruzana y de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral «Rodolfo Usigli (CITRU-INBA) y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Francisca Miranda, Édgar García Valencia, Carlos Converso. Coloquio El Títere y las Artes Escénicas.
Francisco Beverido Duhalt (actor, director de escena, maestro, estudioso del teatro, creador y director de «Candileja. Centro de Documentación Teatral» con sede en Xalapa) dictó la conferencia inaugural de título Los títeres en Xalapa, mediante la cual hizo un valioso, ameno y primer puntual recuento, sobre la presencia de títeres y titiriteros en la ciudad capital del estado de Veracruz. Beverido estuvo acompañado por Carlos Converso Prato (titiritero de amplia y reconocida trayectoria, maestro de nacientes generaciones de titiriteros). Converso, en su momento, habló sobre títeres y objetos con su trabajo «En ese teatro cada cosa es lo que es y algo más…» Consideraciones sobre el teatro de títeres. Con las reflexiones de Converso y las de Shaday Larios (Prácticas del objeto en la escena contemporánea) se trató uno de los temas del Coloquio: el empleo de objetos en el universo de la escena.
Marisa Giménez Cacho, Ricardo García Arteaga, Shaday Larios. Coloquio El Títere y las Artes Escénicas.
Ocho ponentes disertaron sobre asuntos de la historia del títere en México, desde las escasas (y hasta ahora apenas conocidas y estudiadas) noticias que se conservan del virreinato, hasta la cuidadosa labor de clasificación y conservación de los acervos de títeres que actualmente guarda el Instituto Nacional de Bellas Artes, sin dejar de lado, por supuesto, la fértil producción titeril en México hacia la mitad de siglo XX, en donde las figuras de la familia Cueto han sido fundamentales. Estas ponencias fueron las de David Aarón Estrada (Noticia sobre teatro de títeres en Nueva España: San Miguel Arcángel vence al demonio, 1585); Alejandro Ortiz Bullé Goyri (Un pequeño escaparate de teatro para niños [¡ya nadie me lo quita…!]); Elissa Rashkin (Lola Cueto, la vanguardia y el teatro guiñol en México); Tania Hernández Solís (Paisajes urbanos y títeres. Xalapa en la primera mitad del siglo XX); Francisca Miranda (La cultura popular del arte titeril en México, 1940-1960); Óscar Armando García Gutiérrez (1985: breve crónica de una cachiporra titeresca en Tepito); Nadia González (Mireya Cueto, en el corazón y la memoria) y Marisa Giménez Cacho (Las colecciones de títeres del Instituto Nacional de Bellas Artes).
Otro grupo se acercó a poéticas teatrales y reflexiones teóricas sobre el títere: Édgar García Valencia (Atributos, de la alegoría a la personificación); Elka Fediuk (La vida de la materia: Bruno Schulz y Tadeusz Kantor); Ricardo García Arteaga (Del personaje al constructo beckettiano); Paloma López Medina Ávalos (Una sociedad creadora: la figura del títere en el pensamiento bergsoniano); Griselda Coss (La liminalidad del arte de títeres); y Elvia Mante (titiritera, actriz, fundadora y directora con César Tavera de Baúl-Teatro) habló de la poética de su propia vida y trayectoria en el ámbito de los títeres en Alas y espejos.
Un último grupo se ocupó del análisis de obras dramáticas y teatrales: Beatriz Juárez (Los personajes [títeres] de «Pandemónium» de Carlos Converso); Daimary Sánchez Moreno (El objeto y la poética de la distancia en NA’ del Laboratorio de Investigación Titiritil [LIT]); Antonio Prieto Stambaugh (El cuerpo hecho objeto: familia, fetiche y fantasma) y Octavio Rivera Krakowska («Arrullo para detener un carrusel»: la reinvención de los cuerpos).
