(Martín y Erreka Mari. Foto compañía)

Estoy segura que a muchos de los tiriteros veteranos, incluso a jovenes, les habrá  pasado alguna vez que uno de sus títeres que nacieron como participantes de una de sus historias vaya cogiendo tal fuerza, tal personalidad  que va haciendo poco  a poco su propia vida. Esto es lo que nos ha pasado a nosotros con Erreka Mari, nuestro personaje del que hoy os hablamos.

Nació de forma casual, pero con raices muy fuertes en 1978. En aquella época el concepto ekologia empezaba a despuntar sin demasiada fuerza. La idea de que nosotros los humanos podríamos acabar destruyendo nuestra tierra era solo el pensamiento de unos pocos.  El Pais Vasco, cuenta con muchos rios, a la orilla de los cuales fueron naciendo númerosos pueblos con fábricas de distintos estilos, que traían riqueza…. y también suciedad.

Imagen de Erreka Mari. Foto compañía

Por otro lado la inmigración de gentes de otros lugares donde el trabajo escaseaba iba transformando la sociedad de nuestro pueblo en donde, a pesar de que si uno por uno hubieras sido preguntados que opinión tenías de los inmigrantes, hubieran contestado que muy buena, que aquí no existía ningún problema con ellos. Pero eso no era así en realidad. Lo digo por experiencia, ya que  mi madre y toda su familia, naturales de Barrio de  Diaz Ruiz, zona de la Bureba, Burgos,  poco a poco se fueron trasladando a Vizcaya, Alava, Guipúzcoa, encontrándose con un idioma que en esos momentos era especialmente defendido por ser considerado, con razón, un auténtico tesoro que había que defender, pero difícil de entender, lo que en algunos de los pueblos los convertía «en diferentes».

Imagen de Erreka Mari, aompañados por dos Txalapartistas. Teatro del TOPIC, Titirijai 2019. Foto Iñigo Royo

En esos momentos, yo que iniciaba como hija de emigrantes el estudio del euskera, empezando desde 0,  leía con interés los libros de la mitología vasca que estaban siendo recuperada por José Miguel Barandiaran donde entre muchos personajes se encontraban LAS LAMIÑAS.

Y de pronto se me ocurrió una  idea:

                    Si las lamiñas viven en los rios, si son diferentes a los humanos,  es imposible que aquí sobrevivan muchas. Tal vez estén en periodo de extinción

Y esa idea además de dolerme, rondó por mi cabeza, y escribí el cuento titulado: Erreka Mari Euskalherriko azken lamina. (Erreka Mari, la última lamiña del País Vasco)

Enkarni Genua y Manolo Gómez saludan tras representar Erreka Mari. Teatro del TOPIC, Titirijai 2019. Foto Iñigo Royo

Y nuestro grupo Txotxongillo (Enkarni Genua y Manolo Gomez) que había nacido en 1971, rompió con el  «estilo» con  el que habíamos trabajado hasta ese momento nuestras historias ( Títeres de guantes / escenario tipo retablo o Castellet), trabajamos en el cuento, hicimos una innovación en el escenario, utilizando escaleras de diferentes tamaños, e incluso en nuestros títeres, utilizando  dos  objetos/escobas  para construir a Agustina y Kattalin, personajes antágonicos de la historia, que no quieren tener a Erreka Mari cerca, porque como ellas mismas dicen «no es como nosotras».

Y poco a poco comenzó su andadura. Resumimos los caminos recorridos: En 1978  se estrenó en San Sebastián en el Teatro  Principal, lleno de gente y fué recibida por niños niñas, maestros maestras padres y madres con entusiasmo; siguió representándose en otras localidades y en distintos formatos hasta el día de hoy; la editorial Erein en 1979 editó y sigue editanto un cómic con maravillosos dibujos de Jesús Lucas; Antzerti del Gobierno Vasco la volvió a editar junto con otros cuentos de Txotxongillo Taldea en 1983; en 1978 la discográfica Beobide la editó en Long Play;  la discográfica I:Z: la editó en kasette, long play en 1985, posteriormente en CD durante muchos años; en 1983 en Tarrasa (Festival de las Autonomías) ganó el premio a  la puesta en escena más innovadora; ha participado en numerosos festivales del Estado español, ha viajado a Checoslovaquia, Mexico (diversos Estados), Cuba; Ecuador. En 1987 ganó el Primer Premio a la Primera Ópera en euskera, con música de Juan Cordero Castaño; En 1999 participó en La Quincena Musical de San Sebastián acompañada con txalaparta (Lara Mitxelena, e Ixiar Jauregi) y en un formato pequeño para realizarla en cualquier escuela o lugar; en el 2022 se  colocó su estatua  en el Jardín Bótanico Histórico de Berriz (Vizcaya); desde el 2008 está siendo también representada por una gran titiritera, Rosa Martinez, y así llega y llegará a donde nosotros no la podemos llevar.

Enkarni Genua en plena representación. Teatro del TOPIC, Titirijai 2019. Foto Iñigo Royo

La editorial Arbolé la ha publicado en castellano en 1999; El Gobierno Vasco la ha propuesto a las escuelas para trabajar el tema del cuidado de los rios; en muchas escuelas de la geografía vasca se trabaja el cuento de Erreka Mari para hablar del medio ambiente; lo mismo sucede cuando se habla, o hay algún problema en la escuela con «los diferentes»; tenemos cientos de dibujos  realizados por alumnos de Primaria. Y junto con otras  historias del grupo Txotxongillo ha ganado muchos premios y reconocimientos. La verdad es que nuestro  trabaja siempre ha sido estimado. Mila esker

Tal vez alguno de vosotros pensará. «Pues ya habeís trabajado vosotros para sacar adelante a esa criatura/personaje»

 La verdad es que no. Porque detrás de esa historia vinieron otras muchas diferentes, y ha sido ella, Erreka Mari, la que ha ido haciendo su camino, casi casi por su cuenta. Ha corrido de escuela en escuela, de boca en boca y de corazón en corazón. Por eso hace dos meses cuando nos llamaron del Ayuntamiento de San Sebastián para pedirnos permiso para colocar en una calle de  la Urbanización Ciudad Jardín del Barrio de Loyola el nombre de Erreka Mari lo primero que preguntamos fué: ¿Ella está de acuerdo? 

Cartel

Cuando nos contestaron que sí, nos pusimos muy contentos, porque nos ha parecido  una de las noticias más  entrañables de nuestra vida titiritera. Vamos, un regalo para ella y para nosotros inesperado.

Enkarni Genua/Manolo Gómez de TXOTXONGILLO TALDEA