(Foto de familia de los premiados y homenajeados. Foto de Iñigo Royo.)
Acabó el Titirijai 2017 con la acostumbrada sesión de premios y homenajes: el Premio al Mejor Espectáculo otorgado por el jurado de niños, un clásico del Festival (sobre el mismo publicaremos en breve un artículo de Enkarni Genua), que ha sido otorgado este año al espectáculo de Michele Caffaggi ‘El Hombre de la LLuvia’. Un premio muy acertado, como suele ser habitual en estos casos, pues la obra de Caffaggi, ya comentada en Titeresante (ver aquí), maravilló al público en las varias funciones realizadas en el Teatro Leidor de Tolosa. El premiado, que no se lo esperaba, salió a recibir el premio con una gran alegría y sorprendido por el éxito de su espectáculo en el contexto de los títeres, que por lo visto no es el que suele frecuentar.
Michele Caffaggi con el jurado infantil y June, del TOPIC. Foto de Iñigo Royo.
Juan Muñoz, director de La Tartana de Madrid, histórica compañía que en 2017 cumple su 40 aniversario (ver aquí), recogió el galardón de homenaje por aguantar tantos años al pie del cañón siempre con el estandarte de la calidad y del rigor en alto. Se le notaba fresco y animoso, con ganas de continuar otros cuarenta años de lucha contra los elementos. Su regreso a la gestión de la Sala Pradillo, creada por La Tartana y que traspasó hace relativamente poco a otras manos, es un ejemplo de esta voluntad de no rehuir los compromisos, por muy costosos que sean.
Juan Muñoz de La Tartana habla al público. Foto de Iñigo Royo.
Carles Cañellas y Susana Rodríguez, los dos actuales miembros de Rocamora Teatre, reconocida e histórica compañía de Barcelona (ver aquí) -hoy instalados en la localidad de Calders-, recogieron también el galardón de homenaje por sus 35 años de trabajo ininterrumpido en el campo de las marionetas y del teatro visual y de objetos. Con un énfasis en la marioneta de hilo, especialidad que aprendió por sí mismo con los años aunque sus inicios con Pepe Otal , que lo conectó con la corriente marionetista barcelonesa que tiene su origen en el maestro Harry V.Tozer, fueron decisivos, Cañellas es en estos momentos el titiritero de hilo decano de Cataluña. Su último montaje, Identitats, presentado en el Titirijai de este año y ya reseñado en Titeresante (ver aquí), es el último reto de Rocamora en el terreno del hilo, una obra de madurez que no se arredra a la hora de buscar ‘lo más difícil todavía’. En el festival de Nanchong, en China, recibió el Premio al Mejor Espectáculo Dramático.
Carles Cañellas y Susana Rodríguez, de Rocamora Teatre, reciben el galardón. Foto de Iñigo Royo.
La revista Artez es un clásico del teatro en nuestro país. 20 años de mantener viva una publicación de teatro es, en la época en que vivimos, no sólo un logro de los más mayúsculos sino casi un milagro. Una revista que se hace con papel, no de cualquier calidad sino con un precioso papel couché brillante a todo color, con reportajes sobre la mayoría de los festivales del país, crónicas y reseñas de espectáculos, y tribuna de opinión de las mejores plumas especialistas en el arte de Talía. Publicada desde Euskadi, hoy es la revista de teatro de referencia en todo el territorio español. Publica además un periódico diario On Line (ver aquí) con la actualidad siempre a punto.
El director de la revista Artez con Idoya Otegui al fondo. Foto de Iñigo Royo.
Joan Baixas fue otro de los homenajeados de la noche, al recibir también un galardón por su carrera artística, que el próximo año cumplirá su 50 aniversario. Se mencionó en especial la larga relación del fundador de La Claca con Tolosa, incluso anterior al Titirijai y al TOPIC, pues a principios de los setenta actuó en la capital del Oria con la colaboración de Manolo Gómez y de Enkarni Genua, del grupo Txotxonguillo, quienes tradujeron el texto al euskera. Fue igualmente el artista que abrió el teatro del TOPIC en 2009. Algunas de sus obras están cedidas al Museo del TOPIC.
