Titeresante, primer año

Titeresante cumple un año. Uno de los retos, si no el principal, se ha cumplido: llegar a los doce meses sin desfallecer en el empeño. Pero además de conseguirlo, creemos que también podemos darnos por satisfechos. Sin caer en infantiles grandilocuencias pero sin pecar de falsa modestia, en estos doce meses se han publicado entre los tres portales unos 500 artículos, lo que significa una media de 1,37 artículos al día, centralizados en nuestra página de Facebook. Titeresante, pensada para lectores de España e Hispanoamérica, ha sido la más activa junto a su hermana de Cataluña, y aunque abarcar un territorio tan grande con los medios de que disponemos es difícil, creemos haber iniciado un camino en el que entre reflexión y testimonio de actualidad se vislumbra la realidad titiritera de hoy día. Un camino que, por supuesto, no tiene sentido si no es por su propio recorrido.

Siluetas expuestas en el Museo de Teatro de Sombras y marionetas de Chengdu, China.

El segundo objetivo de Titeresante, además de la duración, ha sido mantener el principio de las dos velocidades. Es decir, una política editorial de doble intensidad: textos de contenido más ligero, relacionados con noticias sobre el teatro de marionetas (cursos, estrenos, exposiciones, giras…), y artículos de los que requieren horas y hasta meses de trabajo y elaboración (entrevistas, reportajes, comentarios y análisis de espectáculos, crónicas de festivales, artículos de historia, de reflexión, de sociología de la marioneta, procesos de creación…). Consideramos que esta voluntad de convertir los tres portales en una estación que sea a la vez de Cercanías y de Largo Recorrido, se ha cumplido con creces, con un promedio incluso superior de los reportajes y la reflexión. Era una de nuestras máximas preocupaciones y el lector deberá decir finalmente si lo hemos logrado o no, claro. Primar la calidad, pues, y convertir Titeresante en un lugar de encuentro pero, sobre todo, de conocimiento y divulgación.

Manos de Penny Francis en un espectáculo de Misha Twirchin presentado en el FIMFA de Lisboa.

Un tercer objetivo de Titeresante ha sido disponer de un medio de comunicación propio, autónomo y abierto a la pluralidad de la profesión, capaz de responder con opiniones, críticas y reflexiones a los acontecimientos del mundo, relacionados con los títeres, por supuesto (estrenos, espectáculos, exposiciones, revistas, festivales, libros, conferencias, seminarios…), pero no exclusivamente. Nuestro mundo en estado de cambio y ebullición requiere de perspectivas críticas sectoriales, que miren la realidad desde ópticas particulares. Dejar en manos de los grandes conglomerados y monopolios mediáticos la opinión es muy peligroso. Cada uno desde su parcela de vida tiene el derecho y la obligación de responsabilizarse de lo que ocurre en el mundo. Para nosotros, la perspectiva titiritera no es en absoluto baladí, exótica ni nada marginal. Muy al contrario, el actual teatro de marionetas, entendido en su acepción más amplia –lo que los alemanes llaman Figurentheater, o sea, teatro de figuras–, se encuentra en el meollo del pensamiento más radicalmente contemporáneo. Los temas del desdoblamiento y de las proyecciones, el mundo de los objetos, la creación de vida e inteligencia artificial, la robótica, la creatividad artesanal, todos estos temas tienen que ver con el universo de las marionetas. De ahí que la “perspectiva titiritera” sea hoy “correcta y adecuada” para tomarla como posición de partida y de análisis. Ésta es nuestra postura y a ella nos remitimos a la hora de proponer Titeresante como un foro para la discusión, la elaboración de nuevas ideas y la reflexión crítica.

Paco Paricio, de Los Titiriteros de Binéfar, en el Titirijai de Tolosa 2012.

El cuarto  objetivo ha sido económico: sostenerse. Aquí no podemos cantar tantas aleluyas, aunque sí valorar lo conseguido, que no es poco. Tres líneas son los ejes estratégicos de nuestra sostenibilidad: 1. Miembros Asociados, 2. Patrocinadores y 3. Subvenciones.

Poética del mueble. ‘Frágil’, puesta en escena de Agnès Limbos. Recogido por Shaday Larios.

Cabe decir que en el primer apartado se ha llegado bastante lejos aunque siempre será poco. Pero conseguir en un primer año 43 Miembros Asociados (25 de Cataluña, 13 del resto de España y 5 internacionales) es todo un éxito. Significa que muchos titiriteros, compañías, instituciones y otros interesados en los títeres nos han dado su confianza, han valorado el esfuerzo y han optado por apoyar nuestra línea de trabajo (con sus 30 euros anuales de aportación). Somos conscientes de que no siempre habremos satisfecho las expectativas de todos, pero aquí estamos para recibir críticas, sugerencias y cumplir poco a poco con los compromisos adquiridos.

Kasperl del Figurentheater de Lübeck, Alemania.

En el segundo apartado, contamos con extraordinarios Patrocinadores que han apostado por nosotros. Son instituciones, museos, festivales, centros de marionetas. Ellos han comprendido que disponer de un medio de comunicación propio es hoy en día una prioridad del sector. Nos quejamos de que los periódicos ya no destinan espacio al teatro y menos aún a los títeres. Una realidad innegable que sólo tiene una solución: agarrar al toro por los cuernos y disponer de medios propios para suplir estas carencias. Es algo obvio que nuestros patrocinadores han compartido totalmente. Son los siguientes: el TOPIC de Tolosa, el Museu da Marioneta de Lisboa, el Museo de las Artes Escénicas del Institut del Teatre de Barcelona, el Festival TOT Titelles del Poble Espanyol de Barcelona, el museo aún en ciernes del Centre de Titelles de Lleida, el Festival Festitíteres de Alicante, y UNIMA Internacional por partida doble: el secretariado general para cubrir acontecimientos importantes (por ejemplo, el Congreso de Chengdu) y el portal Periscopio, abierto por Ángel Casado. También debemos mencionar aquí el Institut Ramon Llull, que ha sufragado importantes viajes de redactores de la revista para eventos de significación internacional, como el Congreso ya mencionado de Chengdu, o el Festival de Avignon.

Marioneta de Mariona Masgrau. Exposición en el TOPIC de Tolosa.

En el tercer apartado, el de las Subvenciones, debemos reconocer que hemos fracasado. No porque nos las hayan negado, sino porque ni siquiera hemos tenido tiempo de pedirlas. Y no por falta de ganas o de necesidad, pero tanto ha sido el trabajo de redacción, que nos hemos visto superados en estas faenas tan importantes del asentamiento económico a través de las ayudas institucionales. Claro que tampoco la huerta está para demasiadas alegrías, dada la situación económica del país. Más bien todo lo contrario. Pero no por ello vamos a rendirnos antes de hora. El mundo es muy grande y nunca hubo tanto dinero corriendo por ahí (eso sí, jamás tan mal repartido). Y a pesar de que ser cautos y realistas es lo mejor, no por ello vamos a dejar de ser optimistas.

Títeres de Ségou, Mali. Museu da Marioneta de Lisboa.

Hemos llegado pues al año. Un año que no ha pasado volando sino que ha necesitado muchas horas de vuelo, de estar en la sala de máquinas, de urdir viajes, encuentros y complicidades, y de ponernos al día en los temas esenciales que conciernen hoy a la temática titiritera. Y una de las alegrías ha sido contar con colaboradores de gran categoría y de países bien alejados entre sí. Nos referimos a personas como Erica Luo (Chengdu, China), Gary Friedman (Australia), Valmor Nini Beltrame (Brasil), Tito Lorefice (Argentina), Mauricio Kartun (Argentina), Sebastián Verea (Argentina), Ana Alvarado (Argentina), Shaday Larios (México), Darja de Caluwe (Países Bajos), Lilo Skaarup (Copenhague), Katrina Andrianov (Finlandia), Filip Auchère (Lyon, Francia), Adolfo Ayuso (Zaragoza, España), Paco Cornejo (Sevilla, España), Yanisbel Martínez (Granada, España), Damià Barbany (Barcelona), Rubén Darío Salazar (Matanzas, Cuba), Claudio Hochman (Lisboa, Portugal)… Asimismo, damos un gran valor a las colaboraciones de algunos socios de la revista, que hemos publicado en la sección de Opinión para dar voz directa a las cuestiones que la profesión se plantea a menudo: Fernando Gómez, Carles Cañellas, Jordi Bertrán, Miquel Gallardo, Pep Gómez… En total, un elenco de colaboradores de lujo que esperamos continúe apostando por nosotros.

Primera marioneta del señor Harry V. Tozer. MAE del Institut del Teatre de Barcelona.
Foto de Jesús Atienza, realizada durante el reportaje La Revolta dels Titelles.

