(Mina Trapp y Dora Cantero, de Mimaia Teatre. Foto de Jesús Atienza.)
Se presentará el viernes 16 de noviembre de 2018, a las 19h, en la sala de actos del Arts Santa Mònica, en el centro de Barcelona, dentro de la Bienal IF Barcelona, el Estudio sobre el Sector del Teatro de Títeres en Cataluña que la Directora del Área de las Artes Escénicas, Nèlida Falcó, del Institut Català de les Empreses Culturals del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, encargó a Toni Rumbau y que se realizó conjuntamente con UNIMA Cataluña.
Imagen de Los Tres Osos, de L’Estaquirot Teatre.
El estudio se hizo a finales del año 2017 y fue entregado durante el mes de marzo de 2018. Presentarán el estudio la Directora del Área de Artes Escénicas de la Generalitat, Nèlida Falcó, Eudald Farré en representación de la Junta de Unima Cataluña y Toni Rumbau, redactor del estudio.
Raquel Batet y Marta Lorente, de la Compañía Ele.
Es la primera vez que se elabora un trabajo de este tipo en el ámbito catalán, con unos principios metodológicos consensuados con el Departamento de Cultura, siguiendo las pautas instauradas en los otros estudios que se han hecho sobre los diferentes sectores de las Artes Escénicas. De este modo se ha asegurado el abordaje a un abanico bastante amplio de temas, indispensable en una materia como es el teatro, de una tal amplitud y diversidad de puntos de vista.
Cabaret en el Taller de Marionetas de Pepe Otal.
Planteamientos previos
Dadas las peculiaridades y la gran variedad de lo que podemos considerar e incluir en el Teatro de Títeres, no hay duda de que uno de los puntos más difíciles y delicados ha sido definir el sector. ¿Cuáles son sus límites, sus contenidos, sus participantes, su dinamismo y sus problemáticas principales? Estas fueron las primeras preguntas que se hicieron los autores del estudio.
‘A House in Asia’, de la Agrupación Señor Serrano.
Por un lado, era necesario plantear estas cuestiones a priori, pero por otro lado, se impuso una consulta al sector del que se quería hablar, indispensable para lograr la correspondiente radiografía y para orientarse en su realidad.
Para empezar, se estableció una primera lista de artistas y compañías que de un modo u otro se les podía incluir en el sector, optando por una mirada amplia y generosa afín de incorporar todas aquellas formas limítrofes del espectáculo que, de un modo directo o indirecto, se encuentran en hibridación con alguna de las formas del teatro de títeres (entendido en su complejidad de guante, hilo, sombras, mesa, objetos, infantil, adultos, máquinas y otras formas de teatro visual y de la imagen).
Mercè Framis en ‘El Pequeño Circo’.
Fueron dos las vías para contactar con artistas y compañías:
Imagen de la cia. Anima Mundi, con Kerstin von Porat. Teatro de Sombras.
1- un cuestionario bastante extenso donde se detallaban un máximo de preguntas sobre los múltiples aspectos de la profesión, y que se envió a todos los integrantes de la primera lista elaborada, concretamente a 130 artistas y compañías. Se recibieron 59 respuestas. De los que no contestaron el cuestionario, 59 fueron considerados igualmente como integrantes o relacionados con el mundo de los títeres, por lo que podríamos decir que en estos momentos habría unas 120 entidades, entre personas y compañías, susceptibles de ser consideradas del sector en el ámbito catalán.
Julieta Gascón y José Antonio Puchades (Putxa), de Zero en Conducta.
2- entrevistas a personas escogidas por su relevancia, concretamente 22. Son las siguientes: Alfred Casas (Institut del Teatre), Eugenio Navarro (La Puntual), Joan Baixas, Olga Jiménez y Albert Albà (L’Estaquirot Teatre), Ferran Gómez y Pilar Gálvez (Marionetàrium-Herta Frankel), Sebastià Vergés (Titelles Vergés), David Laín (L’Estenedor), Jordi Bertran, Elisabet Vallvé y Oriol Ferre (Centre de Titelles de Lleida), Xesco Quadras (Peus de Porc y Unima Catalunya), Anna Valls (MAE, Institut del Teatre), Martí Doy (constructor), Jordi Farrés (Farrés Brothers), Eudald Ferré (Festival Guant), Mercè Framis (Teatre d’Ombres), Cia Poticua, Andreu Martínez (creador y professor en el Institut del Teatre), Roser Vila (distribuidora), Pere Bigas (Casa-Taller de Marionetes de Pepe Otal), Carles Cañellas (Espai Animacions, Rocamora Teatre, Calders), Mina Trapp y Dora Cantero (Mimaia Teatre), Lídia Clua.
El Maestro Harry V.Tozer frente a su Alter Ego. Foto de Jesús Atienza.
