(Felipe Garduño frente a uno de sus teatros)
El grupo de teatro de títeres BIHAR comenzó su andadura en 1979, pero antes había formado parte desde el 72 del llamado teatro independiente en la modalidad de teatro de actor. De lo realizado en esos siete años destaca la obra De profesión metalúrgico,que participó en la 1ª Muestra de Teatro Independiente del Estado celebrada en la Sala Cadarso de Madrid, en la que Bihar fue programado junto a grupos tan importantes como Els joglars de Albert Boadella.
Esta exposición se ha hecho esperar y se ha realizado en el llamado País Vasco-Francés, un pueblo hermano en la lengua, en la cultura y en las raíces, algo que no ha sido ajeno a nuestra trayectoria, tanto por haber actuado en varias de sus localidades como por haber montado El castillo de Urtubi, localizado en Urrugne (Urruña) y popularizado por Pío Baroja en su novela corta La dama de Urtubi,gracias al grupo Azika de Bardoze que ha organizado la exposición.
La exposición acoge ocho de los 35 espectáculos de títeres realizados en estos últimos cuarenta años e informa de cómo se han realizado unas 6.000 actuaciones (con un solo elenco), que han sido vistas por más de un millón de espectadores.
El grupo ha actuado en muchos y relevantes teatros como el Arriaga de Bilbao, el Guggenheim, el Campos Elíseos, el Gayarre de Pamplona o el Principal de Burgos y el de Vitoria…, así como en otros muchos de las respectivas comunidades autónomas. También ha actuado en casas de cultura, en las fiestas de los pueblos, en parques, en plazas, ermitas, en palacios, en museos, en plazas de toros portátiles, en circos… todo ello disfrutando de una profesión en la que nos iniciamos actuando en la calle, cuando, tomando como primera referencia a La Gaviota de Madrid, comenzamos esta apasionante aventura de los títeres.
Todo titerero debe tener en cuenta que la calle es el templo de los títeres y la casa de los titereros. En ella se aprende el oficio y los títeres alcanzan su altura histórica. Sí, es cierto, Bihar también lo ha ejercitado; la sala teatral abre otras posibilidades como la iluminación, la introspección, la atención sosegada y bastantes más. Martintxu y el mundo moderno (1984) fue nuestro primer espectáculo pensado especialmente para interior y un crítico de Logroño, tras una actuación en el Teatro Gonzalo de Berceo, preciosa bombonera, lo calificó como: Magnífico espectáculo de luz y color.
En la primera sala, a la izquierda, puede verse en primer plano una imagen del aquelarre en la cueva de Zugarramurdi que tan maravillosamente describe Pío Baroja en la novela ya citada La dama de Urtubi, cuya figura se puede ver a continuación, sentada sobre su cama.
Una vez ya en la segunda, a un lado se puede contemplar La Odisea y al otro La sirenita, Pinotxo y El mago de Oz, títulos con los que de forma tardía abordamos el cuento tradicional tras un intenso estudio del mismo, principalmente realizado de la mano del ruso Vladímir Propp, autor de los trabajos Morfología del cuento y de Raíces históricas del cuento, así como desde su vertiente psicológica vista desde las diferentes escuelas de la psicología y la psiquiatría.
La Odisea, fue una de nuestras obras de mayor formato y la escogimos para conmemorar los cuarenta años de la compañía en el mundo del teatro (1972-2012, el otro cumpleaños), así como para poner el broche final a mi trayectoria como profesional en el teatro de títeres. Tras pasar por la red de teatros del Gobierno Vasco, fue presentada en el FETEN de Gijón, en los festivales de Tolosa, Sestao… y en Bardoze.
En la tercera sala, en la que junto con el numeroso público asistente a la inauguración fuimos agasajados por el alcalde y la presidenta del Foyer de Jeunes et d’Educación Populaire de esa localidad, se presenta un teatrillo utilizado para mover la segunda versión del grupo de ese clásico de la literatura como es El fantasma de Canterville de Oscar Wilde. La primera versión se movió más por los festivales para adultos, como el del Parque de El Retiro de Madrid, mientras que esta segunda fue representada sobre todo en las campañas de Café Teatro de Bilbao y las grandes localidades que la rodean (incluido nuestro querido Sestao), que como dice la canción popular, dan solera y ambiente a toda Bizkaia entera.
