(Imagen de la Màquina gramòptica universal, de la cia. Marino e Miniri. Foto de Pablo Caracuel)
Los Festivales siempre son un motivo de alegría para quienes participan en él. Sin duda, una de las principales razones de que ello ocurra en Palma de Mallorca son los encuentros que el Festival propicia entre profesionales de estilos y tendencias muy diferentes entre sí.
Tal es lo que estamos viviendo día a día en el XXII Festival Internacional Teresetes de Mallorca. Este festival cuenta dentro de su programación con encuentros profesionales donde se crea un espacio de diálogo y debate sobre diferentes temas que competen al oficio del titiritero. Espacios que son indiscutiblemente necesarios, enriquecedores y dan la posibilidad a los creadores de reflexionar sobre sus procesos de creación.
Jornadas profesionales
Las jornadas profesionales de este año se iniciaron el día jueves 24 de septiembre, y no pudo empezar mejor, pues el tema central del primer encuentro fue La tradició en l’actualitat. Pulcinella al 2020.
¿Las técnicas tradicionales de los polichinelas europeos siguen vivas? ¿Quién las conserva? ¿Quién las innova y de qué manera? Fueron algunas de las preguntas que surgieron y que recogieron los titiriteros Irene Vecchia heredera de la técnica de guaratelle napolitano, Eudald Ferré y Sebastià Vergés, ambos titiriteros de Cataluña.
Después de concluir que, por fortuna, Pulcinella sigue vivo, que su recepción es positiva y también cada vez hay más interés entre los jóvenes titiriteros en aprender las distintas técnicas, nos fuimos a otra orilla del teatro de títeres: El live Cinema a l’escenari.
Para este encuentro contamos con la presencia de Karla Kratch, artista multidisciplinar, que procede de las artes visuales y Andrés Beladiez, dramaturgo y director teatral, cuya fusión creativa ha dado como resultados espectáculos donde la cámara anima aquello que está puesto en escena. Junto a ellos también se encontraban Sergio Camacho, profesor de LADAT (Unidad de Animación y Tecnología Audiovisuales de la Universidad de las Islas Baleares) y Jaume Carrió, profesor y realizador del CEF, (Centre d’Estudis Fotogràfics).
En este encuentro, pudimos hacernos preguntas sobre cómo las artes visuales entran dentro del espacio escénico para enriquecerlo. Cómo muchos espectáculos visuales son el resultado de lenguajes híbridos que conviven actualmente con otros más tradicionales en los festivales de títeres, o cómo la investigación de estos nuevos lenguajes expresivos empieza a dar resultados innovadores en escena.
Para finalizar el día, contamos nuevamente con Sebastià Vergés, heredero de la técnica tradicional del llamado Titella Català, fiel representante de la tercera generación de una familia de titiriteros catalanes. Su presencia forma parte de un homenaje a la compañía Titelles Sebastià Vergés, que este año cumple 110 años de vida artística.
Pudimos escuchar de viva voz la historia de esta compañía, cuya fundación se remonda al año 1910 y que ha llegado a nuestros días gracias a la perseverancia y al saber adaptarse a las circunstancias políticas y sociales (vean más sobre la compañía en Putxinel·li aquí).
El cierre de la jornada del jueves fue emotiva, pues Sebastià Vergés y Montse Albalate nos despidieron con el baile del Tururut, una de las rutinas fijas de los espectáculos del Titella Català, que tiene a Perico como personaje principal.
El día viernes 25 la apertura de las jornadas fue con un tema esencial para cualquier creador: La dramatúrgia en el teatre de teresetes. Para el debate contamos con la presencia de los miembros de la compañía francesa Teatro Jaleo, Alice Alban-Zapata y Arnaud Vidal, Olga Oliveira y Juvenal Salcedo de la Cia. Oliveira Salcedo de Cataluña, y Pablo Vergne de la Cia. La Canica de Madrid.
Hablar de dramaturgia en el teatro de títeres es sinónimo de proceso de creación. Cada compañía, e incluso cada espectáculo, recorren un camino para llegar al guión final. Escuchar las diferentes formas de encarar la dramaturgia de los espectáculos de títeres siempre es enriquecedor pues abre las puertas a palabras como investigación, azar, encuentro, juego, improvisación y diversión. Como elemento vivo, cada obra demanda a sus creadores una mirada abierta, receptiva y generosa para llegar a comunicar las historias que están detrás de una idea.
El encuentro de profesionales contó con la presentación de libro: Els titelles al País Valencià del historiador Jaume Lloret, editado por la Universidad de Alicante. La presentación estuvo a cargo del productor, actor y director Carles Benlliure de Xarop Teatre, de Castellón.
Este libro no sólo hace un recorrido histórico por las compañías valencianas, sino que ha documentado las diferentes técnicas del teatro de títeres desde sus orígenes hasta nuestros días.