Definir el sector
Los autores del estudio consideraron que la mejor manera de llamar al sector, de un modo general y conciso, es con la denominación de Teatro Visual y de Títeres (o de Marionetas, palabra entendida en su acepción genérica), fórmula que permite considerar todas las diferentes modalidades que hoy existen en el campo del teatro de títeres.
Imagen de Kissu, del Centre de Titelles de Lleida.
Era importante establecer una denominación lo suficientemente amplia para que de una vez por todas quedara claro que el teatro visual y de títeres no es sólo para los niños, con todavía muchas personas piensan.
Jordi Farré y Pep Farré, en La Vella Dama, de Farrés Brothers. Títeres de Eudald Ferré.
Una posible definición de esta modalidad de teatro sería: ‘aquel campo de las artes escénicas en el que el protagonismo cae en la materialidad plástica de los objetos o de la figura animada que tradicionalmente se ha llamado títere o marioneta’.
‘La Banda de Madera’, del Marionetàrium Herta Frankel. Exposición Figuras del Desdoblamiento.
Un género de géneros o una arte de artes. Como dijo Joan Baixas en la entrevista: «Yo soy partidario de una denominación amplia que incluya los dos extremos del sector: teatro visual y de títeres».
Emília Esteban Langstaff, de Pea Green Boat, en Gnoma.
Un acierto del estudio fue proponer un gráfico donde quedaba patente la radicalidad de esta posición limítrofe e híbrida en la que se encuentra la actual práctica titiritera; a partir de un centro claro y potente constituido por la Tradición (las grandes tradiciones de sombras y títeres del mundo), que se instituye como núcleo del círculo, la práctica titiritera tiene lugar en la zona ancha exterior de la circunferencia: unos trabajan cerca del centro, es decir, cerca de la tradición.
Marioneta de Toni Zafra. Foto de Jesús Atienza.
Otros se alejan hacia los círculos exteriores y buscan la hibridación con otros lenguajes y referentes. Las esferas de hibridación son siempre móbiles, pueden entrar más o menos en la dirección del centro, y también se pueden superponer, lo que explica las mil variantes posibles de hibridación existentes.
La inclinación hacia una u otra dirección temática dependerá, por lo tanto, de la procedencia de cada titiritero o practicante, y de su voluntad creadora.
Rugiada Grignani, Facundo Moreno y Tommaso Grignani a ‘Antipodi’, Compañía Dromosofista.
Todos tienen en común el uso de medios o soportes objetuales, figurativos y visuales puestos en un escenario que piden una más o menos activa animación.
Esta pluralidad de perspectivas y de puntos de partida explica que exista esta enorme variedad de modos de abordar hoy en día el teatro de títeres, de objetos y visual, así como la indispensable posición excéntrica (indispensable para el cruce y la hibridación) en relación a las artes teatrales estándares.
Xavi Bobés. Dueto. Foto de La Murga.
Otra razón que explica esta gran variedad de formas posibles que tiene el género, es la centralidad que hoy en día ocupan temas y conceptos íntimamente asociados a los teatros de títeres, de objetos y visuales: el Doble, El Otro, la Alteridad, la multiplicidad, la relativización de la identidad, la robótica y el reto de la Inteligencia Artificial.
Imagen de El Sueño de Guliver, Ópera de marionetas automatizadas de Roland Olbeter.
Esta incidencia en los temas de la alteridad explica, por ejemplo, el éxito de la terapia con títeres aplicada a las personas autistas, así como en muchos otros trastornos psicológicos. También la búsqueda de una nueva subjetividad humana en la interrogación de los objetos y de la materialidad que nos rodea. Todas estas temáticas son de una extraordinaria actualidad y centran la atención de buena parte del pensamiento contemporáneo.
Imagen de Gri-Gri, de Marionetas Nómadas.
Se entiende que a la hora de abordar estas cuestiones, los creadores recurran a los lenguajes que les son consustanciales: el títere, el muñeco, el objeto figurativo, el objeto cualquiera que nos rodea, el maniquí, la imagen replicada, los robots, la figuración desdoblada sea de tres o de dos dimensiones.
‘Out of the Box’, exposición de Pere Cabaret en la Sala Fènix, espacio amigo del teatro visual,
de títeres y de objetos.
Los límites del sector
Si queremos hablar de este campo que es el ‘teatro visual y de títeres’, no tenemos más remedio que ponerle límites. Y para obtener una visión global del mismo, el estudio propone el mismo gráfico antes expuesto, pero en el que se indican los espacios donde titiriteros, artistas de otras especialidades y compañías se pueden situar:
En el espacio a, estarían las compañías más cercanas a la línea 1, que son las que se reflejan en las formas tradicionales situadas en el centro del gráfico, y por el otro lado estarían las que se acercan más a la línea 2, donde se tiene muy presente la tradición pero ya en hibridación con cualquiera de las áreas antes comentadas. En el espacio b estarían las compañías y los artistas que gustan situarse plenament en las distintas posibilidades combinatorias de hibridación. Limitando con la línea 3 y saltando hacia el otro lado, estarían las compañías que aún girando en la órbita del sector, practican una hibridación de combinatorias más limítrofes y voluntariamente alejadas del centro.
David Laín en ‘El Coleccionista de Miedos’.
Este esquema nos permite entender la realidad de muchas compañías que en algunos espectáculos se alejan mucho del centro y se disparan hacia zonas de extravagancia (en su sentido de ‘vagar fuera de los límites’), mientras en otras propuestas no dudan en hibridarse hacia zonas más cercanas a la Tradición.
Sebastià Vergés, con dos de sus títeres.
A efectos prácticos y para establecer el perímetro de las compañías que se consideran del sector y que por ello deben ser atendidas como tales, y para no imponer estrecheces ni dogmas preconcebidos, este estudio se ha basado en el siguiente criterio: ‘es titiritero todo aquel que se considera como tal’.
Imagen de El Zorro, de Eudald Ferré y Luca Ronga.
El ecosistema del sector
El teatro Visual y de Títeres constituye un todo orgánico que para su realización plena necesita unas áreas de actividad que le son propias. El gráfico siguiente indica 7 áreas diferentes que tienen como referente principal, al igual que en el gráfico anterior, la Tradición.
La complejidad de esta realidad híbrida del sector que orbita alrededor del núcleo de la Tradición, exige un ecosistema también complejo de distintas instancias que satisfagan y den respuesta a sus necesidades. Las 7 distintas áreas de actividad son las siguientes:
Pep Bou, marioneta de Jordi Bertran.
1- las compañías y los artistas practicantes: base principal de este ecosistema, sobre el que descansa el edificio entero.
Elena Mesa y Joan Gispert, de la Micro-Troupe, con algunos de sus títeres.
2- los teatros: los espacios naturales donde las compañías pueden exhibir sus trabajos.
Xesco Quadras dentro de su cohete.
3- Las Ferias y los Festivales son trascendentales para los títeres. Constituyen los escaparates que permiten de un lado ver las novedades del género a nivel internacional, y por el otro lado, las distintas formas en las que el género se hibrida con otros lenguajes y artes. Igualmente son espacios de exhibición y venta de espectáculos, donde se contacta con profesionales de todo el mundo, sean titiriteros, teóricos o programadores.
Imagen de Identitats, de Carles Cañellas, Rocamora Teatre.
4- Los Museos de Títeres son una de las herramientas básicas del sector. Al tratarse de una práctica teatral que ha generado y sigue generando profusión de patrimonio objetual y figurativo, necesita y exige lugares adecuados para su preservación y estudio. En Cataluña existe el MAE (Museu de les Arts Escèniques) que cuenta con un importantísimo patrimonio titiritero, único en España. Por desgracia, no dispone de un lugar de exhibición.
Santi Arnal y Anna Fernández en El Sueño de una Noche de Verano. Cía. Per Poc.
5- Las Escuelas son las otras herramientas básicas del sector para poder por un lado aprender el oficio y, por el otro lado, transmitir los conocimientos acumulados por los profesionales del género. Son los órganos de crecimiento y de reproducción del sistema titiritero. El Institut del Teatre cumple a medias esta función en Cataluña. Otros espacios complementan la tarea educativa.
Eugenio y Néstor Navarro, titiriteros directores del Teatro La Puntual.
6- La UNIMA es la asociación internacional de los titiriteros, presente en más de 90 países. Fundada en el año 1929, es la primera existente a nivel mundial dedicada al teatro. Está inscrita en la UNESCO y celebra congresos mundiales cada cuatro años. En estos momentos, una española, Idoya Otegui, directora del TOPIC de Tolosa, es la Secretaria General de la organización.
Imagen de ‘Jai el Mariner’, de Zipit Teatre.
7- Como toda práctica artística, el sector de los títeres necesita los medios especiales que le hagan de espejo y que testifiquen sus actividades. Revistas y publicaciones son los espacios naturales para esta reflexión y para la auto-observación del género.
Guillem Tell, de Rossini, a cargo de la cía. La Baldufa, en el Gran Teatre del Liceu.
Esta visión global del ecosistema titiritero permite observar cuales son los puntos fuertes y cuales los flacos, es decir, donde se encuentran las carencias y donde las prioridades y necesidades.
El Puces Cirkus Moner, de Teia Moner.
Este artículo ha pretendido aproximarse al problema de definir un sector tan complejo com es el del Teatro Visual y de Títeres, a partir del estudio realizado sobre su práctica en Cataluña.
Títere de ‘Angelita’, de la compañía Tactilicuá.
Quien quiera conocer el Estudio en su totalidad (en lengua catalana, aún no se dispone de una versión en castellano), lo puede descargar en formato pdf aquí.