(Imagen de Cenicienta. Foto Ura Iturralde)

Se inició el sábado 23 de noviembre la 42ª edición del Titirijai 2024, el Festival Internacional de Marionetas de Tolosa que organiza el TOPIC, con dirección de Estitxu Zaldua y Juanjo Herrero. Desde Titeresante haremos un seguimiento de las actividades y los espectáculos que este cronista ha podido ver.

En este primer artículo hablaremos de la presentación de tres libros: TITIRITARI de Malen Amenabar & Miren Amuriza; y Los secretos del titiritero y La extraordinaria vida de Polichinela, de Paco Paricio.  Del Hermanamiento que se realizó entre las tres casas titiriteras La Puntual, de Barcelona, La Casas de los Títeres, de Abizanda (Huesca) y el TOPIC de Tolosa. Y, para acabar, del espectáculo de la compañía de Italia Zaches Teatro Cenicienta.

Tres libros titiriteros

Fue la tarde del lunes 25 de noviembre cuando se presentaron los tres libros antes citados: TITIRITARI de Malen Amenabar & Miren Amuriza; y Los secretos del titiritero y La extraordinaria vida de Polichinela, de Paco Paricio. Tres libros que reúnen unas particularidades especiales: no solo girar alrededor de la temática titiritera, sino también unas esmeradas ediciones que casi podemos decir que, por su calidad, nos encontramos ante tres ‘libros objeto’, en los sentidos más positivos de la expresión.

Los tres libros. Foto Ura Iturralde

TITIRITARI de Malen Amenabar & Miren Amuriza

Por parte de Titiritari, asistieron las dos autoras, Malen Amenabar & Miren Amuriza, junto a Miren Larrea, de la cía. Anita Maravillas, corresponsable de la edición en colaboración con la distribuidora Portal 71.

Juanjo Herrero,en la presentación de los libros. Foto Ura Iturralde

Un libro que es una verdadera delicia. Sus dos autoras, Miren Amuriza del texto y Malen Amenabar de las ilustraciones, han entrado de lleno en el meollo de la práctica titiritera, tal como nos lo indican algunas frases simples que aparecen como de refilón en las páginas del libro, por ejemplo: ‘la primera acción de un títere es hacer creer al público que está vivo’ o ‘Porque un títere no es títere hasta que se le da vida’.

Una de las autoras de Titiritari. Foto Ura Iturralde

Dicho en otras palabras, se indica que la principal característica de los títeres que es la de ser objetos inertes con vida, es decir, estar ‘vivos y muertos a la vez’. Esto les permite adentrarse en los múltiples imaginarios de la marioneta y del teatro, con unos deliciosos collages, en el caso de las ilustraciones, que muestran como leitmotiv a un personaje doble: con forma humana y concha de caracol. Un indicio de que nos encontramos en los terrenos de la ambigüedad y de la fábula. Los juegos con las dimensiones de los objetos representados también nos muestran esta libertad creadora de la marioneta, capaz de hacer posible lo imposible.

Momento de la presentación. Foto Ura Iturralde

En cuanto a la intervención de Miren Larrea, de Anita Maravillas, brilló como siempre suele hacerlo esta gran actriz titiritera, que se ha significado ya, junto con Valentina Raposo, como uno de los grandes valores del momento titiritero en Euskadi.

Los secretos del titiritero y La extraordinaria vida de Polichinela, de Paco Paricio

Para esta doble presentación, estuvieron presentes en el ambigú del TOPIC Paco Paricio, autor de los dos libros, y Pilar Amorós, su compañera de vida y cofundadora de la compañía Los Titiriteros de Binéfar.

Paco Paricio y Pilar Amorós. Foto Ura Iturralde

Dijo Esteban Villarrocha Ardisa del primero de estos dos libros:

‘En el caso de Paco Paricio la pregunta es: ¿Quién manipula a quién? ¿Es él quien mueve los muñecos o son estos los que le mueven a él para construir toda una cosmogonía en torno al oficio que practica con tanta pasión y generosidad?

Durante este tiempo de actividad profesional, ya largo tiempo, ha construido una cosmogonía entendida esta como una teoría sobre el origen y evolución del oficio. Paco Paricio, al frente de Titiriteros de Binéfar y de la Casa de los títeres de Abizanda en el Pirineo oscense, junto a su partner Pilar Amorós, no descansa en este quehacer titiritero que marca su devenir personal y profesional. ¿Quién manipula a quién?’

Momento de la presentación. Foto Ura Iturrade

Y es que nos encontramos ante un autor que para escribir sus libros bebe directamente del profundo pozo de lo que define su gran labor teatral: el insondable caudal del oficio que su figura encarna.