Cerraron el Coloquio dos semblanzas. Una, la de la Asociación Mexicana de Investigación Teatral (AMIT) -a cargo de dos de sus presidentes: Alejandro Ortiz Bullé-Goyri y Óscar Armando García Gutiérrez- que este año cumple 20 de fomentar y difundir los estudios sobre teatro mediante la realización de 19 encuentros académicos apoyados por distintas instituciones de educación superior, entre ellas, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Veracruzana; y, dos, la de Merequetengue Producciones Escénicas – compañía de teatro con títeres con sede en Xalapa y de sólida presencia local, estatal y nacional-, semblanza presentada por sus fundadores y directores David Aarón Estrada y Lorenzo Portillo.
El Coloquio se realizó en ocasión de la celebración de 13 años de la creación y actividades ininterrumpidas de Merequetengue Producciones Escénicas. Estrada y Portillo –ambos egresados de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana- recibieron de manos del Dr. Raúl Arias Lovillo, Rector de la Universidad Veracruzana, una placa alusiva a este décimo tercer aniversario mediante la cual se reconocen, agradecen y felicitan sus méritos artísticos, la perseverancia en su trabajo teatral con títeres y su contribución a la mejora del entorno social mediante el arte.
El ‘Teatro El Rincón de los Títeres de Merequetengue’ en Xalapa, Veracruz, México. Edificio construido para teatro para títeres exclusivamente.
Las actividades artísticas estuvieron a cargo, precisamente, de Merequetengue Producciones Escénicas que en colaboración con Baúl-Teatro presentaron: Arrullo para detener un carrusel de Elvia Mante (actuación y animación de Elvia Mante, y dirección de David Aarón Estrada); y la ponencia-Performance de César Tavera.
Francisca Miranda Silva, investigadora del CITRU, ordenó y armó noticias sobre títeres y titiriteros en México que abarcan más de cinco siglos. El texto fue editado por Alejandro Ortiz Bullé Goyri en el Hipogrifo Teatral. Cuaderno de Investigación de la AMIT y se distribuyó durante el Coloquio.
Una vez concluidas las actividades académicas del Coloquio, una espléndida fiesta estaba por empezar. Gracias a la tenaz labor de Estrada y Portillo, el Ayuntamiento de la Ciudad de Xalapa construyó un teatro para títeres con una capacidad para aproximadamente 100 personas: el Teatro El Rincón de los Títeres de Merequetengue. El recinto, el primero construido en el país que se ocupará en exclusiva al teatro para títeres, abrió sus puertas la noche del 30 de abril. Este flamante edificio, que se dispone también como un centro cultural, fue entregado a Estrada y Portillo por la presidenta municipal de Xalapa, Elizabeth Morales García en reconocimiento a trece años de labor creativa y comprometida con su arte y propósitos. César Tavera ofreció varias escenas con un par de títeres que precedieron a la función inaugural a cargo de Merequetengue con fragmentos de una de las obras más queridas de su repertorio: El gran circo de los títeres con los titiriteros Lorenzo Portillo y María Teresa Ruiz y dirección de Estrada. Obra con la que inician en este mes de mayo la primera temporada del teatro. El equipo de Merequetengue arma ya una agenda de actividades que pondrá en funcionamiento todos los espacios del teatro ya con talleres, cursos, exposiciones y, por supuesto, con obras para títeres para distintos públicos, con atención especial al público infantil.
La realización del Coloquio se ha presentado como una feliz oportunidad de hacer una primera cala en el interés de los estudiosos de las artes escénicas por acercarse al teatro para títeres. El resultado ha sido más que satisfactorio, por lo que se espera que muy pronto se anuncie la segunda edición. Gracias a todas las instituciones y personas que hicieron posible la realización en este encuentro académico, especialmente a la Universidad Veracruzana, y felicitamos a Merequetengue por su empuje, su cumpleaños y por el mejor regalo que podrían haber recibido: un nuevo, sano y vigoroso recinto teatral, sede del arte de los títeres en Xalapa, nuevo capítulo en la biografía de la compañía, del teatro para títeres y del teatro en México.