Cuando surgió la idea de crear un proyecto que pudiera recuperar el espacio que anteriormente había ocupado el Festival de Títeres de Barcelona, y a la vez diera visibilidad a la extraordinaria riqueza que el sector del teatro de títeres, de objetos y visual tiene hoy en día en Cataluña y en todo el país, el primer aliento que nos llegó fueron preguntas del tipo: ¿y si nos atreviéramos a montar algo nuevo …?, ¿y si levantamos una exposición sobre el tema …?, ¿y si …? Curiosamente, esta minúscula partícula gramatical, que los gramáticos definen como una conjunción subordinante condicional o también ‘prótasis condicional’, se interponía en el pensamiento con una extraña energía de empuje, en una época oscura y de vacas flacas, como si el interrogante hacia el cual se dirigía fuera un anzuelo lanzado al futuro y detrás saliera el ‘si’ disparado, con ganas de comerse el mundo.
Caballo títere del fondo Anglès. MAE – Institut del Teatre. Foto de Jesús Atienza
De tanto formular este condicional interrogativo emprendedor, lo que quedó en el aire, más que la cosa en sí de los objetivos, fue el ‘si’ inicial interrogativo, que enseguida se nos anglificó en un ‘if’ nítido, como si nos hubiera estado esperando a escondidas para atacarnos de repente e imponerse en nuestro imaginario.
Comprendimos entonces que la fórmula interrogativa condicional ‘¿Y si …?’ tenía mucho que ver con este proceso básico del arte y por supuesto del teatro de marionetas, que es el pasar de la Idea a la Forma. Sólo pensar ‘¿Y si …?’, la energía mental se dispara y nos conduce de la idea a la imagen y de ésta a la forma. Dicho en otras palabras: ¿y si damos forma a esta idea? Imaginación y Forma, dos palabras claves en los procesos de la creación, que tienen por iniciales una i una f: ¡IF!.
El Quijote y Sancho Panza, títeres de David Laín, L’estenedor. Foto de Jesús Atienza.
¿Y si ese trozo de madera es una cabeza de serpiente? ¿O una cabeza de pescado? ¿O un cuerpo humano? ¿Y si esta sábana que se mueve es el mar? ¿Y si este tapón de corcho es un barco que navega por el río? El IF nos sitúa en lo que es la esencia del teatro de figuras y de sombras de toda la vida. ¿Y si la sombra de esta silueta es el espíritu de un dios o del animal totémico del clan?
Sombra del Wayang Kulit. Foto de Jesús Atienza
Descubrir el IF fue descubrir la sopa de ajo: a todo lo que nos imaginamos, le podemos dar una forma, y cualquier cosa puede tener el significado que le queramos dar. El IF nos abre las puertas a la libertad entre el objeto y su significado, ya que nos permite cambiar los significados según nuestra voluntad. Quizá por eso el Conde de Montecristo se escapó del Castillo de If: una prisión que lleva este nombre, por muy segura, aislada y resistente que sea, siempre dispondrá de un agujero por donde escapar, al tener la libertad en su seno.
Poner el IF ante Barcelona nos abre también las puertas a poder ver y vivir nuestra ciudad con otros ojos, los ojos del ‘¿Y si …?’ que nos da permiso para transformar cualquier espacio, edificio, plaza, calle, instalación, en lo que nuestra imaginación activa y creadora desee.
Catedral de Saint Jean, en Lyon. Fiesta de la Luz. Creación de Damien Fontaine.
¿Y si este o aquel edificio de Barcelona es un lugar donde se esconden versiones distintas y quizá ocultas de nuestra historia? ¿Y si estos almacenes del teatro nacional de la ciudad son en realidad unos encantos poéticos donde se acumulan las fantasías y los sueños enterrados de los autores, actores y espectadores que han pasado por allí? ¿Y si los Encantes de verdad, los que están justo a su lado, no son más que las entrañas abiertas de la ciudad, donde confluyen los mil objetos y utensilios que se nos caen por el camino para que otros vengan, se apropien de ellos y los acaben subjetivando de una manera diferente a la nuestra? ¿Y si …?
Composición de objetos de Shaday Larios.
Como se puede ver, el IF nos atrapó y enseguida se impuso como la fórmula más idónea para expresar lo que queríamos hacer: una intervención cultural urbana en el entorno del teatro de títeres, los objetos, las máquinas, los hilos y las sombras. En la que no hubiera límites a la imaginación ni al atrevimiento de pensar las formas con total libertad. Un reto y un atrevimiento, y una apuesta de Innovación y de Futuro. IF…
Máscara doble africana. Museo de la Porciúncula, Palma de Mallorca
Imaginación y Forma, Idea y Figura, Innovación y Futuro. Y con un subtítulo que nos sitúe: Títeres, Máquinas e Hilos.
Así quedó configurado el campo de nuestro imaginario para el proyecto que queríamos llevar a cabo. Y como el mecanismo estaba bien definido, sólo era cuestión de seguir el empuje del ‘si’ hacia su interrogante de futuro.
Sombra del Wayang Kulit. Foto de Jesús Atienza
El día 8 de octubre, la idea tomará forma, y el IF empezará a navegar. Su mascarón de proa es la exposición ‘Figuras del Desdoblamiento. Títeres, Máquinas e Hilos’, que estará tres meses (hasta el 10 de enero de 2016) en el centro Arts Santa Mónica, en las mismas Ramblas de Barcelona. Con diseño de Dani Freixes, el primer piso mostrará ‘Las 7 Puertas de la Alteridad’, un recorrido iniciático por siete maneras distintas de mirarse en el espejo y de ser otro. El segundo piso será La Despensa de los Títeres, un despliegue de las múltiples maneras en que hoy en día los creadores de este tipo de teatro cocinan sus platos: miniaturas, proximidad, hilo, manos, sombras, motores, mecanismos, autómatas, chips, ópera, cine, plástica, gigantes, robots …
Una cita y una invitación para todo aquel que quiera dejarse llevar por el fatal e irresistible ‘¿y si …?
Maleta de títeres de Sebastià Vergés.