Para cerrar los encuentros profesionales, representantes de diferentes festivales de teatro de títeres de España, pudieron compartir sus proyectos y sus líneas de programación. Es el caso de:
– Carles Benlliure – Festival de Teatre Clàssic de Peñíscola. País Valencià
– Carles Canyelles – Festival de Teatre de Titelles del Moianès. Catalunya
– Eudald Ferré – Guant. Festival de titelles de l’Alt Camp – Valls. Catalunya
– Juan Luís Clavijo – Feria Internacional del Títere de Sevilla. Andalucía
– Jordi Alomar – IF Barcelona. Biennal de Teatre i de Figures. Catalunya
– Rebeca Castro – Festival Portsxinella. País Valencià
Edén, de Jaleo Teatro
Entre las compañías que el público mallorquín ha podido disfrutar en este XXII Festival Internacional Teresetes tenemos a la compañía Teatro Jaleo de Toulouse, con su espectáculo Edén.
Instalados en la Plaça Major de Palma, su dispositivo escénico llama la atención de las personas que pasan, pues una especie de arena de teatro ambulante viste la plaza con su llamativa iluminación y sus paneles pintados. Invita a entrar, a participar dentro de este teatro de feria. Una vez dentro, los detalles escenográficos cautivan nuestra mirada. La música, la iluminación, la distribución del público en gradas y semicírculo del público facilitan entrar en el ambiente de cabaret que propone este espectáculo.
Edén es una búsqueda en la fusión de diferentes técnicas, cuya base dramática está en la representación de los siete pecados capitales. La compañía se sirve de la danza, de la máscara, del marotte, del títere de varilla e incluso del títere habitable para llevarnos por un recorrido cuyo único objetivo es mostrar cómo estos pecados han sido llevados a escena.
Cabe destacar de este montaje, la energía vital que desprende Alice Alban-Zapata, quien llena el escenario en sus solos de danza.
Màquina gramòptica universal, de Marino e Marini
Siguiendo con un estilo de teatro feriante, nos encontramos con la compañía mallorquina Marino e Marini que deleitan con sus voces y su gran sentido del humor en su espectáculo Màquina gramòptica universal.
Nos reciben dos clowns, uno representa el mayor y el otro el menor, interpretados por Adrià Martí y Jaume Catany. Personajes cuyo vestuario nos remite a otra época, tal vez a los años 20, y con un simpático acento italiano, encarnan a dos feriantes cuyo objetivo es dar a conocer su invento: la Máquina gramòptica universal.
El montaje nos sitúa como espectadores de una época pasada donde la tecnología estaba aún por descubrirse. En principio vemos un baúl, lleno de pequeños detalles, pero una vez que lo abren, este elemento se convierte en un pequeño escenario mágico, una pantalla, una especie de televisor de mesa, que es capaz de leer las páginas de cualquier libro.
En este escenario convergen personajes de tres dimensiones con escenas estilo fanzine que nos sorprenden por su sencillez y encanto. La obra nos invita a entrar en otro lenguaje, donde el absurdo y los juegos de palabras son los protagonistas. En ella el conflicto queda relegado, y quien protagoniza el ritmo de la narrativa es el viaje de aventura de un niño en busca de la nieve y su encuentro con otros personajes entrañables.
Los personajes principales de la historia son también presentados al público como parte de sus inventos: juguetes de cuerda, la forma más sencilla de un autómata. Posterior a su presentación en tres dimensiones, son introducidos en la máquina gramòptica donde mágicamente conviven con la perspectiva de dos dimensiones. Hay un diálogo constante entre los dos planos narrativos, lo que ocurre fuera de la máquina gramòptica y el viaje onírico del niño en busca de la nieve.
Se ha de destacar que este espectáculo está medido al milímetro como una pieza musical, sin perder la frescura de la interpelación. Los espectadores terminamos hechizados con el gran invento que nos ofrecen: una máquina de cuentos capaz de leer páginas de un libro y convertirlas en imágenes.
Marino e Marini después de su demostración no abandonan sus papeles de clowns, y continúan fascinando con su buen humor hasta que el público se retira de la sala.
La Caputxeta vermella i el follet ecologista, de Sebastià Vergés
Volvemos al exterior, al pati de La Misericordia, donde encontramos el teatrino de la compañía Sebastià Vergés, que entusiasmó a los más pequeños con su versión del clásico La Caputxeta vermella i el follet ecologista, un espectáculo de guante tradicional, donde aparece el señor Polichinela al inicio, encargado de avivar en el código de complicidad entre los niños y niñas y lo que ocurre en escena. La utilización de música popular en este espectáculo es un acierto que crea un ambiente festivo a su alrededor.
En escena vemos a personajes típicos de un pueblo, que de algún modo encarnan los arquetipos clásicos de los polichinelas tradicionales, en el papel de protagonistas de esta versión de La Caputxeta vermella. El público entra con facilidad en la historia y en pocos minutos forma parte de la narrativa, participando de forma activa y entregada en el espectáculo.
Aún queda festival y un gran manojo de espectáculos por disfrutar. A lo largo de los próximos días iremos ofreciendo nuestra mirada de los mismos.