Paco lleva ya tiempo llenando pequeñas fichas donde sintetiza lo que va observando sobre su propia práctica titiritera, es decir, profesando el sano ejercicio de la autoobservación. A las múltiples gotas de esta honesta destilación, el autor las llama ‘artimañas’, palabra titiritera al cien por cien, como es propio de alguien que a la honestidad del maestro suma la humildad de quien siempre está aprendiendo. Pues no otra cosa es destilar lo que uno sabe sobre una cosa, que aprenderlo de verdad, grabándolo con letras e imágenes para fijar un saber y transmitirlo a otros que quieran y sepan aprovecharlo.

Una de las páginas del libro. Foto Ura Iturralde

Este es un libro que va al grano, que no se pierde en paráfrasis, exégesis y considerandos, sino que aplica al pie de la letra una de las máximas de la práctica titiritera: la síntesis. El que quiera aprovecharlo, lo tendrá fácil, pues los textos son concisas definiciones de las acciones a ejecutar, acompañadas siempre por sucintas imágenes, dibujos del mismo autor, donde se muestra con claridad el proceder de las artimañas.

Paco Paricio mostrando uno de sus secretos. Foto Ura Iturralde

En cuanto a La extraordinaria vida de Polichinela, Paco Paricio logra explicarnos de un modo sencillo, claro y directo, y sirviéndose solo de unas maravillosas ilustraciones históricas más algunas frases que acompañan cada imagen, todo lo que hay que saber sobre la figura de Polichinela, desde que nació de un huevo en Nápoles, puesto no se sabe muy bien por quién, aunque se dice que posiblemente lo ha puesto él mismo, para perpetuarse como lo hacen los dioses. Un logro el de Paco Paricio muy difícil de conseguir, y que ha requerido todo el acervo de su larga práctica teatral y de su convivencia simbólica y real con el personaje de la máscara napolitana.

Un verdadero lujo de libros para los titiriteros.

Hermanamiento de tres casas titiriteras

El miércoles 27, a las 18:30, en el Ambigú del TOPIC, se celebró la ceremonia de hermanamiento entre tres casas titiriteras: el TOPIC de Tolosa, el Teatro La Puntual de Barcelona, y La Casa de los Títeres de Abizanda, en Huesca.

Los hermanados. De izquierda a derecha, Paco Paricio, Pilar Amorós, Estitxu Zaldua, Juanjo Herrero y Eugenio Navarro. Foto Ura Iturralde

El acto se hizo mediante un contrato, con privilegios y compromisos, derechos y deberes, es decir, con responsabilidades asumidas por las tres partes. Hay que aclarar que el contrato no es ni mercantil ni está sometido al imperio de la ley ni del capital, sino que ‘salta hacia el futuro de la convivencia desde la diferencia’, tal como se dijo en el encuentro. Las tres partes firmaron el acuerdo con la solemnidad libertaria que requieren estos actos: Pilar Amorós y Paco Paricio, por la Casa de Abizanda, Eugenio Navarro por el Teatro de Barcelona (pues Néstor Navarro, el otro director de La Puntual, no pudo estar en Tolosa) y Juanjo Herrero y Estitxu Zaldua por el TOPIC de Tolosa. Ejerció de Notario Titiritero Toni Rumbau y firmó como testigo del acto la expresidenta del TOPIC, Idoya Otegui.  

Idoya Otegui, acompañada por el alcalde de Tolosa, Andu Martínez de Rituerto Arregi, en medio de los Hermanados. Foto Ura Iturralde

He aquí las 10 cláusulas del contrato:

1- las tres partes se reconocen libres y soberanas, y el acuerdo deberá respetar las singularidades propias de cada parte

2- el escenario de una parte será también el escenario de las otras partes

3- las tres partes se comprometen a intercambiar, unir y combinar información y espectáculos, sin que jamás haya una obligación estricta ni compromiso alguno en programar a la contraparte ni a otras compañías ajenas

Pilar Amorós bebe del porrón. Foto Ura Iturralde

4- las tres partes se declaran teatros, pero también casas titiriteras, de modo que la hospitalidad en el escenario se asociará a la de la mesa, el relajo y el alojamiento, siempre que ello sea posible

5- el porrón es la imagen símbolo que bendice y unifica este acuerdo, comprometiéndose las tres partes a tener siempre el porrón a disposición de las otras partes y de las contrapartes visitantes

6- este acuerdo puede finiquitarse cuando una parte lo considere oportuno. El respeto a la diferencia y a la libertad será siempre el principio básico, sea bendecido o no por el porrón

Idoya Otegui bebe del porrón. Foto Ura Iturralde

7- las diferencias en las cláusulas del contrato, en el caso de que las hubiere, se resolverán alrededor de un porrón en una mesa presidida por el notario titiritero que preside el Hermanamiento y por la testigo firmante, previa solicitud de las tres partes

