(Instalación artística de Isidro López Aparicio en una calle de Vilches. Foto Festival)

Josep María Esquirol, en su ensayo La Resistencia íntima, elogia la sencillez y los afectos compartidos, la importancia de lo doméstico y lo cercano, de construir mundo a partir del gesto de cobijar. Más allá o, en suma, de la la necesidad de que proliferen más marcos que acojan el teatro de objetos y su hibridez con el cuerpo y el territorio, C.O.S.A no es solo un programa de exhibición, sino una casa que acoge proyectos y personas que vienen a compartir un tiempo presente. Una casa que vio crecer al artífice del Festival y que lo recibe con los brazos abiertos junto a un equipaje de objetos, artistas, público foráneo y memorias compartidas.

En esta primera edición, el director del evento, Alberto Conejero, junto a su equipo, siembra las raíces de un proyecto que, tras conocer a la vecindad de Vilches, no hay duda que crecerá con muchos cuidados. Una siembra que se inicia por la memoria, una serie de proyectos alrededor de esta temática y la conexión con los lugares que habitamos, un símil de lo que para Alberto puede suponer levantar este proyecto en esta tierra que le vio crecer.

Encuentro con los artistas participantes. Foto Festival

Un acierto indudable abrir esta primera edición con Conservando Memoria de El Patio Teatro, ese homenaje a las abuelas y a los abuelos y al terruño compartido, pero no menos Cosas que se olvidan fácilmente de Xavi Bobès, compartido en una casa-cueva que parecía el hogar origen de esta belleza de la memoria, o el taller de Andrea Reboredo, siempre insuflando magia y recuerdos a los objetos, Poi, de Cía. D’es Tro, que puso a las vecinas en una situación de humor y sorpresa memorable o Luz Arcas/cia. La Pharmaco, con Mariana, que lo sorprendió y les abrió a otros lenguajes. Tampoco se olvidaron en C.O.S.A de las nuevas creadoras, compartiendo la frescura y lucidez del trabajo de Laura Santos Cía. Almealera con su espectáculo Una rueda que da vueltas y los grandes referentes de la escena internacional, con TAMTAM Objektentheater, que llevan encontrando y dando vida a objetos cotidianos desde el año 1979.

El programa. Foto Sara Serrano

En esta vocación del festival de poner en valor el patrimonio del pueblo y llevar la escena más allá de los espacios convencionales, hemos estado en cuevas, molinos, plazas y en un rincón delicioso de la población, donde de repente, por arte de artistas, en este caso concretamente de Isidro Aparicio, una farola se reconvierte en una pieza escultórica que alberga, en una foto familiar, a locales y visitantes para congelar una imagen colectiva que ya formará parte de la memoria de Vilches. Una población que, a brazos abiertos, irá sumando una particular historia de cositeros a la suya propia. La belleza de la colectividad. 

Andrea Reboredo. Foto compañía

Alberto, qué habrías pensado de niño, paseando por tu pueblo, al encontrarte con C.O.S.A?

Creo que los niños saben bien el misterio que encierran las cosas, aun las más cercanas. Quiero creer que el Alberto niño hubiera sentido COSA como una fiesta de la imaginación.

Luz Arcas/cia. La Pharmaco. Foto compañía

¿Cómo te gustaría que el pueblo de Vilches se sintiera en relación al Festival? ¿Y de qué manera quieres que esté situado en relación al mismo?

Quisiera que el pueblo sintiera el festival como una más de sus fiestas, de sus fechas señaladas en el calendario, que se considerasen no sólo cómplices y espectadores sino hacedores del festival. Es una propuesta ideada desde y para ese lugar; desde el principio tuve claro que no se puede llegar como en paracaídas con un festival ideado fuera sino que había que preguntarle al territorio qué festival deseaba.

¿Cómo fueron las primeras reacciones cuando comenzaste a rumiar el proyecto y a trasladar la idea a la gente de Vilches?

