Miguel Arreche, liberado como él mismo nos indica de sus responsabilidades en el TOPIC de Tolosa, nos envía esta pequeña crónica sobre el Festival de la ciudad de Almaty, en Kazasjstan. Acompañan el texto ilustrativas imágenes del lugar que nos dan una idea de las bellezas que se esconden en estos países tan lejanos y a la vez, para nosotros los titiriteros, tan cercanos.
No es que Zazakhstan, Kazakstán, Kazajistan o Kazajstan, sea un país especialmente productor de ese tipo de flor aunque el país tiene una belleza destacable. El noveno país del mundo en superficie (cinco veces mayor que España) y con solo 17 millones de habitantes (casi la tercera parte de habitantes que nosotros), hace tres años se lanzó al mundo de los festivales internacionales de títeres.
Aunque llevaban invitándome desde la primera edición, no me cuadraron las cosas hasta este año, ya jubilado y liberado de mis responsabilidades en el TOPIC y TITIRIJAI, decidí aceptar la invitación personal que me enviaron y me animé a asistir como presidente del Jurado Internacional.
Si, se me había olvidado deciros que es un festival competitivo, con un gran premio de 10.000 Dólares, tres premios de 5.000 dólares al mejor espectáculo infantil, mejor interpretación colectiva y mejor puesta en escena. Además hay otros premios dotados con 1000 dólares a mejor actor, actriz, director, etc.
Además de compañías nacionales y de su entorno geográfico como Buriatia, Tajikistan y Rusia participaron otras de Italia (Gaspare Nasuto), España (Los Claveles), Rumanía (Fani Tardani), Iran () e Israel (Kum Kum Theatre). En Total 12 espectáculos a competición, aparte de algunos otros locales fuera de concurso.
Un Festival con grandes posibilidades de encuentro entre los artistas que además reciben una atención y una hospitalidad muy reseñables. Las comidas en un mismo espacio y a una misma hora facilitaba mucho el contacto.
Kazakstán es un país muy rico en materias primas que ha vivido hasta hace poco más de 20 años bajo la órbita soviética, muy aislada y protegida por Rusia y en estos momentos quiere abrirse al mundo con nombre propio, orgullosos de su historia como pueblo, de su cultura kazaka, de sus tradiciones, pero muy abierto; yo diría que ansioso, a recibir influencias nuevas, del resto del mundo.
Naturalmente su teatro de títeres es un tanto hermético, muy basado en la literatura, con mucha presencia del actor, bastante de máscara y con influencias claramente rusas. Por eso espectáculos frescos como los 7 cabritillos de los Claveles, que lo representaron sin texto (todo un reto) o el Polichinela di Mare de Gaspare Nasuto tuvieron un enorme éxito. Los Claveles recibieron el premio al mejor espectáculo infantil y Gaspare al mejor intérprete (actor-manipulador).
Almaty es una es una ciudad hermosa y muy cómoda. Su nombre quiere decir “manzana” y desde luego es una zona donde más manzanas y más grandes y más diferentes he visto en mi vida. El festival muy recomendable con un buen teatro de títeres recién reformado y con una gente fantástica.