Eugenio Navarro. Foto Ura Iturralde

8- las tres partes abren sus casas-teatro a cuantos titiriteros se hallen de paso recorriendo las tierras ibéricas, previo acuerdo privado y mancomunado entre ellos

9- este acuerdo está abierto a futuros hermanamientos con otras casas-teatro de la Península y del mundo entero

10- los protocolos de hermanamiento, cuyos principios se establecen en este contrato, no deberán ser entendidos como circuitos o redes oficiales de ningún tipo, sino que responderán a la filosofía que marca el principio fundamental que las tres partes contratantes aprueban: ‘La Libertad’ y la diferencia unen’, siempre con el beneplácito titiritero de las leyes establecidas por el presente acuerdo de Hermanamiento entre La Puntual, la Casa de los Títeres de Abizanda y el TOPIC de Tolosa.

Los Hermanados más el Notario y Testigo. Foto Ura Iturralde

Y para celebrarlo, y mientras se iban firmando los papeles, los directores del TOPIC, Estutxu Zaldua y Juanjo Herrero, sacaron un porrón de sus almacenes que llenaron de buen cava del país, para que el acto cumpliera con todos los requisitos exigidos por el contrato. Un porrón del que bebieron todos los presentes, incluidos los numerosos titiriteros y amigos presentes en el ambigú.

Cenicienta, de Zaches Teatro

Por la noche, en el teatro del TOPIC, pudimos ver la obra de Zaches Teatro, de Florencia, titulada Cenicienta, obra que ya estuvo presente el año anterior en el Teatro Leidor y que, en esta edición 2024 del Festival, se presentó en el escenario del TOPIC. Un espacio que redundó positivamente en beneficio de la obra, al permitir una mayor cercanía y visibilidad de los detalles de una puesta en escena que tiene momentos de necesaria oscuridad.

Foto Ura Iturralde

Y hay que decir que Cenicienta conquistó al público que acudió aquella noche al Titirijai, con la magistral actuación de sus tres intérpretes, Gianluca Gabriele, Amalia Ruocco y Enrica Zampetti, bajo la dirección de Luana Gramegna.

Nos encontramos ante la tercera obra de la Trilogía de la Fábula, que Zaches Teatro ha producido: Pinocho (2015), La Caperucita Roja (2018) y La Cenicienta (2021). La segunda la pudimos ver a dos días más tarde, también en el escenario del TOPIC, de la que hablaremos en una próxima crónica.

Se ha adentrado Luana Gramegna a los orígenes de la fábula, buscando las raíces de unos cuentos que, como suele ser habitual, hablan de temas más profundos de lo que parece. De ahí este tono oscuro propio de las ‘brumas lejanas’ de un pasado arquetípico, de cuando se asentaron en nuestro mundo muchos de los mitos aún vigentes en nuestra vida cotidiana. Atraviesa Zaches estas nieblas desde la más respetuosa fidelidad a los personajes y al ambiente de la fábula, una oscuridad que permite exagerar los trazos más grotescos y despiadados del cuento. Pero lo bueno es que la propuesta no acata los tópicos, sino que se distancia de sus miserias, para escapar finalmente del determinismo de los arquetipos: sin sucumbir a la bajeza autoritaria de la madrastra y de las hermanas, y sin dejarse embaucar por los oropeles dorados del Príncipe y las riquezas de Palacio. ¿Es eso posible?

Foto Ura Iturralde

Tres cuervos presiden este descenso a las penumbras de un pasado mítico, cuyas voces y perfiles negros marcan gran parte de la obra. Son por un lado las energías oscuras que animan a la marioneta Cenicienta, y son también las tres voces de los cuervos que observan de lejos y de cerca a la pobre niña esclavizada por las hermanas y la madrastra.

Consigue se este modo la directora concentrar la acción y la dispersión de la clásica historia, en unos roles y unos movimientos que están marcados por el color negro, las cenizas y la oscuridad, más el mal augurio que asociamos a los cuervos, aunque aquí tienen una función claramente liberadora. Son una especie de reencarnación de las clásicas tres brujas cuya misión es ayudar a la niña a escapar de su niñez y alcanzar la liberación que le permite sentirse mujer libre capaz de moverse por sí misma, obviando su antigua condición de títere necesitado de manos y directrices ajenas a ella.

Foto Ura Iturralde

Las dos escenas finales en las que vemos el resultado de esta extraordinaria metamorfosis son realmente antológicas, un hallazgo dramatúrgico de la directora que ha sabido explicar su versión del cuento sin necesidad de utilizar palabra alguna.

El público estalló en entusiastas aplausos al acabar la función.