(Imagen de ‘Solamar’, de Simona Ferrara, Martina Nova y Roberto Vigliotti. Imagen Pendientes de un Hilo)

Tuvo lugar del 25 de octubre al 5 de noviembre de 2023 la VIIa edición del Festival Pendientes de un Hilo en el Teatro Pradillo de Madrid, la histórica sala fundada por La Tartana en los años ochenta, la misma formación que hoy, liberada de las responsabilidades de gestión del teatro, organiza el Festival bajo la dirección de Elena Muñoz y que utiliza la Pradillo como el espacio principal, aunque no único, de sus actuaciones. Tuve la suerte de participar en la presente edición con mi conferencia-espectáculo El Titiritero, el Doble y la Sombra, que debo decir gustó mucho al público que llenaba la sala.

Pero igual o aún más placentero fue participar en esta operación que el Festival organiza desde hace cinco años, la llamada Plataforma de Lanzamiento, por la que se invita a un número determinado de compañías emergentes (ocho en este caso) a presentar sus proyectos todavía en fase de ensayo y producción, frente a un público compuesto de titiriteros veteranos y de especialistas teatrales de renombre, con el fin de promover un intercambio de opiniones entre ellos y los artistas participantes.

He aquí los nombres de los susodichos titiriteros y especialistas que participaron como observadores y comentaristas:

– Marzia Scala, del festival Incanti de Torino
– Marek Żurawski, International Festival of Puppet Theatres and Animated Films for Adult «Puppet is a Human too, de Varsovia (Polonia)
– Laurentiu Plesa, director del Merlin Theatre for Children and Youth de Timisoara (Rumanía) y director del festival Internacional de Animación Under the mask
– Juan Muñoz, director de La Tartana Teatro
– Manuel Román, fundador de Muñecos Animados
– Eduardo Guerrero, fundador de Jujurú Teatro y profesor del CREA (laboratorio del Teatro de Títeres del Retiro)
– Adrián Sepiurca, director de 21 Distritos
– José Luis Luque, de Elfo Teatro)
– Toni Rumbau, director de la revista Titeresante
– Eudald Ferre, director del Festival Guant – Pepus Serrat, director de la cía. Pengim-Penjam
– Guillermo Gil, director artístico del Teatro de Títeres del Retiro
– Beatriz Torres, directora de Espacio Abierto

Foto de familia de todos los asistentes. Imagen Pendientes de un Hilo

Pudo así este cronista constatar el buen momento que atraviesa el sector del TTVO (Teatro de Títeres, Visual y de Objetos) en sus franjas más jóvenes, con propuestas la mayoría muy interesantes, que demostraron que existe en Europa un verdadero relevo generacional de creadores ansiosos de internarse por terrenos innovadores en los lenguajes de las artes escénicas de carácter visual y figurativo. He dicho en Europa porque muchos de los participantes eran jóvenes actores titiriteros procedentes de distintos países europeos, siendo Andalucía la región con más presencia de los de aquí.

Las 8 propuestas presentadas fueron las siguientes:

– Fanny Davio, del Collectif des Pipettes, con Oxygenoterapia Hyperbarica
– María Opera, de la Cia. Lamerimè, con Fugaz
– Sara Martínez Lázaro y Alex Allison, con Claudette
– Simona Ferrara, Martina Nova y Roberto Vigliotti, de Cuna Teatro, con Solamar
– Diana Siru, de la Cía.Plangere, con En(vol)és
– Léa Tafforeau, con Happy coach 3000
– Rosa del Cerro, Lola Montiel e Inma Pinillo, del colectivo Tresgracias, con Wendy también vuela
– Cristina Grandi y Marco Simonetta, de Migrazioni Artistiche
, con Oltre l’abbandono

En esta crónica nos gustaría comentar someramente las ocho propuestas vistas en el Teatro Pradillo los días 25 y 26 de octubre, de 10h a 14h de la mañana, afín de destacar sus trazos más llamativos e interesantes.

Todas las imágenes fijas de este reportaje están extraídas de los vídeos filmados durante las presentaciones por el Festival Pendientes de un Hilo.

Collectif des pipettes con Oxygenoterapia Hyperbarica

Ante un título tan singular como críptico, que nos llegó de Bélgica con un equipo formado por Fanny Davio, Léa Tafforeau, Sol Melnick y Johanna Houri, se impone averiguar cuál es el significado de Oxygenoterapia Hyperbarica.