Este teatrillo, además de ser un buen ejemplo del teatro de títeres culto, permite realizar alguna actuación al público asistente, al igual que en el teatrillo de Politxinela. En el primero, el señor Otis, sentado en su mesa, coge la pluma del tintero y le escribe una carta al señor de Canterville para darle la buena nueva de la desaparición del fantasma, y la tranquilidad que les da el no oír el ruido de sus cadenas al deambular por los pasadizos del castillo; luego deja la pluma para coger la campanilla y llamar a la criada, acciones que, generalmente, sorprenden al público.
La exposición concluirá con las visitas guiadas que se ofrecerán a los escolares de esa tranquila y bucólica localidad, acercándoles a la labor realizada por esta compañía durante cuatro décadas en el mundo de los títeres, ofreciendo espectáculos basados en la mitología vasca, en la mezcla de estos con la defensa del medio ambiente, de la literatura clásica, con obras de Ramiro Pinilla, de Antoniorobles (tal como él escribía su nombre), Gloria Fuertes o de Ramón María del Valle Inclán. Como ya se ha podido ver, también hemos trabajado cuentos tradicionales y hemos desarrollado abundantes campañas pedagógicas en el campo del reciclaje y en la educación en valores y prevención inespecífica de la drogadicción dirigida a los más pequeños, esto último durante más de veinticinco años de forma ininterrumpida.
En Bihar, ahora en manos de Ainhoa Etxebarria, hemos trabajado siempre con varias premisas:
- Conseguir la naturalidad a partir de una buena manipulación de los títeres y del concepto del desdoblamiento.
- Considerar que los niños-as tienen una capacidad de comprender mucho mayor de lo que los adultos suponen. Siempre hemos montado nuestros espectáculos pensando en llegar tanto al público adulto como al infantil.
- Lo más importante es el público y echar la función, en pocas palabras, respeto y todo menos suspender.
- Pasión por la formación, partiendo de ser autodidactas por la situación de aquel momento, hemos tenido un intenso proceso de formación a partir de libros, cursillos, contacto con otros grupos, los festivales surgidos a principios de los ochenta, primero los de Bilbao y Sestao, y muy especialmente el de Tolosa con sus exposiciones, conferencias, cursos, publicaciones periódicas… Hemos estado en todas las ediciones de este último festival menos una, así como actuando en medio centenar largo de festivales por toda España.
- Pasión por los títeres, tanto en la construcción de los mismos como por su correcta manipulación. Tal como apuntó Alfred Jarry, el títere queda unido a su constructor por hilos invisibles pero muy fuertes. ¡Cómo no sentir esta pasión si algunas veces, aunque no sean muchas, has sentido que el títere, especialmente el de guante, ha parecido que él te lleva, que se hace autónomo y actúa más allá de tu mandato!
- Una enorme pasión por esa
combinación de la construcción-manipulación con el trabajo de estudio,
investigación, documentación y generosa divulgación en torno al mundo del teatro
de títeres. El ser humano alcanza su esplendor cuando combina el trabajo manual
con la actividad intelectual; en mi
caso, solo manteniendo esa dualidad en sus justos términos encuentro el
equilibrio
emocional.
Desde hace unos seis años nos estamos jubilando unos cuantos titereros que vamos conformando un grupo social dentro del teatro de títeres. Todavía somos pocos, pero, yo al menos, me veo reflejado en estos versos de la canción Ojos de gata, escrita por Enrique Urquijo de Los secretos y popularizada también por Joaquín Sabina:
Comentó por ahí que yo era un chaval ordinario,
pero, cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario.
Felipe Garduño Hernández
Bardoze, 6 de marzo de 2020