Loo, de Ponten Pie
Loo, espectáculo visual producido por la compañía Ponten Pie y el Festival El Més Petit de Tots en el año 2015, sigue su gira sembrando en los más pequeños el interés por el buen teatro. El pasado febrero ganaron el premio FETEM a la mejor obra dirigida a la primera infancia y no es de extrañar, pues este equipo creativo e inteligente ha conseguido armar una propuesta estética maravillosa que sumerge a los niños en una aventura inédita.
Pensado para niños entre dos y cinco años, Loo es un espectáculo sublime que nos muestra poéticamente el poder de transformación que tienen todos los materiales.
Entramos en un barco, una escenografía que nos refiere un viaje: ¿A dónde vamos? Es la primera pregunta que aparece, y comenzamos la aventura descubriendo los tesoros que están ocultos bajo la arena. Cómodamente instalados, la música y la iluminación son elementos claves para estimular la atención en la acción principal, donde cualquier movimiento puede ser motivo de asombro.
Loo está inspirado en el nombre de un viento caliente y seco que corre en las tardes de verano en la India. Una actriz aparece en escena, tal vez ella es Loo, de su mano y con la mirada abierta descubrimos emociones en las acciones más sencillas, esas que los niños tienen a flor a de piel. La actuación de Natàlia Méndez es auténtica, cercana, comunicativa y conecta con la mirada curiosa del espectador infantil.
Los adultos, por nuestra parte, vamos recordando sensaciones, olores y hasta sabores porque… ¿quién no ha probado la arena?
La misión de Loo es empujar las dunas del desierto y devastar las zonas húmedas, mares y océanos que encuentran a su paso, dejando los barcos paralizados en la arena. Loo es el viento noble e invisible que despierta el mar, la arena, las embarcaciones.
La historia, que se nutre de acciones espontáneas, puede referir un viaje, un cambio, el paso del tiempo o simplemente el juego, pero definitivamente quienes toman el protagonismo narrativo son los materiales: objetos animados y transformados magistralmente que nos trasladan a diferentes ambientes y que nos cuentan pequeñas anécdotas sin decir tan siquiera una palabra.
Esa fina tela que se convierte en mar, en playa, en olas… esas virutas de corcho que son arena, volcán… comida. El vestuario sobrio e inspirador en sus texturas también es significativo, capaz de mimetizarse con otros materiales y devolvernos sensaciones como el aliento del viento, la subida de marea, la arena en la piel.
La compañía Ponten Pie, dirigida por Sergi Ots, ha conseguido un resultado empático y asertivo que no sólo logra cautivar el interés de los más pequeños, sino que los invita a seguir mirando, tocando, oliendo, sintiendo, experimentando.
Loo ha sido un regalo breve, sensorial y emocionante que nos dejó una sonrisa en el cuerpo y las ganas de meternos en una embarcación y jugar, jugar con todos los elementos hasta transformarlos en la más pura poesía. Esta propuesta es un viaje íntimo, lúdico y onírico que permite disfrutar a toda la familia del mejor teatro visual para niños.