Raúl García y Pere Bigas con el mapa de la expansión polichinesca en Europa. Foto de Jesús Atienza
El viernes pasado, 5 de marzo de 2021, tuvo lugar en la Casa-Taller de Marionetas de Pepe Otal un interesante encuentro formal/informal de la figura de Polichinela con una representación del actual colectivo del Taller junto a algunos veteranos titiriteros interesados en el guante y en el personaje. Se trataba de un acto interno de la asociación, no abierta al público en general, organizado por Pere Bigas y Raúl García, de Marionetes Nòmades y Títeres desde Abajo respectivamente, ansiosos ambos de compartir su última experiencia marinera y titiritera, cuando recorrieron con el velero de Pere Bigas el Argos Maltés diversos puertos mediterráneos, con dos paradas esenciales: Nápoles y una isla de Cerdeña.
Según nos contaron ambos marionetistas aventureros, en Nápoles se detuvieron varios meses tras conectar con Bruno Leone e Irene Vecchia para aprender con ellos los secretos técnicos del lenguaje de los guaratelle, la tradición del títere de guante napolitana que tiene a Pulcinella de protagonista. Crearon los títeres adecuados a esta tradición, e incluso se estrenaron en sus labores en varios lugares de Nápoles.
Al alcanzarles el confinamiento pandémico, y sin ganas de vivir encerrados en un camarote durante meses en el puerto de Nápoles, decidieron soltar amarras y dejarse llevar por el azar, que los condujo a una pequeña isla desierta de Cerdeña, llamada Santo Stefano, del archipiélago de La Madalena, habitada solo por una base militar y un barrio residencial turístico vacío de sus huéspedes. Allí, Raúl, Pere y Iona Castells pasaron varios meses de Robinsones, matando el tiempo con ensayos, construcción de nuevos títeres y de un retablo, mientras creaban un programa de títeres On Line de 10 capítulos, pensado para los niños, de ambiente marinero con el Argos Maltés como protagonista principal, junto a las marionetas piratescas del espectáculo de Pere Bigas ‘El tesoro del pirata’ (ver aquí).
Sobre la aventura del Argos Maltés en la isla sarda, vean este reportaje publicado en Putxinel·li aquí.
Al llegar a Barcelona, cargados de tantas aventuras y emociones, se entiende que ambos titiriteros quisieran mostrar el resultado de sus andanzas. Se sumó a ello la presentación de un mapa que Pere Bigas había visto, creado para la exposición Le Strade di Pulcinella (versión italiana de Rutas de Polichinela, exposición creada por el TOPIC de Tolosa a partir del libro de Toni Rumbau), que se presentó en Pordenone y Cordenons, en la región del Friuli (ver reportaje de la misma aquí), en una producción de la compañía Ortoteatro y comisionada por el titiritero Walter Broggini.
Fue Broggini quien mandó a Bigas el archivo para poder imprimirlo y enmarcar luego, como hizo en efecto el titiritero de Barcelona. En él se muestra el despliegue de las figuras polichinescas en toda Europa.
Asistieron al encuentro de Barcelona, además de los citados Pere Bigas y Raúl García, los titiriteros Eugenio Navarro, Néstor Navarro, Xesco Quadras, Mikel Ferlandino, otros miembros de la asociación del Taller de Marionetas de Pepe Otal, como Laura Cortés, Agathe Cotte, Christian Gustavo, entre otros, el fotógrafo Jesús Atienza, quien suscribe estas líneas, y algunas personas más que se sumaron al evento.
Fue muy emocionante escuchar de viva voz la aventura de los dos titiriteros embarcados en el Argos Maltés con la marinera-actriz Iona Castells, sus días pasados en Nápoles donde compartieron con sus colegas partenopenses experiencias y trucos ancestrales, y luego su estancia en la misteriosa isla desierta, un parque natural paradisíaco, vacío, como se ha dicho, por la pandemia.
Hubo intercambio de opiniones con los veteranos asistentes, sobre la figura de Polichinela y sus múltiples parientes europeos. Quedó claro que era un asunto mucho más complejo de lo que parece a simple vista, destacando la gran riqueza de matices y diferencias que existe en este campo tan fértil del Teatro Popular de Títeres de Guante en Europa.
A continuación, Néstor Navarro nos deleitó con unas rutinas llenas de gracia de su personaje Pipa, un héroe inventado a la manera polichinesca —habla con la lengüeta y comparte no pocos rasgos de sus colegas europeos—, como es propio que ocurra en la tradición catalana, donde cada maestro solía y suele crear sus propios personajes principales.
Tras Néstor, le tocó el turno a Pere Bigas, quien realizó con buen ritmo y maestría un fragmento de unas rutinas clásicas de los guaratelle aprendidas en Nápoles, con Pulcinella y el Cocodrilo en acción, más la intervención de un divertido Señor Ramon —personaje catalán por antonomasia, con su conocida canción de subido tono misoginista— que recibió el merecido correctivo cachiporrero, especialmente en fechas tan señaladas como las actuales, inmersas de lleno en el tema del Me Too.
Se detuvo Pere para dejar paso a Raúl García, quien continuó la rutina, ahora con el número del muerto —el señor Ramón— que Pulcinella quiere poner en el ataúd. Lo hizo muy bien el de Títeres desde Abajo, con buen dominio de los tiempos, dando paso a la escena final con la Muerte, bien resuelta por el diestro de Madrid.
Un encuentro que satisfizo enormemente a los presentes, llegando a la satisfactoria conclusión de cuán necesarios y útiles pueden llegar a ser este tipo de actos, al juntar generaciones distintas entre sí, y abrir la caja de los debates para que cada uno diga la suya y todos aprendamos unos de los otros.
El ojo avizor del fotógrafo Jesús Atienza no perdió la ocasión de inmortalizar algunos de los momentos de las actuaciones realizadas.