Toca hablar hoy de la impresionante ceremonia de inauguración que ha tenido lugar en el Parque del llamado International Intangible Cultural Heritage, un inmenso espacio de ocio en el que los habitantes de Chengdu suelen pasearse los domingos y donde se levantan varios edificios impactantes para exposiciones, mercadillos de artesanía, puestos ambulantes de venta de bebidas, y donde provisionalmente se exhiben parte de las piezas que conformarán el nuevo Museo de Marionetas de la ciudad, aún en construcción.

Mesas

Y si la he llamado «impresionante» no es por quedar bien sino porque realmente así lo fue para todos los espectadores que llenábamos la inmensa plaza que hay en el centro de la zona edificada del Parque. Flanqueados por una asistencia local que bien podría calcularse en varios miles de personas (cinco mil, según me dijeron después, a los cuales habría que añadir otras cincuenta mil que llenaron el parque durante toda la jornada), los invitados del Congreso de Unima y del Festival Mundial ocupamos unas filas de asientos elegantes con tapicería, mientras frente a nosotros se sentaban, en asientos todavía más lujosos y frente a largas mesas decoradas en las que había bebidas, ceniceros, lápices y papeles, los miembros del Consejo Ejecutivo de la Unima, con su Presidente y Secretario General en el centro, así como las autoridades locales tanto de la Unima China, de Chengdu, como los políticos de la ciudad y el responsable cultural de toda la región de Sichuan.

animales en escena

Y frente a esta parada rodeada de una nube de televisiones y fotógrafos armados de cámaras a cuál más grande y vistosa, se alzaba un escenario gigantesco, con un fondo alto y unos laterales que eran a su vez pantallas enormes para proyección de video. Columnas altisimas de altavoces que aseguraban un nivel más bien sobrado de decibelios hacían guardia obedientes a las decisiones de los técnicos de sonido, que no paraban de lanzar músicas y pequeñas soflamas de avisos en chino.

Fiesta

Primero hubo los discursos, uno a uno, subidos los oradores en el escenario siempre acompañados de preciosas azafatas de bellos cuerpos con vestidos ceñidos de doble escote de pierna, elegantes, paso recio y pudorosamente seductoras. Los discursos fueron cortos según un protocolo inteligente y muy estudiado (siempre en chino y en inglés), y rápidamente se pasó a la acción. El escenario se vació de micrófonos, flores y objetos representativos, y una música tronante de las llamadas de «película» sonó con ritmos de rok olímpico, acompañada de un cuerpo de bailarines muy dotados y movedizos, con una esmerada coreografía que transmitía más que nada fuerza, vitalidad, espíritu moderno en el sentido anglosajón del término, y una disciplina alegre y juvenil. El ambiente casi discotequero de la música fue súbitamente substtituído por un sonido ya completamente tradicional chino que acompañaba una acción de bailarines con cintas, pañuelos y paraguas que lograron un ambiente poético y campestre, para dar paso a la entrada de un cuerpo extraordinario de manipuladores-bailarines con marionetas de animales, de entre los que destacó como principal el oso panda, la especie local que se utiliza para simbolizar la ciudad y la región entera. Fue un «cescendo» continuo y magnificiente de animalidad titiritera que ocupó todo el escenario, con un alarde extraordinarion de movimientos, coreografías y gran colorido, con multitud de osos pandas corriendo por todas partes. También participó el Rey Mono, con sus magníficas plumas desplegadas muy bien manipuladas por el titiritero encargado del mismo. Todo ello acompañado con imágenes de colores y paisajes deslumbrantes que se proyectaban en las pantallas del fondo y laterales.

Fiesta

Hubo un juego visual particularmente interesante, claro homenaje a la Unima y a sus representantes, en la que se combinaban los logos del Festival Mundial, una mariposa, con la estilizada marioneta del de Unima,

Tras la escena de los animales, se nos regaló con otra llena de sutilezas y acompañada de una música cargada de gracia poética, que otro cuerpo de bailarines materializó con elementos florales y mariposas.

Fiesta

Tras esta larga exhibición que fue saludada con calurosos aplausos, empezaron a salir los grupos de artistas que participan en el Festival, los cuales representaron cada uno pequeños esqueches y bailes al ritmo de la música que sonaba. Pronto el escenario volvió a llenarse pero ahora de una emocionante variedad de figuras, máscaras y disfraces de todas las dimensiones, épocas y estilos, y que constituyó uno de los momentos más emocionantes de la mañana: marionetas y siluetas gigantes, de varilla, de guante y de hilo llenaron de vida, colorido y agitación titiritera el escenario, que desbordó literalmente de ella, derramándose por la propia plaza hasta llegar a las primera filas de los invitados especiales: espectaculares lanzadores de fuego (humanos y títeres), largos dragones chinos magníficamente manipulados por equipos de unos diez manipuladores, máscaras de dioses hindús, y muñecos que caminaban con grandes zancadas.