Joan Baixas se dirige al público. Foto de Iñigo Royo.
También se celebró el hermanamiento titiritero de Tolosa con la considerada Capital Mundial de las Marionetas, Charlleville-Mézières. Para ello subieron al escenario la alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón, y el alcalde de Charleville-Mézières, Boris Ravignon. Ciudades ambas que forman parte de esta interesante asociación de ‘ciudades titiriteras’ del mundo, la AVIAMA (ver aquí), que mantuvo una reunión en Tolosa aprovechando el Titirijai. Precisamente se expuso en el ambigú del TOPIC una colección de carteles con las ciudades que en estos momentos forman parte de a AVIAMA (Tolosa y Segovia son las dos españolas asociadas).
El alcalde de Charleville-Mézières, Boris Ravignon, y el delegado de cultura de la ciudad. Foto de Iñigo Royo.
‘Aguas de lavar’, de Teatro de la Plaza y Teatro por Um Triz
Brasil y Argentina estuvieron presentes en Tolosa de la mano de dos compañías hermanadas en un espectáculo de calle titulado ‘Aguas de lavar’: la brasileña Teatro por Un Triz (cuya versión de Pinocho se vio en el TOPIC durante la semana del Titirijai –ver aquí-) y la argentina Teatro de la Plaza.
Asistir a una obra pensada para un verano de calor que reivindica el agua como ese elemento precioso y bien común a preservar y a compartir, y verla representada en un exterior a pocos grados sobre cero, rodeado de montes nevados y junto al rugiente río Oria, constituyó una monumental paradoja que lejos de amedrentar a los actores y paralizar sus energías, les insufló por el contrario un plus de indispensable vitalidad que conquistó a los espectadores, fascinados por el talante alegre y batallador de los actores brasileños, de una profesionalidad a prueba de bombas.
Actuación en Tolosa. Foto de Iñigo Royo.
Con dirección del argentino Héctor Lopes Girondo, histórico titiritero de Buenos Aires instalado desde hace años en Sao Paolo (con títulos emblemáticos como ‘Historias con Desperdicios’, obra que ha girado por todo el mundo con mucho éxito), ‘Aguas de lavar’ es el resultado de una colaboración de la compañía con Jordi Bertran, cuando el marionetista catalán fue llamado a Brasil para trabajar sobre el tema del agua y de los grifos, tras el estreno de ‘El Avar’. Del material construido, Héctor Lopes decidió aplicarlo a un espectáculo de calle que tuviera por tema el agua.
Andreza Domínguez en su actuación en Tolosa. Foto de Iñigo Royo.
Muy importante en este montaje es la escenografía que firma Miguel Migro, instalada sobre un andamio con ruedas que se alza en un amasijo de tuberías, grifos, sifones, cubos, embudos y un sinfín de artilugios relacionados con la tecnología del agua. Pero aún más importante es la energía que desplegaron los actores, con Wagner Dutra, Macia Nunes, Andreza Domínguez, Gustavo Martins y Alfonso Braga, más la técnica de Luz Lopes. Una interpretación que va del clown a la pantomima, y que bebe del más puro teatro de calle, con multitud de objetos convertidos en instrumentos que sirven de base para conformar un muy logrado conjunto musical con ritmos de samba. En este sentido, el espectáculo confirmó el tópico por excelencia de lo brasileño como un innato modo de ser musical, susceptible de que al mínimo son de ritmo y música, los cuerpos se entreguen al baile y al movimiento, mientras lo serio se deshace en risa y fiesta.
Gustavo Martins, en la actuación en Tolosa. Foto de Iñigo Royo.
‘Aguas de Lavar’ quitó al público la modorra y el anquilosamiento que produce el frío, obligándonos a pensar globalmente el problema del agua, envueltos como estábamos en la cercanía de agua por todas partes. La circunstancial redundancia temática (en el escenario y en el entorno) tuvo la virtud de forzar nuevos sentidos a la palabra agua, convertida en una metáfora de cualquiera de los bienes comunes que son escasos a los humanos.
Los espectadores aplaudieron a rabiar los tremendos y meritorios esfuerzos de los actores.