Tenemos el gusto y el honor de publicar las llamadas ‘Crónicas del Fetén’, que el periodista Ferran Baile, alma mater de la Bibliomusicineteca, ha ido escribiendo en distintas entregas y que ponemos a disposición del público en este artículo. A través de enlaces con las ocho crónicas, presentamos un resumen de lo que ha sido este festival emblemático de Gijón. Decimos resumen, pero en realidad es mucho más, pues si algo caracteriza al maestro Baile, una de las personas que más saben en España sobre teatro infantil, es su mimo, su delicadeza y hasta su ‘amor’ en relación a los espectáculos vistos y a sus protagonistas, pues lejos de ensañarse con los defectos, que siempre los hay en éste como en todos los campos del espectáculo, valora y destaca los aciertos, sin regatear elogios cuando la obra lo merece. Pasen, pasen, tomen asiento y lean las Crónicas del Fetén.
Las Crónicas del Fetén. Texto de Ferran Baile.
Celebró FETEN su 25 aniversario con una edición con alto nivel de calidad. Compañías ya habituales en los premios, Marie de Jongh de nuevo excepcional, otro magnífico trabajo de La Rous, un emotivo espectáculo de Espejo Negro, ingenio y diversión con Teatro Gorakada y buenos títeres, un exaequo con La Canica y L´Estaquirot, un interesante concierto-espectáculo de Titiritrán, muy buenos espectáculos de circo (Tierra&Ateneu Nou Barris, Up Arte, Vaivén, Circ Bover, Albadulake) y payasos (Marcel Gros y Teatre Mòbil), danza (Arcaladanza, Roberto G. Alonso, MónsDansa, Fernando Hurtado), espectáculos de calle (El Carromato, Cachivache), Farrés Brothers y su viaje en globo aerostático-estático, una interesante versión del Momo de Michael Ende por la la Companyia de Teatre Anna Roca, un Teatro Paraíso correcto pero menor, otra destacada fantasía visual de La Maquiné, una interesante propuesta visual-audiovisual de L´Home Dibuixat Screen Man, La Carreta y sus coloristas girasoles para los más pequeños, una aventuras del Zorro con títeres-Eudald Ferré&Luca Ronga, presencia del teatro sudamericano (Teatro de Ocasión-Chile y Compañía Criolla y Fernan Cardama de Argentina)……
Una joya inesperada, Átikus Teatro de Navarra, con dos jóvenes actores de 18 y 14 años y un bello espectáculo surgido de un taller de teatro de verano, Maravilla en el país de las miserias o dos niños en un país en guerra.
Buen teatro asturiano con Higiénico Papel, Teatro Plus, Kamante y los microespectáculos de La Petite Caravane.
Para los más pequeños buenas propuestas de LaSal, Arena en los Bolsillos, Teloncillo, Caramuxo y Ultramarinos Lucas
Y una delicia visual partiendo de la Linterna Negra, antes del cine, con la compañía suiza Lichtbende.
Todo ello y más, mucho más, iremos comentando en estas ocho crónicas.
3era Crónica: Los Premios (3) y espectáculos de Circo
4ta Crónica: Los espectáculos de Títeres
5ta Crónica: Los espectáculos para la Primera Infancia.
6a Crónica: La Danza y los espectáculos de Teatro Visual.
7ma Crónica: El Teatro de Texto.
8a Crónica: el Teatro Asturiano.
9a Crónica: Espectáculos de clown, espectáculos de calle, los de magia y las instalaciones de juegos
Estimados amigos:
Lo primero, felicidades por esta página que no conocía.
Voy a cometer un atrevimiento sin límites: criticar a un crítico. Tanto se ha hablado y debatido sobre la función de la crítica que sería demasiado imprudente meterse en un jardín de semejantes laberintos, bastante hago con escribir estas letras; ahora bien, no me resisto a expresar una sentencia que se puede aplicar a cualquier persona, especialmente de nuestro país pero que -siempre a mi entender- le viene como un guante al mundo de la crítica, en general: Demasiadas veces se convierten en verdades absolutas lo que son solo opiniones.
Viene a cuento esto por la crítica que Ferrán Baile hizo del espectáculo Una de Fuegos Artificiales, tras la presentación en FETEN 2016 que figura en esta página como 6a. Crónica. El espectáculo nace de una conversación entre Aarón Zapico, director del pujante grupo Forma Antiqva, y yo mismo, director de la Orquesta de Cámara de Siero, en ella sentamos las bases de un espectáculo de música y fuegos artificiales sincronizados; para no aburrir con el proceso solo añado que quedamos de acuerdo en que contaríamos con Danza Asturias y con Laura Iglesia para proporcionarle un hilo conductor al entramado. El complejísimo sistema de detonación sincronizada de los fuegos sería diseñado y fabricado por un ingeniero industrial con el apoyo de dos personas, los tres, miembros de la OCAS.