Esta parte de la ceremonia, sin duda la más larga, hermosa y lograda de la fiesta, culminó con todo el escenario ocupado por los distintos participantes, que todavía siguieron desarrollando vistosas coreografías entremedio de los grupos locales y extranjeros de marionetas del mundo entero. Fue una apoteosis titiritera que levantó al público de sus asientos y acabó con un encuentro físico entre los dos lados, pues cuando la música cesó, ya todos los espectadores estaban al borde del escenario, contemplando de cerca a los distintos títeres que seguían mostrando sus habilidades y detalle variopintos. Unos carteles llevados per jóvenes azafatas indicaban el país de pertenencia de cada grupo. Los había de Egipto, la India, Japón, Corea, Australia, Rusia, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Vietnam, Irán, Mongolia, España, y otros muchos países, más un sinfín de titiriteros llegados de todos los confines del mundo chino, desde Honkong y Taiwán hasta las más destacadas provincias del marionetismo autóctono (Pekín, Fujian, Shangay…). Por cierto, muy vistoso y satisfecho se veía al grupo de los de Egipto, sin duda contentísimos de haberse sacado la dictadura de encima y haber celebrado elecciones democráticas hace unos días.

Exposición

Pieza del Museo de Marionetas de Chengdu

La representación en su conjunto tuvo dimensiones que supieron combinar lo colosal con el detalle, y puede decirse que su magnificencia fue tal, que uno creía estar viendo la ceremonia de abertura de unos juegos olímpicos de la marioneta. Lo comentaba luego con algunos representantes del mundo latino e hispanoparlante, coincidiendo todos en lo difícil por no decir imposible de organizar algo así en nuestros países. Sobretodo por la atomización del mundo tititiritero en general. Pero lo resumió muy bien Miguel Arretxe, quién dijo muy acertadamente que en cada sitio, su estilo propio, y que no hay que comparar los países y las culturas cuando son tan diferentes en tantos aspectos.

Lo que si quedó claro es el deseo chino de mostrar a los visitantes una fuerza que se sustenta en lo colectivo, cuando éste responde a una organización logística basada en la disciplina y en el orden jerárquico. Y aunque la realidad a veces supera las previsiones -como el fenomenal atasco que se formó alrededor del Parque y que convirtió nuestra segunda ida por la tarde en inacabable, o la descomunal polución que cubre la ciudad entera como una nube gris que no deja traspasar los rayos del sol-, puede decirse que en general el éxito más rotundo fue el resultado final del evento.

Exposición

Cabezas con plumas, del Museo de Chengdu

Tras los espectáculos, recorrimos las salas donde estaban expuestas algunas muestras del fondo de títeres y siluetas para el teatro de sombras del fabuloso museo de Chengdu, ahora en remodelación. Piezas extraordinarias seleccionadas por Erica Luo, investigadora miembro del Museo de Chengdu y responsable de la exposición.

Retablo Shan

Retablo de Hiang Wu-Shan

Por la tarde volvimos al Parque para ver algunos espectáculos. La verdad es que sólo pude asistir a uno, pero valió la pena, pues tuve la suerte de asistir a una representación de Huan Wu-shan, de la compañía Shan de Taiwán, un magnífico manipulador de títeres de guante solista que actuó acompañado de tres músicos en directo.  Fue una delicia asistir a la misma. Wu-shan mostró una técnica impecable de manipulación de un refinamiento pocas veces visto. Se le nota un profundo conocimiento del oficio, a pesar de su juventud, con varios números de puro virtuosismo manipulador que bordó con elegancia y precisión extremas. Una definición exacta de los personajes, un juego magnífico del personaje cómico que se duerme en una silla, y luego una hilarante batalla entre dos guerreros armados de espada uno y de lanza el otro, con un control inaudito de los muñecos y de las rutinas de lucha. El público, niños y mayores, respondió entusiasmado, participando en las escenas titiriteras de más puro estilo universal, y luego con merecidísimos aplausos.

Banquete

Banquete

Por la noche, se celebró en el Jinjiang Hotel el esperado Banquete Inaugural, con más discursos y con los participantes del Congreso de Unima ocupando grandes mesas redondas. Noche de fulgor gastronómico, de brindis constantes entre las mesas, y de charla y convivencia. Momentos fundamentales en este tipo de encuentros, que sirven más que nada para eso: incentivar el conocimiento y el intercambio entre los presentres