Granada acoge estos días de mayo un importante encuentro internacional vertebrado alrededor del proyecto ‘All String Attached. Pioneros de los títeres europeos tras la escena’. Una iniciativa cofinanciada por la Unión Europea dentro de su programa Europa Creativa, en el que participan los siguientes socios: el Ayuntamiento de Cividale del Friuli (Italia), el Teatro de Títeres de Liubliana (Eslovenia), la Academia de Artes de Osijek (Croacia) y la compañía de Granada Títeres Etcétera, por España.
Lo interesante del proyecto es la complejidad del mismo, pues lejos de querer mostrar resultados vistosos de poco calado, All Strings Attached ha propuesto varias actuaciones en profundidad, que constituyen sus líneas de trabajo emprendidas a lo largo del tiempo en las diferentes ciudades implicadas. Concretamente, en Granada se ha presentado una exposición titulada ‘Pioneros del arte europeo de los títeres’, centrada en tres importantes figuras: Milan Klemencic (1875-1957), Vittorio Podrecca (1883-1959) y Hermenegildo Lanz (1893-1949), una exposición destinada a girar por las tres ciudades citadas; un seminario sobre restauración y conservación del patrimonio titiritero, diversas mesas redondas sobre Títeres y Poder, García Lorca en Argentina, la influencia del Teatro dei Piccoli de Vittorio Podrecca en España y América Latina, y la obra del granadino Hermenegildo Lanz. Todo ello se complementa con un programa de actuaciones realizadas en Valderrubio, dentro del festival El Rincón de Cristobica, así como en otras localidades de la provincia de Granada.
Como puede verse, un entramado de actos e intervenciones muy diversas y complementarias, que consiguen enfocar una secuencia concreta del teatro de títeres europeo desde una visión multidimensional, profundizando en temas tan importantes como son la relación de las artes con el poder, una cuestión de suma urgencia en el momento actual, tanto en lo referente a nuestra Memoria titiritera como en sus aspectos de actualidad política. Asimismo, se enfoca el tema del Patrimonio de los títeres, un tema que exige soluciones de urgencia así como estratégicas, en un arte como el de los títeres, que combina los aspectos efímeros propios del teatro con la creatividad objetual que le es propia.
Un empeño inédito e insólito en suelo español, pero también europeo, al plantear trabajos concretos sobre temas que requieren urgente resolución, junto a un ejercicio de profundo análisis de memoria, restauración y auto-reflexión histórica.
Seminario de restauración y conservación del patrimonio titiritero: de lo efímero a lo perdurable
Organizado conjuntamente con el departamento de restauración de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, el seminario ha contado con especialistas tanto en temas de museística como de los mismos procesos de restauración. Han participado en estas jornadas varios directoras de museos: la del Museu da Marioneta de Lisboa, Maria José Machado Santos, la del museo del TOPIC de Tolosa, Idoya Otegui, la del Museo de Títeres de Lubliana, Nadja Ocepek, y el del Museo di Gianduja, de Turín, Alfonso Cipolla. También participaron la restauradora del museo de Lubliana, Zela Kalan, la restauradora independiente Céline Bonnot-Diconne, de Grenoble, Francia, el actor-titiritero y director de cine Ennio Guerrato y la también actriz-titiritera Barbara della Polla, de Cividale del Friuli, Italia, autores del documental realizado sobre Vittorio Podrecca, y la restauradora del Museo de Títeres de Chrudim, en la República Checa, Lenka Solanskà.
Fue muy interesante observar cómo los museos de títeres trabajan y constatar que pese a pertenecer a países tan diferentes entre sí, todos los presentes compartían procedimientos de restauración y criterios museísticos bastante similares. Cada directora y director de museo expuso los ejes centrales de sus actuaciones, y todos coincidieron en resaltar la importancia de que existan estos contenedores capaces de acoger un patrimonio de un arte que es efímero como todo lo teatral, pero que se sustenta sobre una materialidad muy específica y tangible, la de los títeres y los distintos objetos que les acompañan. Un patrimonio histórico pero también muy actual, pues hay que contemplar en él el de las muchas compañías que han estado en activo durante todo el siglo XX y que lo siguen estando.
Mucho hincapié hicieron los especialistas, en concreto la restauradora Céline Bonnot-Diconne, sobre la importancia de reunir la máxima información posible sobre cada una de las piezas conservadas, no sólo para poder legar a la posteridad los contextos culturales y teatrales, sino también para asegurar la supervivencia de los objetos, pues será muy importante en el futuro conocer los materiales, los tipos de cola y otros productos utilizados. Por otra parte, y como dijo Alfonso Cipolla, uno de los principales historiadores de la marioneta italiana, tan importante es la memoria de lo tangible como de lo intangible, de modo que los museos deben acompañar a sus labores puramente objetuales, una labor de investigación y búsqueda de todo aquello que explica la época y la cultura teatral-titiritera surgida de ella.
Fascinante fue la intervención de Céline Bonnot-Diconne, pues a través de sus explicaciones técnicas sobre cómo su taller de restauración encara el abordaje de las piezas tratadas, transmitió a los participantes del curso una especial filosofía en el trato con los objetos, compuesta de respeto, distancia y una infinita curiosidad, de modo que cada proceso de restauración de una pieza – Bonnot-Diconne es sobretodo especialista en cuero y por sus manos pasan todo tipo de objetos de este material, desde zapatos encontrados en yacimientos arqueológicos hasta la maleta de Cézanne o las botas de Napoleón, para poner sólo unos ejemplos- implica un abordaje en profundidad en el mundo material, cultural e histórico de la misma.
Una actitud que desvela unas dimensiones hasta entonces ocultas de la pieza que enriquecen en profundidad la visión que podamos tener de ella. En este sentido, su labor de asemeja a la de los artistas e investigadores que indagan en los objetos afín de descubrir perspectivas insólitas de nuestra percepción.
Las distintas ponencias más las discusiones que propiciaron, fueron un inédito ejercicio de auto-reflexión sobre unos aspectos del teatro de títeres poco abordado por los artistas y actores marionetísticos. Un ejercicio de auto-conciencia de vital consideración, pues tan importante es actuar en los escenarios del mundo como alejarse de los mismos para saber qué es lo que se hace en ellos, en términos históricos y situándolo en contextos más universales. Esta labor debe verse como una resistencia al carácter efímero y siempre algo volátil de la práctica teatral activa, una rebelión a la tiranía del tiempo contemporáneo que consume los productos de la humana realización con precipitada glotonería. Mediante esta atención tranquila y distanciada, que se adentra en la realidad titiritera con inusual profundidad, frenamos la fugacidad y damos pie al nacimiento de otros tiempos distintos y dilatados, que podemos sumar al escénico trepidante del día a día actoral.
Otorgando ‘tiempo’ a las piezas de los museos, tanto el de la profundización documental y restauradora, como el de la atención de nuestra mirada, es posible apreciar y gozar la tremenda ‘energía potencial’ que este tipo de objetos museísticos nos ofrece desde su quietud distante, superando de este modo los prejuicios que los titiriteros siempre hemos tenido en relación a las marionetas ‘encerradas’ en los museos. Lejos de ‘morir’, como algunos piensan, las marionetas así tratadas en los museos, adquieren una segunda y compleja nueva vida, de una vitalidad desbordante y complejísima, capaz de contarnos otro tipo de cosas, desde su materialidad estricta y desde su multiplicidad contextual implícita.