Una mención especial debemos hacer al fotógrafo Jesús Atienza, que se ha tomado su colaboración con la revista como un asunto personal y profesional a la vez. Gracias a él, el tratamiento gráfico ha alcanzado unos niveles de calidad altísimos, con reportajes que constituyen todo un lujo para los afortunados que han recibido la visita de su cámara. Un ojo, el suyo, que no pierde detalle y al que no se le escapa el mejor ángulo.

Imagen de la exposición de Etcétera en Granada. Figuras del Retablo de Maese pedro.

También merece una mención especial Rebecca Simpson, nuestra traductora al inglés que ha trabajado sin descanso desde el primer día y que ha intentado que al menos en los artículos que pasan por sus manos hayamos mantenido una alta dignidad en el inglés utilizado. Por desgracia no han sido todos, los artículos traducidos o corregidos por ella, siendo este apartado uno de los que más nos preocupan y al que intentaremos poner pronto remedio.

Títere móbil del mexicano Iker Vicente.

El apoyo de nuestro Consejo de Redacción, compuesto por Víctor Molina, Adolfo Ayuso, Jesús Atienza y Maryse Badiou, ha sido constante y especialmente importante para nuestra labor. Su apoyo sincero y animoso es muy de agradecer. Del mismo modo queremos agradecer el apoyo moral que siempre nos han prestado Jacques Trudeau y Dadi Pudumjee, Secretario general y Presidente de UNIMA respectivamente; Idoya Otegui, Presidenta de UNIMA España, y la nueva junta de UNIMA Cataluña, presidida por Xesco Quadras. Mantener una relación constante e íntimamente colaboradora con UNIMA es no sólo un deseo sino una obligación que nos hemos planteado desde el primer momento. En este sentido, nos sentimos muy orgullosos de haber colaborado modestamente desde nuestra revista a la puesta en marcha de la delegación catalana.

Escena de «Hambre Come», de Belén Rubira. Foto de Jesús Atienza.

Faltaría aquí mencionar a nuestro equipo informático, cuyo capitán, Iván Fernández, ha sido uno más en el equipo, soportando nuestras ignorancias y nuestras prisas, batallando para conseguir que todo funcione lo mejor posible y haciéndose cómplice del proyecto. Una pieza fundamental que sustenta toda la arquitectura de este edificio de tres patas que es Titeresante.

Eugenio Navarro actuando en África con Rutinas.

El número actual de visitas diarias es de una media de 500, lo que significan 15.000 visitas mensuales. Cantidades que a tan sólo un año de existencia, son bastante aceptables. Respecto a las páginas vistas, aquí los números se disparan: la media actual diaria es de unas 3.300 páginas, lo que sube a una media al mes de 99.000. Para nosotros, eso significa que los contenidos publicados realmente despiertan el interés del lector, que por lo menos curiosea en 6 páginas interiores en cada visita. Son cifras todavía provisionales que necesitan para consolidarse el rodaje de los años, un par al menos, pero que indican un claro progreso y consolidación del proyecto. Como sucede con los portales de Internet, a más material publicado y a más enlaces con la red, más se expande su esfera de conocimiento. En este sentido, el hecho de que sean tres portales distintos multiplica la reflexión de sus contenidos, al funcionar los tres sitios como espejos interconectados entre sí y enfocando hacia diferentes ángulos.

Mina Ledergerber.

Quedaría por ver y analizar quiénes son nuestros lectores y visitantes. Igualmente, incumbe a la revista promover el intercambio y la conexión con Miembros Asociados, visitantes y posibles interesados. Potenciar la Newsletter será una de las prioridades, y luchar por dotarnos de una estructura orgánica más sólida, el objetivo principal a conseguir.

No escondemos las carencias aunque tampoco nos regodeamos en las miserias y menos aún en las quejas, pues nuestra intención es sana y esencialmente optimista de cara al futuro. Por otra parte, estamos seguros de que nuestros lectores sabrán apreciar esta voluntad de transparencia de nuestros procesos e intenciones, así como la actitud positiva respecto al momento histórico en el que nos ha tocado vivir. Un compromiso de positividad y de futurismo ilusionado que nos estimula a profundizar en nuestro proyecto. Esperemos que mucha más gente comparta nuestra alegría.

Toni Rumbau y Cesc Martínez