De extrañeza, ya desde el nombre elegido para el festival. Nada de “Festival Internacional de Teatro de Objetos y Sitio Específico de Andalucía”, no, C.O.S.A, el COSA, la COSA, un nombre cercano, humilde. Creo que esa extrañeza fue buena. También he decir que he sentido en todo momento la confianza de mis paisanos y también el apoyo de la Diputación de Jaén. Si no hay confianza, si no hay fe, las cosas no salen, el COSA no sale…

Xavi Bobés. Foto compañía

¿De qué manera llegaste a la actual selección del programa? ¿Qué motor común se respira en él? ¿Y cómo crees que lo ha recibido el público?

Quise hacer una primera edición dedicada a los recuerdos y a la memoria: de nuestros mayores, del territorio, de las labores agrícolas, etc.; porque deseaba que esas propuestas avivaran las memorias propias del territorio y de sus gentes. En cada edición habrá una propuesta de Cuerpo, de Objeto y de Sitio Específico, por eso somos C.O.S.A. Además, tenían que ser piezas que pudieran mostrarse en sitios específicos, que no necesitaran ni grandes aforos ni mucha técnica.  He tenido la suerte en la última década de ver mucho teatro de objetos y físico, así que las encontré.

¿Y los espacios seleccionados para la exhibición del Festival?, más allá del teatro.

Uno de los ejes del festival es el sitio específico. Vilches cuenta con un patrimonio edilicio, paisajístico, etc. valioso, singular, amenazado también por la falta de recursos. ¿Qué sentido tiene hacer un festival en un pueblo si los espectadores sólo visitan el teatro? Hemos hecho funciones en una casa cueva, en una plaza, en una nave de aperos, en un mirador… El espacio resignifica la función, le otorga resonancias concretas. Mi trabajo no ha sido sólo pensar qué programaba sino qué se programaba dónde y para quién….

Imagen de ‘Conservando Memoria’ de El Patio Teatro. Foto compañía

¿Que rincón ha quedado para el futuro?, siempre que se pueda decir..

Nos ha quedado la Luminaria de la Memoria del artista jiennense Isidro López Aparicio, una pieza hecha a partir de las farolas que dormitaban en el almacén municipal. Queda para siempre en Los Tranquillos, una historia de la luz y de los besos y de las confidencias y del tiempo que enciende y apaga todo lo que somos…

Imagen de Poi, de Cía. D’es Tro. Foto compañía

¿Cómo se ha sentido Alberto adulto viviendo un festival así en Vilches, como paisano y como motor iniciador del mismo?

Alegría. Mucha alegría de la respuesta de mis paisanos y de estar dirigiendo una propuesta que considero importante y sugestiva para el pueblo y la provincia de Jaén

Laura Santos Cía. Almealera. Foto compañía

¿De qué manea crees que alimentará C.O.S.A a la gente más joven del pueblo? Y a los que ya comienzan a dar pasitos en relación al teatro? ¿Tendremos una generación de cositeras?

La formación es otro de los ejes. Andrea Díaz Reboredo ha impartido un taller en el que han participado muchos profesionales de la provincia. Deseo que de ahí salgan propuestas para la próxima edición. Hemos contado además con voluntarios de nuestro instituto, ellas y ellos; los hemos tenido como espectadores, cómplices, los hemos visto bailar en la verbena con dj que organizamos después de las funciones de Luz Arcas, pero no nos conformamos, los queremos como programadores, espectadores, cómplices. Deseamos que los más jóvenes se involucren, reclamen, nos exijan, nos digan qué les parece las propuestas y qué han echado de menos.

Sara Serrano con Alberto Conejero. Foto Festival

Eres un anciano que camina por Vilches y recuerdas una pieza que quedó impresa en tu memoria tras muchas ediciones de C.O.S.A, ¿cómo y dónde era?..

Ay, la melancolía del porvenir…. No puedo responder a esta pregunta. Te digo “ahora, ahora, ahora” y ahora es asegurar que haya una segunda edición, que cuente con los apoyos necesarios, que el año que viene podamos decir con alegría que la segunda edición de COSA es una realidad.

C.O.S.A, Festival de Teatro de Cuerpo, Objeto y Sitio Específico de Andalucía, ha celebrado este año su primera edición (26-29 de septiembre de 2024). Ver aquí.