Fanny Davio en su presentación. Imagen Pendientes de un Hilo

Según nos indica la Universidad de Valladolid en su Repositorio Documental (ver aquí), consiste en respirar un 100% de oxígeno (puro) en un espacio especial llamado cámara hiperbárica. La presión del aire en el interior se eleva a un nivel superior a la presión del aire normal. El aumento de la presión del aire en la cámara ayuda a los pulmones a obtener más oxígeno…

Y según nos contó la actriz conductora de la experiencia, Fanny Davio, su experimento consiste en algo tan simple como inyectar presión a la materia, sea esta viva o inanimada, y ver cómo esta teatral Oxygenoterapia Hyperbarica actúa cuando es aplicada en contextos no terapéuticos sino en escenarios de experimentación científica, buscando los efectos de la Presión y de la Descompresión.

Fanny Davio en su presentación. Imagen Pendientes de un Hilo

Como es fácil imaginar, se trata de una interesante fabulación pseudocientífica que más que nada explora las resonancias metafóricas de los distintos experimentos, efectuados alrededor de un conjunto de instalaciones, por las que los espectadores deambulan mirando de cerca cada uno de los tanteos realizados.

¿Qué ocurre cuando una cara, encerrada en una cárcel de barrotes o de gruesos muros de piedra, se descomprime para poder deslizarse por un agujero o por un intersticio de la pared?

Lo más interesante de la propuesta fue, a mi modo de ver, la presencia distanciada e inteligente que mostró Danni Davio en su rol de falsa mujer científica que iba explicando, con un escueto, frío y convincente lenguaje pseudocientífico, el meollo de cada experiencia, que ella misma ponía en marcha con los distintos aparatos de cada instalación. Una distancia que resultaba tan inquietante como atractiva, de alguien que se halla a muchas leguas de distancia.

Fanny Davio en su presentación. Imagen Pendientes de un Hilo

Lo que para muchos fue un desfile metafórico de sentimientos y emociones relacionadas con la presión y la descompresión psicológicas -lógicos efectos de depresión y sus estados adyacentes-, puesto en boca y en la figura de la actriz, resultó poseer una rica ambigüedad que, con los ensayos finales de la propuesta, seguramente irá todavía mucho más lejos. Una ambigüedad inquietante, que nos hablaba de sentimientos ‘físicos’, es decir, cosificados u objetivados, de modo que los espectadores podíamos verlos como quien ve un ratón en una vitrina de laboratorio, o un mono en una jaula del zoo. Un modo contundente de distanciarse y de observar lo que con tanta contumacia descarría y acaba envileciendo los comportamientos humanos.

Como dice la misma Fanny Davio:

La experimentación está en el centro de este proyecto, y adopta muchas formas dependiendo del lugar donde se lleve a cabo el laboratorio. El proyecto está a caballo entre la exposición, la instalación y la performance, y está diseñado para ser itinerante. Las reacciones de la materia, como la dureza, la resistencia o el aplastamiento, están en el centro del proyecto, materia que es también una metáfora de la presión y la depresión en todos sus aspectos psicológicos

Fanny Davio es una joven artista belga de Namur, que acaba de graduarse en el Máster en Artes de la Marioneta organizado por ARTS2, la Academia de Tournai y la Maison de la Marionnette de Tournai. Tras estudios iniciales de escultura en La Cambre, de Bruselas, descubrió luego el mundo de la marioneta, que cambió su enfoque de las artes visuales.

Mis materiales favoritos son la piedra, el musgo, la madera, las tuberías de agua y las materias primas recicladas. Los títeres me abrieron al uso de la figura humana, que ahora sitúo en el centro de mi práctica. 

Un atractivo proyecto que conjuga inteligentemente humor sutil, inquietantes resonancias de pseudociencia e hiper-distanciada reflexión sobre la depresión humana.

Cía. Lamerimè, con Fugaz

María Opera es la autora e intérprete de esta honesta y sensible propuesta unipersonal de teatro de títeres y objetos. Nos encontramos ante una actriz procedente del mundo del circo contemporáneo, y más concretamente de la disciplina del trapecio, que ha practicado en Nápoles, su ciudad natal, y luego en la Nave de Sevilla. Tras regresar a Nápoles para estudiar en la Accademia Mediterranea di Mimo Dramma, se instala de nuevo en Andalucía, donde reside actualmente. Allí ha profundizado en los ejercicios de trapecio estático y cuerda lisa en la escuela CAU de Granada, aunque también aprende en la escuela de teatro Remiendo, donde cultiva su nueva pasión por el teatro de objetos y de títeres.

