(El cabezudo de José Antonio Labordeta en el Parque de las Marionetas. Foto de Manuel Fernández Minaya.)
Tras la noche de los Premios (ver aquí) y los primeros artículos publicados (ver aquí), vamos a seguir desplegando comentarios sobre los espectáculos vistos en el Parque de las Marionetas, en esta su 20ª edición, que corresponde al IX Festival Internacional de Teatro de Feria y que se celebra en el Parque Grande José Antonio Labordeta de Zaragoza durante las Fiestas del Pilar 2018 de Zaragoza.
‘La luna sabe a nueces’, de Títeres de la Tia Elena
Elena Millán (ver aquí) se ha convertido, en sus años de madurez, en una titiritera cada día más interesante y segura, como lo demuestran sus últimos espectáculos presentados.
Elena Millán explica el cuento.
En esta ocasión, ha preparado para la Carpa Melodías del Parque de las Marionetas un pequeño montaje que se inicia con el conocido cuento de Michael Grejniec ‘¿A qué sabe la luna?’, explicado por la titiritera mediante un sencillo lenguaje de siluetas recortadas que se colocan sobre un panel situado frente al público. El cuento sirve de pretexto para entrar en el terreno en el que se encuentra más a gusto Millán: la marioneta de hilo.
Elena Millán y la marioneta del duende.
En efecto, del cuento pasamos a un bosque en el que el protagonista es un duende que surge de una cesta y se dedica a recoger nueces para configurar con él un gran pastel que servirá para substituir a la luna y saciar el apetito de los hambrientos animales del lugar.
Y la búsqueda de las nueces por parte del duende constituye todo el argumento de la obra, que se desliza por una acción en la que la gracia es que no pasa nada. El duende carga con una cesta, luego se hace con un pequeño carrito sobre el que pone la cesta y se pone él mismo, lo traslada de un lugar a otro, mientras va recogiendo las nueces que encuentra.
El duende con el carrito y las nueces.
El público, y muy especialmente los más pequeños, siguen fascinados el proceder laborioso del duende, que es el proceder de la marioneta de hilo, de una complicación técnica considerable, con la que la marionetista debe lidiar durante la ejecución del espectáculo. Y lo desconcertante es ver cómo con este simple despliegue de una manipulación cuidada y puntillosa, los espectadores quedan atrapados por sus movimientos, por la lucha del hilo contra la gravedad, por el quehacer de la titiritera con el mando de la marioneta, y por una música hipnótica que acompaña la acción.
Un difícil ejercicio de control de los hilos y del muñeco con el que Elena Millán gusta confrontarse y que el público agradeció generosamente con una salva de aplausos.
‘Vuela Pluma’ de Periferia Teatro
Pudimos ver en el pabellón Palacio de los Prodigios esta obra de la conocida compañía de Murcia Periferia Teatro, ‘Vuelo Pluma’, ideada y dirigida por Juan Manuel Quiñonero e interpretada por las dos grandes manipuladoras Mariso García e Iris Pascual. ‘Vuela Pluma’ es un espectáculo de éxito que este cronista ha visto ya en otras ocasiones y que con el paso del tiempo va adquiriendo cada día mejor sabor. En esta ocasión, los de Periferia ofrecieron una versión reducida de la obra, adaptada a la duración propia de la periodicidad que exige de Parque de las Marionetas, con varias funciones al día de cada espectáculo.
Una duración que no hizo más que acentuar los puntos álgidos de esta obra entrañable que nos habla de un pajarito que nace en un mundo en el que ya no hay pájaros. Un argumento sencillo pero de significados profundos, que habla de la libertad y de los deseos que todos tenemos de volar y de hacer lo que nos da la gana.
Pero lo bueno es que el claro mensaje libertario de la obra se ofrece a través de un ejercicio de manipulación de altos vuelos, como es propio de esta compañía. Mariso e Iris bordan los personajes y las distintas situaciones presentadas, que entusiasman a los más pequeños pero también a los adultos, atrapados por la técnica de Periferia.
Los llenos de todas la funciones ofrecidas indican el fervor entregado del público.
‘Versos en tu ventana’, de Proyecto Caravana
María Peré y Pep Bello son los dos actores de Proyecto Caravana, una joven compañía instalada en Teruel, en el Valle de Olba, que combina sus profesiones de artesanos y de titiriteros con propuestas que hacen girar por los pueblos de la región. Una vocación trashumante que les ha llevado a recorrer varios países de Europa con sus espectáculos.
En esta ocasión han presentado una especie de cabaret poético en el que los dos actores encarnan a los personajes de Poesía y Poema. Una excusa para recrearse con la lengua mediante expresiones, dichos, refranes y frases hechas que permiten a los espectadores completar el texto de la obra.
Lo más interesante de la propuesta es el hecho de haber convertido la lengua en la principal protagonista de la obra, un campo tan abierto de contenido que requiere de marcos que lo delimiten. Para ello se sirven de unos marcos de madera que cuelgan en el escenario y que van usando para cada intervención. El lenguaje utilizado es el del clown, que les permite desarrollar esta especie de cabaret literario abstracto y surrealista que tiene en la rima el otro enganche para atrapar al público. También emplean algunas marionetas para dar voz a determinados textos y personajes. Este conjunto de recursos escénicos configura una dramaturgia ágil y un buen ritmo del espectáculo.
Muy bien trabajado el procedimiento de hacer completar las frases rimadas al público, lo que permite captar a los adultos, encantados de participar en el juego, y por supuesto a los niños. Trabajar con los ‘tesoros de la lengua’ es uno de los objetivos del montaje, una labor cada día más indispensable en un mundo como el nuestro, que tiende a substituir las palabras y la sintaxis por el lenguaje de las imágenes.
Proyecto Caravana lo hace con humor y desde la estética del cabaret dadaísta. Gustó a los espectadores grandes y chicos.