Dicho esto vamos con la crítica. Para empezar se parte de un razonamiento erróneo: que el objetivo es “(…) Ir introduciendo al público al habito y deleite de un concierto.” Pues no es ese el objetivo primordial, porque el espectáculo no ha sido concebido como medio para, sino como un fin en sí mismo: tratar de fascinar al público con esa arriesgada mezcla de teatro, danza, música y fuegos artificiales. Aquí quiero hacer un inciso para justificarme: Si en Cataluña las orquestas profesionales realizan conciertos con espíritu didáctico desde el año 2000, en la OCAS -o sus antecesoras- lo hacemos desde 1995. Desde luego no hemos sido los primeros en esto, pero sí hemos sido los iniciadores, también mediados los 90, del programa Música Maestro de la propia Fundción Municipal de Cultura de Gijón que tantas referencias ha sembrado. Desde entonces, hemos hecho conciertos de todo tipo y condición, desde el que explicaba los instrumentos, hasta el que enseñaba las formas musicales, pasando por la tímbrica, la música contemporánea, y un larguísimo etc. Efectivamente, aquellos conciertos hechos con todo el cariño y mucha ingenuidad, sobre todo al principio, eran un medio. Un día, para explicar los conciertos con solista, hicimos un concierto para público solista y orquesta, convirtiendo en protagonistas, con sus instrumentos caseros, a los 908 asistentes, y nos dimos cuenta de que el público disfrutaba mucho más cuando había espectáculo, así que concluimos que era tan lícito como oportuno convertir a la música clásica en argumento para ello, y creo que no nos ha ido mal desde entonces. La culminación, de momento, son estos fuegos artificiales y una ópera que se estrenó 3 días antes de nuestra presentación en FETEN.
“(…) Emplear la pirotécnica en medio de la interpretación de la orquesta, sencillamente es un despropósito” Pues es exactamente la función para la que Haendel escribió su música, por eso, y porque era al aire libre, en aquel entonces se montó una orquesta descomunal con 24 oboes, 12 fagotes, 9 trompetas y 9 trompas…, aún así, todo es poco para un castillo de fuegos artificiales; y no creo que las 12.000 almas presentes en el estreno reaccionaran ante tal despliegue moviendo levemente la cabeza o diciendo suavemente: humm. “Jolgorio y excitación general y muy poca o ninguna atención al meritorio trabajo de la Orquesta”, pues eso debió pasar en el estreno, porque por mucho que idealicemos el siglo XVIII, en ese momento histórico ni la música ni los conciertos, para bien y para mal, tenían ese halo de divinidad que hoy tienen. Desde luego, ni Aarón Zapico ni yo somos sospechosos de hacer desprecios a la música, más bien nos gusta situarla en su contexto, a veces con riesgo. Ahora, una opinión: Es cierto que el espectáculo parece más apropiado para público familiar, pero había que ajustarse a una programación extremadamente compleja como la de FETEN; ahora bien, no es malo de suyo que el público, en este caso escolares en su totalidad, se excite cuando algo le provoca tanto, ¿no?: la actitud ante un concierto no tiene por qué ser única porque hay músicas para todo.
Tengo la sensación de que las tendencias de espectáculos infantiles actualmente se inclinan por montajes poéticos -por decirlo de alguna manera- y a mi personalmente me parece tan maravilloso como oportuno, he visto algunas obras impresionantes, pero supongo que estará bien que de todo haya en la viña del señor. Evidentemente es esta una opinión personal.
Igual todo parte de un error de bulto de Ferran Baile: “Una de fuegos artificiales, que recordaba el concierto Música acústica i Música de Agua-Water Music que compuso y dirigió Georg Friederich Händel para ser representado sobre el río Támesis en verano de 1717 y a requerimiento del rey Jorge I (…)” Pues no, la obra que interpretamos, Music for the Royal Fireworks, -Música para los Reales Fuegos de Artificio-, fue encargada por Jorge II en 1749 y, como queda dicho, pensada por Handel para sincronizar unos fuegos impresionantes -según las crónicas- con una música también impresionante. Desde luego, para quien quiera oírla sin perturbaciones sonoras dispone de multitud de grabaciones y vídeos, y se programa con gran frecuencia, pero el que quiera hacerse una idea de lo que pasó en 1749 me temo que solo tiene nuestro espectáculo.
Sobre la ausencia de rigor histórico, pues tiene razón, no lo pretendíamos, tampoco lo tiene El Mikado ni Aída de Verdi, por poner dos ejemplos extremos y referentes para nosotros; además, me parece que si en algún lugar caben la parodia y la irreverencia es en el teatro, pero no deja de ser esta otra opinión.
Para terminar, agradecer muy sinceramente algunas consideraciones de Ferran Baile que nos parecen muy interesantes y que sin duda atenderemos para mejorar el espectáculo. Un saludo muy afectuoso.
Manuel Paz