Maria Opera en su presentación. Imagen Pendientes de un Hilo

Ha querido expresar María Opera un universo de sentimientos alrededor de la figura de los abuelos cuando estos llegan a sus límites vitales y uno de ellos muere. Y lo hace con una cabal puesta en escena muy sencilla centrada en dos espacios separados por sus dimensiones: en una, la maqueta de la casa donde viven los abuelos, situada sobre una mesita, en la otra, sus dos habitantes en sus dimensiones naturales. La primera se configura como el espacio simbólico de los sentimientos narrados, el segundo es directamente el espacio humano de estos sentimientos: dos títeres de tamaño grande con su manipuladora detrás a la vista. Es decir, la misma escenografía establece por contraste de sus dimensiones, la distancia que la escena quiere crear, afín de poder explicar las diferentes situaciones anímicas de los dos personajes. Aunque en realidad podríamos decir que hay tres, pues la misma titiritera combina el rol de animadora de los títeres con el de su cuidadora, lo que induce a pensar al público que debe existir una relación parental entre ellos: ¿es la hija, o la nieta?

Imagen Pendientes de un Hilo

La obra habla de los recuerdos, de la memoria y de la edad avanzada cuando se acerca irremisiblemente a la muerte. En efecto, uno de ellos muere, y el otro se queda solo y desamparado. Todo ello se explica con sencillas transiciones entre los dos espacios escénicos, que marcan el paso del tiempo. Una propuesta aún en fase incipiente que trata de sentimientos y de las verdades irrefutables de la vida, que culminan irremisiblemente con el fin de ella. En definitiva, sobre la fugacidad de la vida, como su título indica. Dice su autora:

Imagen Pendientes de un Hilo

Parece que nada cambia, pero sí, sí cambia. Todos somos Estrellas fugaces que dejan su estela en otras personas y lo más complicado es enfrentarse con la eternidad de los recuerdos y de la espera.

Maleta Company y Cie. Balancetoi, con Claudette

He aquí una propuesta que maravilló a los asistentes a la Plataforma, a cargo de dos jóvenes actores malabaristas que combinaron ejercicios de bolas con una marioneta que la española Sara Martínez llevaba colgada del cuerpo, construcción suya con la supervisión de Natasha Belova. Con su compañero de escenario, Alex Alison, efectuaron maravillosas combinaciones malabaristas, de una dificultad enorme, al menos para los neófitos, teniendo en cuenta que ella solo disponía de una mano, que figuraba ser la de la señora Claudette, porque la otra sostenía su cabeza.

Imagen Pendientes de un Hilo

Lo peculiar es que, sin mediar palabra alguna y solo con los movimientos malabares, ambos cómicos consiguieron dar vida a Claudette con una personalidad clara y rotunda, la de una anciana a la que, a pesar de su edad, no se le escapa nada. Los espectadores creamos así una gran empatía con ella, mientras los dos jóvenes que la acompañaban hacían de las suyas. Un trío circense que combinaba con sutileza su enorme virtuosismo malabarista para dar vida a tres personajes diferenciados, con el gran protagonismo de la anciana Claudette, sin duda la estrella de la función.

Pudimos constatar como, sin mediar palabra alguna, el ejercicio malabar se iba configurando como una metáfora de los hábitos cotidianos de la convivencia, cuando esta es vivida como un arte asociado al juego y que requiere su propia disciplina. El resultado es la revitalización de las rutinas y de las intimidades convivenciales, gracias a este esfuerzo de imaginación realizado por los dos artistas malabaristas, a través de la marioneta y del juego con la idea del doble que ofrece.

El muñeco utilizado es un títere híbrido de tamaño humano que utiliza las piernas de la titiritera para caminar. Como contó Sara, autora de la propuesta, la idea está inspirada en su propia abuela, fallecida a los 95 años, entregada a los demás y que siempre había soñado en ser artista.

Dice la propuesta:

Tanto el circo como los títeres tienen el superpoder de hacer posible lo imposible. Los títeres juegan entre la realidad y la ficción. Nos permiten otra forma de comunicación, son intermediarios entre humanos. Pueden romper las reglas, ir más allá, decir cosas que los humanos no pueden decir. El circo también es transgresor, desobedece la ley de la gravedad, las leyes del equilibrio.

