(Oleico desfila con la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Belchite)
Se puede ver hasta el 30 de agosto de 2020, en la Sala Belia de Belchite, en la provincia aragonesa de Zaragoza, la exposición ‘Confinado con el bicho’ de fotografías realizadas por Domingo Castillo y Ángela Castillo, de la compañía Teatro de Medianoche. La exposición tiene como protagonista al títere Oleico, cuyo título protocolario es ‘Embajador de Turismo y Cultura de Belchite’.
La exposición es en realidad un diario fotográfico realizado durante el confinamiento forzoso a causa del COVID-19. Tanto las situaciones reflejadas como su ambientación escenográfica surgieron a partir de las ocurrencias de Araceli Gil y Domingo Castillo, creadores del personaje. Muestra una selección de imágenes en las que un inocente títere -con cabeza de aceitera- se ha impregnado de las emociones sentidas, las celebraciones aplazadas, las tareas cotidianas, la compañía de los libros y la música, las noches de insomnio, la añoranza de los amigos, el recuerdo de personas que han dejado huella en nuestras vidas, las ganas por volver a recorrer los lugares familiares, la confianza en la comunidad, el deseado reencuentro.
Oleico ha permitido a sus autores canalizar todo lo que han sentido durante la cuarentena ayudándoles a comprender mejor esta montaña rusa de emociones. Vean todas las imágenes en los siguientes enlaces, en Facebook aquí y en Instagram aquí.
La exposición se complementa con un micro espectáculo de teatro negro -la especialidad de la compañía- titulado ‘Seres Uhmonos’.
Oleico, el títere del aceite, Embajador de Belchite
La existencia de Oleico se debe a un cruce de caminos entre el municipio de Belchite (1.505 habitantes) y la compañía Teatro de Medianoche, que un día, hace dos años, decidió dejar Zaragoza e instalarse en esta localidad de Aragón, cabeza del llamado Campo de Belchite.
Un lugar histórico, al ser el antiguo pueblo, situada junto al actual, un pequeño núcleo urbano completamente devastado durante la Guerra Civil Española. Hoy el conjunto de ruinas que conforma el llamado Pueblo Viejo constituye un trágico y emotivo monumento, un lugar muy visitado por su importancia en la memoria de los desastres de la guerra.
Cuando Araceli Gil y Domingo Castillo ofrecieron al Ayuntamiento la idea de crear un títere que de algún modo representara el lugar, el alcalde lo tuvo muy claro desde el primer momento, apoyando el proyecto. Dicen los protagonistas del invento:
“Desde que llegamos a Belchite pensamos en crear un personaje representativo de la localidad. Un día en el taller encontramos una aceitera y surgió la idea de dar vida a un títere. Tuvimos claro que ese podía ser el personaje que andábamos buscando y le pusimos de nombre Oleico, en referencia al aceite, tan característico de este municipio, rodeado de olivos centenarios”, explica Castillo, fundador de Teatro de Medianoche. La compañía siente un vínculo especial con Belchite porque realizó allí su primera función en 1984.
Por su parte, el inteligente alcalde de Belchite, Carmelo Pérez, dice: “Con Oleico, nuestro Ayuntamiento quiere potenciar la difusión de la historia, tradiciones, patrimonio y actividades de la localidad”.
He aquí como una feliz concurrencia de caminos es capaz de provocar esta bonita alquimia de ideas y conocimientos que ha dado a luz al títere Oleico.
Para dotar de vida al personaje, la compañía ha recurrido a Pilar Pardo, directora del C.P. Belia de Belchite, y los alumnos del centro han sido partícipes a la hora de forjar el origen, gustos y carácter de Oleico. El Ayuntamiento de Belchite presentó al títere a finales de agosto de 2019 en el homenaje a los supervivientes de la Batalla del 37, y este mes de septiembre ha salido a las calles durante las fiestas de la localidad en forma de cabezudo, ya que pertenece a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Belchite.
El diseño y la construcción del cabezudo han sido realizados por Teatro de Medianoche con la colaboración del vecino de Belchite Ramón Val “Boli” en la pintura. En la construcción del títere la compañía ha trabajado con el último hojalatero de Belchite, Miguel Gascón, quien ha construido las aceiteras que se utilizan como cabezas de la marioneta.
He aquí algunas imágenes de Oleico durante el Confinamiento.