Concluimos nuestros reportajes del Congreso de Unima 2016 y su Festival Mundial de Títeres con el repaso a cuatro espectáculos más de los vistos en San Sebastián, a lo largo de esta larga semana (pueden ver el conjunto de reportajes y crónicas publicados en Titeresante clicando aquí). Nos centraremos en este artículo en las siguientes obras: ‘I Sisyphus’, de Puppet’s Lab; ‘Peregrinação’, de Lafontana Formas Animadas; ‘Out’, de Unterwasser y ‘La historia de Alicia al otro lado del espejo’, de ‘Hand Made Theatre’.
‘I Sisyphus’, de Puppet’s Lab.
Ya comentamos en su día desde las páginas de Putxinel·li (ver aquí) este espectáculo de la compañía búlgara Puppet’s Lab que ha ido girando por varios festivales de mayo en España. Una obra que, en el impresionante escenario del teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, ganó todavía más impacto, al poder desplegar con toda comodidad las luces de su iluminación y los efectos de humo sobre el escenario. Y la verdad es que volví a entusiasmarme con el trabajo que realiza el único actor de la obra, Stoyan Doichev, en su papel de Sísifo, encarnando al mito con su cuerpo y gestualidad, con una presencia y una cualidad humana dotadas de una enorme categoría.
Es impresionante la dureza de su trabajo, esa lucha épica escenificada contra sí mismo, contra sus dobles que le obligan a llevar a cabo siempre las mismas cosas, harto hasta la extenuación de repetir lo andado, pero sin escapatoria alguna para evitarlo, pues tal es el destino de los humanos. Y quizás lo más impactante de su actuación sea cómo en esta lucha sin cuartel por cumplir con sus deberes de Sísifo, el actor, la persona que representa, mantiene alto su porte y su dignidad, libre pero condenado hasta la extenuación a cumplir con sus trabajos, esclavo de unas obligaciones que sin embargo no doblegan su dignidad. La obra está escrita y dirigida por Veselka Kuncheva, con el espacio escénico a cargo de Marieta Golomehova, artífices ambas de la compañía Puppet’s Lab, dos artistas muy a tener en cuenta, que provienen del mundo de la ópera, del cine y de la escenografía teatral.
La directora Veselka Kuncheva. Foto de Ivan Dondiev.
Una obra de una dureza inusitada, que parece avanzar a machetazos y que encuentra en la música y en una voz en off que habla en búlgaro el necesario sostén sonoro a la acción. Sin duda, una de las mejores cosas que hemos visto en San Sebastián, por no decir la que más.
‘Peregrinação’, de Lafontana Formas Animadas.
He aquí el segundo trabajo que realiza Marcelo Lafontana con la técnica del vídeo de proximidad que proyecta en directo sobre una gran pantalla lo que capta con varias cámaras en un espacio pequeño. Un recurso narrativo que en esta ocasión es usado casi en exclusivo, concentrándose la acción en un escenario giratorio que reúne todos los decorados y espacios de la obra.
El conocido clásico de la literatura portuguesa ‘Peregrinação’, de Fernão Mendes Pinto, es el punto de partida del titiritero, que se propone explicar esta increíble novela de aventuras a través de los decorados y los muñecos proyectados en la pantalla, con imágenes precocinadas en vídeo que se superponen y completan las pescadas en directo.
Como ya ocurriera con su anterior trabajo, Prometeus, lo bueno de Lafontana es su manera peculiar de combinar registros narrativos diferentes, al superponer el discurso histórico-literario del mundo de Peregrinação, en este caso, con el tono cómico y burlón de raíces mamulengueiras que tan bien conoce. Una combinación que da agilidad a la obra y le permite llegar a puerto sin salirse del registro de visualidad proyectada. Frente a la estructura más fragmentada de Prometeus, que permitía salidas de pantalla y de tono, y con incursiones a otros lenguajes poéticos, ‘Peregrinação’ impone la linealidad narrativa propia de ser una novela de aventuras, lo que permite avanzar con más ritmo aunque sin los contrapuntos variados de las salidas de pantalla.