Imagen Pendientes de un Hilo

El malabar que se ofrece en este espectáculo es un malabar sensible. La importancia no es la cantidad de objetos que se lanzan al aire sino la ligereza y la gracia con que se manejan los objetos, pelotas en el caso de Claudette.

Quedamos todos impresionados de la madurez del proyecto, que aún requiere de más tiempo y ensayos para conseguir que la obra tenga una duración apropiada como espectáculo independiente. Los asistentes vimos un precioso ejemplo de cómo el rigor y la disciplina que exigen los malabares, aplicados a los títeres, pueden alcanzar resultados de gran altura.

Simona Ferrara, de Cuna Teatro, con Solamar

La titiritera y artista plástica Simona Ferrara es la creadora del proyecto «Solamar», un espectáculo en proceso de creación, que mezcla la magia del teatro de figuras con la elegancia de la acrobacia aérea. Una disciplina que Ferrara aprendió en Argentina en el año 2002, cuando descubrió su pasión por la expresividad del movimiento acrobático, que pronto combinó con la danza. Instalada en Turín desde 2021, gestiona un espacio de creación y formación donde artistas y aficionados pueden acercarse al circo contemporáneo. Muy interesada por el teatro de figuras, estudia construcción con el gran maestro Stephen Motram, y crea espectáculos de marionetas que le permiten viajar por el mundo. Actualmente reside en Granada, donde dirige la asociación La Buia, un espacio cultural dedicado a la creación artística, la formación, eventos culturales y espectáculos.

Imagen Pendientes de un Hilo

Inspirado en la novela The Old Man and the sea de Ernest Hemingway, el proyecto de espectáculo presentado busca plasmar la relación entre el mundo marino y el terrestre, entre el hombre y el mar. Habla de los retos a los que ambos tienen que enfrentarse diariamente, las emociones y la simbiosis que surgen entre ambos.

Se apoya en la música de Roberto Vigliotti, músico turinés, que gusta experimentar con nuevos sonidos.

Imagen Pendientes de un Hilo

La escenografía, que cambia en las distintas escenas y va adoptando diferentes formas, propone imágenes que recuerdan la imaginería visual de los dos mundos. Y es a través de un enfoque multidisciplinar, que la obra busca llegar al público invitándole a sumergirse en esta relación entre el hombre y la naturaleza, a escuchar y sentir el ritmo natural entre ambos, como indica la propia compañía.

Imagen Pendientes de un Hilo

El despliegue escénico se divide en tres partes. En la primera, vemos intrigantes imágenes fragmentarias de lo que podría ser los camarotes en el interior de un buque, o quizá en el interior de las personas que luego veremos deambular por el escenario, o en la intimidad de sus propias casas, antes de embarcarse. Imágenes enmarcadas en los cubículos aéreos de la escenografía.

Imagen Pendientes de un Hilo

En la segunda parte, hay un atractivo manejo en el que los tres actores arman la estructura para dotarla de lo que podrían ser las cuerdas y los cabos que la convierten en un navío, pero que también son los arneses circenses por los que Simona Ferrara sube para sentarse en un trapecio que cuelga en el vacío, envuelta entre cuerdas que los dos otros actores van tensando o destensando. Son momentos de preciosa suspensión literal y poética, con el trapecio marcando el vaivén del oleaje marino mientras la actriz funambulista ejerce sus funciones de otear los horizontes. Un ejercicio que permite a Ferrara ponerse en la misma piel del barco o de la barca, unificada en sus cabos y aparejos.

Imagen Pendientes de un Hilo

La tercera parte se centra en el elemento marino, al ponerse los tres actores las impactantes máscaras de unas grandes cabezas de pez, primero arrastrándose por los suelos para alzarse luego llenando todo el espacio. Son momentos mágicos, donde se expresa el misterio profundo del mar y de sus habitantes con un atractivo fondo sonoro creado por Roberto Vigliotti.

Lo que vimos en La Pradillo son simples fragmentos de una obra en proceso de construcción, que en sí mismos mostraron una enorme potencia evocadora con una gran carga poética, lo que augura sin duda un desarrollo futuro del proyecto tan fascinante como evocador.

