Es interesante ver cómo la historia de los Robertos, nombre con el que se llama en Portugal a los títeres populares que hasta ahora actuaban en la calle, se va completando con aportaciones de todo tipo, que aumentan por un lado la documentación existente, y por el otro lado enriquecen sus fondos patrimoniales. Tal es el caso de los nuevos Robertos que se hallan expuestos en el Museu da Marioneta, obra del titiritero Cesário Cruz Nunes.
Roberto de Cesário Cruz Nunes.
Ha sido en este caso la labor efectuada por José Gil en su proyecto de investigación alrededor del Teatro Dom Roberto, que ha culminado con la publicación del libro reseñado en un anterior artículo (ver aquí), la que ha introducido este nuevo nombre en la lista de los roberteiros que trabajaron en las décadas de los cuarenta y los cincuenta. Los títeres que ahora se exponen en el Museu han sido cedido por la compañía S.A. Marionetas, propietaria de los mismos.
Cesário Cruz Nunes.
El período en concreto en que Cesário Cruz Nunes estuvo en activo fue de 1946 a 1952. No se sabe mucho sobre su vida ni tampoco del año de su muerte. Pero sí existe una entrevista realizada por Lúcia Serralheiro en Caldas de Rainha en marzo de 1990, en la que Cruz Nunes explica cómo se hizo titiritero.
Nacido en Lisboa en 1925, y según cuenta él mismo en la entrevista, su vocación por los Robertos nació en 1946, cuando con 21 año y sin trabajo, vio una representación del maestro António Dias en la Feria de Ladra, en Lisboa. Alentado por esta inspiración, empezó a construir sus propios muñecos, a los que siempre consideró como sus propios hijos. Pronto empieza a trabajar ‘a sério’, primero solo en las calles de Lisboa, y luego invitado por António Dias a trabajar juntos, lo que les permitía sacar más personajes a la vez.
Parece ser que dejó su carrera de titiritero en 1952, cuando entró a trabajar para la Cámara Municipal de Lisboa.
Los títeres que se exponen en el Museu muestran un estilo sencillo pero dotado de la fuerza que tienen las figuras realizadas desde el primitivismo de lo popular. Y como sucede con los títeres de guante, hay que suponerles la gracia del movimiento y el ritmo de la manipulación. Al ser los muñecos de alguien que actuó como segundo o ayudante de António Dias, debemos imaginar que su gracia sería considerable -sobre todo cuando en una de las frases de la entrevista conservada, dice que Dias era muy bueno con la ‘palheta’ pero no tanto en la manipulación, lo que nos hace pensar que él se consideraría mejor…
De Césario Cruz Nuno se han conservado también algunas frases interesantes, como las que siguen y que aparecen también en los muros del Museu da Marioneta:
‘Es preciso entreno, hay que dar vida al títere, sino es como estar quieto allí encima de aquella mesa’.
‘Dentro del retablo trabajando con los Robertos, me reía de ellos, miraba aquello y llegaba al punto de reírme. Aquello sale de mí, y lo miro y pienso que es otra cosa y que no soy yo’.
Frases de alguien que comprendió muy bien el arte de los Robertos.
Máscaras de Teatro Noh.
También son una novedad en el Museu da Marioneta las máscaras japonesas de Teatro Noh que aparecen en una vitrina. Procedentes del fondo del coleccionista Francisco Capelo, son originarias del siglo XVIII, del período Edo, y muestran la perfección de los magníficos acabados de este tipo de máscaras, que se usaban en las representaciones Noh, un tipo de teatro dirigido a la clase aristocrática.
Adjuntamos algunas imágenes de las mismas: