Ander Letamendia, socio numerario de la Bascongada, entrega el nombramiento de socia numeraria de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, a Enkarni Genua.
El pasado 28 de Febrero de 2021, las puertas del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastian, ese que extiende su alfombra roja durante el Festival Internacional de Cine, en donde se celebra la Quincena Musical, y los Festivales de Jazz., se abrieron esas puertas digo, para recibir a dos titiriteros, Manolo Gómez y Enkarni Génua que en febrero de 1971 tuvieron la ocurrencia de ofrecer una funcion de títeres en la ikastola a la que acudía su hija en un euskera deficiente que habían empezado a aprender unos dos años antes. Franco vivía todavía, el idioma vasco fue perseguido y no existia ningún grupo de títeres que actuara en euskera para los niños y niñas. Pero aquel lejano día recibieron tal empujón que les trajo casi sin darse cuenta 50 años mas tarde a ese lugar.
En un teatro abarrotado (con los huecos que impone la pandemia) nos esperaban muchos adultos, y niños, muchos de los cuales no habían tenido la oportunidad de conocer ese fastuoso teatro y entraron en él maravillados, de puntillas.
También amigos, personas del arte y de la cultura, el Responsable de la Programacion de Teatro y Danza de la Ciudad, Norka Chiapuso, la Alcaldesa de Tolosa, Olatz Peon, Idoya Otegui, Directora de TOPIC, el Alcalde de San Sebastian, Eneko Goia y Luis Elicegui, Presidente de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, quien iba a nombrar a Enkarni Socio Numerario de la Asociación.
Y allá entramos nosotros, emocionados, asombrados y agradecidos y con un orgullo que nunca nos ha abandonado en estos largos años. El orgullo de ser títiriteros. Y nos acordamos de todos nuestros compañeros que luchan, sobre todo en estos difíciles momentos, para salir adelante. Y para reafirmar que nuestra profesión NO es la hermana menor del teatro sino la hermana que posee un instrumento superior a todos los atrezzos: los títeres.
Y después de contar, una vez mas, nuestro cuento estrella, Erreka Mari, recordé una anécdota que os la ofrezco porque tal vez os sea necesaria. Un dia, acabada una función, subió una pareja al escenario cuando las luces se habían apagado e íbamos introduciendo en la maleta todo el material. ¡¡¡¡»Pero si son 4 trapos»!!!!, le comentó esa persona a la otra. Me acerqué y les dije con la mejor de mis sonrisas. Si señora, son 4 trapos pero cada uno colocado en su sitio. Algo parecido -añadí- a lo que le pasaba a Beethoven, que solo tenía 7 notas pero recuerde cómo las hizo sonar.
Y me quedé asombrada de mi osadía.
Os deseo que esos humildes 4 trapos, y en ocasiones esos pobres materiales que utilizamos los titiriteros, añadidos a mucho trabajo y mucho amor, os hagan crear esos cuentos maravillosos con los que las niñas y niños sigan soñando.
Enkarni Genua y Manolo Gómez