Compañía Plangere, con En(vol)és

La compañía francesa Plangere, dirigida por Diana Siru, es la responsable de este proyecto de fuerte contenido político-histórico, al tratar el caso de mujeres embarazadas hechas prisioneras durante la Guerra Civil española, a las que muchas veces se les robó el hijo tras parir en la cárcel. Una temática terrible, todavía bastante desconocida, pero de una espeluznante realidad, que las actrices francesas de Plangere ponen en escena a través de un duro y dramático rito escénico.

Imagen de ‘En[vol]és’. Imagen Pendientes de un Hilo

Nos encontramos ante una compañía, Plangere, que ha tenido como objetivo desde sus inicios la búsqueda de un lenguaje artístico común, para lo cual su condición de mujeres-artistas es fundamental. Su impulso ha sido contar historias íntimas, de diferentes procedencias y países. Su misma condición de mujeres extranjeras en Francia ha sido el detonante de este deseo de cruzar sus orígenes con sus respectivos aprendizajes. Y para ello, eligen unificar el trabajo de máscaras, títeres y actuación convirtiéndolo en un solo lenguaje.

Imagen Pendientes de un Hilo

Su punto de partida es plantearse quiénes somos, dónde estamos y qué queremos contar, como mujeres, como artistas, como ciudadanas. También manifiestan su particularidad de ser actrices de formación, la misma Diana Siru, antes de ser titiritera, realizó una formación muy completa de actriz en la escuela de actores de Canarias (dramaturgia, voz, interpretación, movimiento). Para Plangere, el títere actúa y convive en el escenario al mismo tiempo que nosotras estamos habitadas por nuestros personajes. Títeres y actrices forman parte del mismo reparto.

​En[vol]és mezcla teatro, máscaras, títeres y canciones. Está concebida como homenaje a una tragedia colectiva, el caso de los bebés robados en España durante la dictadura franquista. La heroína, Joaquina, inicia un viaje interior que permite explorar diferentes momentos de su vida. Instantes de vida que transcurren al mismo tiempo de los diferentes cantos, arrorrós de diferentes partes del mundo. Canciones que tienen la función de un coro griego, para recordarnos colectivamente el sufrimiento de esta mujer después de dar a luz a un niño que nunca ha visto ni verá.

Imagen Pendientes de un Hilo

La obra utiliza imágenes muy potentes con la ayuda de sábanas que dotan de anonimato a los personajes y permiten transformaciones como el paso de Semana Santa que nos traslada a la España Negra del imaginario europeo, que aquí simboliza el retorno al oscurantismo religioso que trajo la Dictadura Franquista. Una propuesta que busca la catarsis liberadora de una represión histórica revivificada.

Un interesante proyecto de militancia feminista que nos muestra las lacras de un pasado retrógrado en el que las mujeres sufrieron terribles abusos todavía hoy por desvelar.

Happy coach 3000, de Léa Tafforeau 

La francesa Léa Tafforeau presentó una propuesta en la que busca plantear la invasión de los artefactos digitales que se aprovechan de la fragilidad humana de las actuales sociedades para manipularlas y someterlas a su dominio, con sus ofertas de alcanzar la liberación y la felicidad a bajo precio. El ejercicio se presentó en colaboración con Sol Melnick, Johanna Houri y Fanny Davio.

Imagen Pendientes de un Hilo

En efecto, una mujer joven aquejada de una inconsistente endeblez se deja seducir por una oferta en línea que promete la solución de sus problemas existenciales. En un clic compra el aparejo y al poco rato llega el paquete de la empresa expendedora. Una pantalla conectada con cable a una cabeza parlante.

Un episodio de ficción que sin embargo sale de la pura realidad de muchas de las ofertas hoy en boga. El asunto solo puede acabar en una verdadera posesión de la joven incautamente seducida por lo fácil. En el fondo, una metáfora de nuestro mundo, sometido a esta posesión colectiva que ejerce el consumo, la publicidad y las ideologías políticas y religiosas a las actuales poblaciones humanas.

Imagen Pendientes de un Hilo

Lo realiza Léa Tafforeau mediante un convincente ejercicio interpretativo en el que va pasando por las diferentes etapas de su proceso de posesión -o quizá de desposesión- liberadora: se libera de sí misma -deja de ser quien es- y se transforma en lo que el artilugio digital quiere que sea: alguien bailando al son de la banal música de la felicidad.