Asombró el titiritero brasileño-portugués-catalán al público entendido por el control que llevaba él solo de la técnica del espectáculo, con sofisticados ordenadores que le permiten este ‘montaje fílmico’ en directo con una suma de múltiples capas superpuestas, propio de su trabajo. Un paso más en la aventura indagatoria de este titiritero, que gusta tanto arriesgarse en aventuras de refinada tecnología como en las improvisaciones desmelenadas del Mamulengo.
‘Out’, de Unterwassser.
He aquí un espectáculo sencillo en apariencia que sin embargo conquistó al público donostiarra y del Festival, con esta propuesta poético-sentimental de un niño al que se le escapa su corazón-pájaro, cuando deja abierta la jaula donde lo encerraba, jaula que es el propio cuerpo del niño.
Pero lo bueno de su aventura en búsqueda del corazón perdido, es que tanto para el personaje como para los titiriteros, todo es nuevo y debe redefinirse casi desde cero: la habitación donde se alojaba el niño desaparece de pronto y se substituye por otra estructura siempre móvil y efímera, que tanto sirve para crear un espacio como para transparentar unas sombras o proyectar otras desde distintos ángulos.
Y es en este esmero por crear de la nada pequeños mundos con sus personajes y sus escenografías donde el espectáculo da en la diana, configurando la aventura del niño como una andanza poético-creativo: cada escena surge nueva y se constituye con sus propios elementos, buscando siempre soluciones y maneras diferentes de contar y de representar, con una estudiada sensibilidad.
Un trabajo complejo y difícil, el de las tres titiriteras de la joven compañía italiana Unterwasser -Valeria Bianchi, Aurora Buzzetti y Giulia De Canio- que denotó una gran creatividad y un esmero en crear mundos nuevos a través de las imágenes y los objetos. Sin duda oiremos hablar de ellas.
‘La Historia de Alicia al otro lado del espejo’, de Hand Made Theatre.
Por último, me gustaría comentar este espectáculo presentado por la también joven compañía Hand Made Theatre, instalada en Barcelona y cuyo núcleo principal está compuesto por las chilenas Consuelo Barrera Jofré y Mariana Yáñez Rojo, a las que se han sumado la directora de escena Marcela Terra, también chilena, la actriz francesa Nathalie Meyer, el músico catalán Gerard Masalias y la portuguesa Magdalena Lanas en el diseño. Como vemos, una compañía francamente cosmopolita, dotada de una energía emprendedora de armas tomar, de las que dará que hablar.
Presentó su versión de ‘Alicia al otro lado del espejo’ en una obra que tuvo su riguroso estreno en San Sebastián, cuando todavía le faltaban un par de semanas de ensayo, según nos dijeron las mismas artistas. Un trabajo al que desde luego se le notaba a faltar esta última fase de pulimento que siempre requiere cualquier espectáculo visual, especialmente si conlleva algún tipo de complicación técnica, como era el caso. Según el maestro Harry V.Tozer, son necesarias veinte representaciones con público para dar por acabado un espectáculo de marionetas. Una verdad como un templo, la que soltó el marionetista inglés.
Pero debo decir que me gustó la dirección hacia donde apuntaba la obra, al combinar la técnica del video de proximidad con las imágenes proyectada en una pantalla grande, a la que se sumaban otras imágenes pregrabadas unas, o también en directo a través del recurso tan utilizado en televisión del ‘croma’, lo que permite superponer imágenes vivas con fondos diferentes. Un pluralidad de recursos, que incluía también el trabajo de una actriz en escena que encarnaba a Alicia, la cual aparecía desdoblada de muchas maneras diferentes a lo largo de la obra.
Seguramente la complejidad técnica más la variedad de los registros lastró el ritmo de la obra, que además sufría una indefinición del personaje ancorado en una faceta, para mi gusto, demasiado sufriente, pero me gustó el atrevimiento de la propuesta y su tono visual, dotado de un espíritu vivo y afilado de búsqueda de nuevos lenguajes. La variopinta procedencia de las artistas embarcadas en el Hand Made Theatre, llegadas del cine, del teatro, de la iluminación o del diseño, y su entusiasmo por experimentar en este terreno fecundo de los cruces de lenguaje, me hace pensar que nos hallamos ante una compañía de largo recorrido, cuyos primeros pasos acabamos de ver en San Sebastián. Seguiremos con atención ilusionada su trayectoria por los difíciles caminos de la creación. ¡Suerte y al toro!