Un convincente proceso de cambio que la intérprete efectúa en escena, mostrando el poderío de este vacío colonizado por las plataformas digitales y sus ofertas de universos de ficción liberadora.

Imagen Pendientes de un Hilo

Como dice la propia Léa Tafforeau :

En este proyecto he querido poner en relación las Artes de la Marioneta y las técnicas propias a las Artes Digitales. Lo que me llevó a desarrollar y abordar los siguientes temas: nuestra propia relación con la esfera digital, es decir con los objetos conectados, con las redes sociales, con Internet y la influencia que estas herramientas tienen sobre nuestra vida personal y nuestra felicidad.

Un trabajo en marcha que plantea problemas de suma actualidad.

Tresgracias con Wendy también vuela, a cargo de Rosa del Cerro, Inma Pinilla y Lola Montiel

Sin duda nos encontramos ante de una de las propuestas más sólidas presentadas en la Plataforma, con un trabajo extraordinario de las tres actrices que lo llevaron a cabo.

Se trata de un colectivo artístico surgido en Sevilla a partir de la unión de Rosa del Cerro (actriz, dramaturga y directora escénica) y Lola Montiel (escenógrafa, escultora y constructora de títeres) con el objetivo de crear juntas proyectos dentro de las artes escénicas donde el papel de la mujer sea protagonista, bien como creadora, bien como temática.

Imagen Pendientes de un Hilo

Han creado ya el monodrama cómico Si yo te contara, estrenado en el Encuentro Territorial de Mujeres en Valverde de Mérida, sobre la visibilidad de la mujer en la tercera edad. (2022). También Pepa y Riego, espectáculo con títere híbrido sobre el papel del general Rafael del Riego, una obra de formato medio encargado por el Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan para la recreación histórica del pronunciamiento de Riego (2023). Y continúan con el working progress de su obra de gran formato Wendy también vuela, proyecto que fue seleccionado para la Residencia artística Zalona en Segura de León (Badajoz) en octubre de 2023. Durante esa estancia se comenzó con la investigación escénica, talleres con mujeres y cuidadoras sobre el teatro y autocuidado, y donde realizaron acciones callejeras.

El proyecto se centra en el tema de los cuidados que necesitan ciertas personas y en el frágil y difícil mundo de las cuidadoras, dando palabra y luz a este asunto tan importante y a la vez tan escondido en la intimidad de los hogares.

Vale la pena escuchar las palabras de sus creadoras sobre el proyecto:

La obra cuenta la vida de Wendy, una joven veladora que no para de tejer y que tendrá que acompañar a una serie de pacientes en su etapa más dependiente para poder conseguir “loquetodoelmundodesea”.

Los pacientes no tan pacientes están representados por títeres de tamaño natural, que al igual que las personas dependientes, necesitan de alguien; estos títeres cobran vida gracias a una actriz manipuladora que da aliento y movimiento a estos personajes. Los personajes dependientes de la obra (Bebé, Stef y Pepita) son títeres diseñados y construidos por Lola Montiel. Todos se han realizado con una estética realista contraria al personaje de Wendy, mucho más fantástico y caricaturizado. Cada uno de estos títeres ha sido diseñados, tanto estética como técnicamente, basándonos en las historias que hemos creado para ellos.

El elemento escenográfico principal utilizado es la lana, una manta gigante hecha de punto que cobija y al mismo tiempo encarcela a nuestros personajes. Esta instalación se ha creado gracias a la colaboración de muchas mujeres que han tejido y aportado sus vivencias con nosotras.

Imagen Pendientes de un Hilo

Como puede verse, un trabajo muy riguroso de preparación que, gracias a la naturalidad con la que se desenvuelven las actrices y al enorme desparpajo con el que se expresan las tres actrices titiriteras, dotadas de una ‘gracia’, valga la redundancia, y una inventiva exquisitas, más la impecable manipulación que se hace de los muñecos, se convierte en una valiente y honesta catarsis en la que el humor más fresco propio de la comedia se combina con reflexiones y sentimientos de una gran verdad y que no rehúyen la complejidad humana y emocional del asunto. De este modo, los muñecos y sus relaciones se transforman en unas metáforas preciosas, que disparan la imaginación creativa de todos.

Cristina Grandi y Marco Simonetta de Migrazioni Artistiche con Oltre l’abbandono

Terminó la presentación de proyectos con una propuesta fruto de la colaboración de dos jóvenes artistas italianos, ambos entregados al cruce de distintas disciplinas de donde surgen sus universos creaticos puestos en conjunción.

Imagen Pendientes de un Hilo

Por un lado, Cristina Grandi, hoy residente en Madrid, bailarina y filósofa italiana, licenciada en Filosofía por la Universidad de Turín. Paralelamente a sus estudios universitarios, estudió danza e inició su carrera en el colectivo Artemovimento de Turín, donde se dedicó a la danza contemporánea y a la danza teatro. Más tarde, deseosa de consolidar su base técnica, se formó en danza clásica con Giulio Cantello (Teatro Nuovo, Turín) y Cristina Viotti. Paralelamente, prosigue su formación en danza contemporánea participando en seminarios de verano organizados por Silvana Barbarini en Toscana y Francia. Profesionalmente, se forma en danza contemporánea con la compañía Elephant in the Black Box de Madrid, dirigida por Jean-Philippe Dury. También participa en el proyecto Comunidad Efímera, dirigido por la coreógrafa y bailarina Poliana Lima y Checho Tamayo.

Imagen Pendientes de un Hilo

Por el otro lado, Marco Simonetta, escultor, compositor y escenógrafo apasionado por la intersección entre las artes y las ciencias. Su educación en biología en la Universidad de Pavia influyó en su trabajo, fomentando su apreciación por la naturaleza y la ciencia, lo que a su vez ha alimentado su creatividad y ha inspirado su arte. Estudió biología molecular en Turín, a fin de entender los complejos procesos generativos de la naturaleza, lo que ha informado su enfoque de la composición e improvisación musical, así como su técnica de modelado en arcilla. Su interés también se extiende a los fenómenos ópticos físicos, que explora a través del trabajo con la luz en la escenografía. En el aspecto musical, ha realizado actuaciones en vivo de música electrónica improvisada con el colectivo «Sintetica», en Turín.

Imagen Pendientes de un Hilo

Como puede verse, dos biografías marcadas por el trabajo multidisciplinario, confirmando una vez más esta tendencia irreversible de la creación contemporánea en el campo del teatro visual y de figuras. Dos jóvenes figuras que parecen haber sido tocadas por la varita mágica de la musa Inspiración, entregados fervorosamente a su labor creativa.

El proyecto presentado, inspirado en la poesía de Tommaso Giordani, utilizará las esculturas de Marco Simonetta en el escenario, y busca explorar el tema del abandono a través de un mundo de fantasía antaño poblado por humanos, ahora extinguidos desde hace varias eras.

Siguen diciendo los autores:

Durante la Gran Migración, asistimos a la dolorosa decisión de una madre Quattrampa de abandonar a su cría, condenándola a una muerte segura a manos de sus depredadores naturales, los Janes. Este acto, con un profundo significado enraizado en la biología y la ecología, representa un comportamiento más allá de las capacidades humanas, a menudo ligado a una dimensión emocional y sentimental que limita y condiciona la elección en su vertiente instintiva. Para subrayar este concepto, madre e hijo se presentan precisamente como miembros de una especie imaginaria y no como seres humanos. El tema del alejamiento del antropocentrismo se pondrá de relieve mediante el uso, por parte de la intérprete, de un disfraz que modifica sus formas, intentando evocar la esencia del mundo vegetal y animal. En un intento de permanecer fieles a este tema, se omitirá el texto del poeta, ya que la palabra también representa un elemento profundamente humano.

Imagen Pendientes de un Hilo

La presentación escénica se realiza entonces a través de un juego de sonidos, luces y sombras, gestos y danza. A su vez, está previsto usar mecanismos inusuales construidos a partir de piezas de bicicleta para el movimiento de las luces con el fin de simular los principios de síntesis sonora de los sintetizadores utilizados para la parte sonora, jugando así con efectos ópticos de impacto sobre el intérprete y las esculturas. La danza y la iluminación se basan en la técnica de la improvisación.

En la presentación no estaban las esculturas, aunque sí pudimos verlas en las proyecciones ofrecidas por Marco Simonetta, lo que nos permitió catar la atmósfera buscada por la propuesta, con la sombra de Cristina Grandi tras una gran pantalla, y un atractivo juego de luces que daba profundidad a la escena. Fue más lo imaginado que lo visto, pero las palabras de ambos artistas y la fascinación provocada por sus imágenes, despertaron a los asistentes las ganas de ver el proyecto acabado y puesto en escena.