Después de haber coincidido hace años atrás en el Festival de Bonecos de Brasilia, tenía mucha curiosidad por ver el nuevo trabajo de “The Bag Lady Theatre”. En aquella oportunidad presencié la obra “Bag Lady”, un fantástico trabajo que no necesita demasiada presentación ya que ha recorrido el mundo entero con gran éxito.
Ahora, años después es tiempo de Hielo y Nieve, de senderos inexplorados, yermos y llenos de oportunidades.
El que no se arriesga no cruza el río. O la Antártica. Como hizo en la vida real Ernest Henry Shackleton. Siendo prolijos, no la cruzó, pero al menos lo intentó. Y ahí se pasó dos años atrapado. Esperando…y esa espera vemos en el escenario. No la del propio Ernest, sino la de una mujer que espera. Puede ser cualquiera.
Agradezco aquellas obras que hacen trabajar al espectador, donde nacen preguntas, dudas e incluso incomodidades. Te mantienen atento, descifrando, -casi como detective poético- cada movimiento, que sumando, construyen un espectáculo lleno de belleza. Eso es “Antártica”; una obra cargada de simbolismo complejo y sencillo a la vez, representada con delicadeza y maestría por Malgosia Skandera
Es una obra que se presenta como un trabajo sin texto. Discrepo. La obra comienza con un texto, cantado, pero texto al fin y al cabo y eso cuenta. Es un comienzo hermoso, en completa oscuridad, donde lo primero que escuchamos es la voz de Malgosia transformando el silencio en algo diferente y dando inicio a un camino de Exploración en la Espera.
Me quedo con dos conceptos como resumen injusto y acertado de la obra: Espera y Exploración. La primera entregada por defecto a tantas y tantas mujeres a través de la historia; la segunda, reservada a quienes no se conforman con la primera.
No haré un relato paso a paso de este trabajo, pero si os soltaré algunos momentos destacables. Con esto espero generar las ganas al menos de googlear este trabajo lleno de madurez.
La idea de poner un juego de ajedrez sobre una mesa me pareció inquietante. Verlo reflejado en sombras sobre un telón de fondo amplificó esa sensación. No sabes cuánto durará, ni quien vencerá, pero ves a la Actriz jugando (Merece la pena observar la forma de coger cada pieza y colocarla en el lugar preciso) y de pronto te das cuenta que en ese tablero- guerrero y agresivo- hay dos figuras que están sobre el resto: La Reina y el rey. (A propósito el orden, la mayúscula y la minúscula). Ambos, grandes protagonistas de tantas historias, y de la historia, tanto en Castillos impresionantes como en chozas de barro y paja. Esa historia imperecedera de la Mujer y el hombre, de la espera, la rabia y la decepción, es “Antártica”, un juego en el que entramos desnudos, y no tenemos la más peregrina idea de a qué lugar nos llevará.
“Antártica”, no es sólo un nombre conceptual, sino que gracias al sonido, la iluminación y la escenografía, podemos observar que es un lugar concreto y presente en el escenario. Lo vemos más claramente cuando con bolsas de plástico de color blanco Malgosia las dispone de tal forma que – en mi caso- observé como crecían montañas y montañas de nieve. Y luego, el momento a mi entender más bello de la obra: Unos zapatos de borrego y piel en los pies de la actriz y sus movimientos generados por la manipulación de sus largos cordones que acaban generando una encrucijada de la cual se puede escapar ¿o no?
El pequeño esfuerzo de la audiencia – Nada, en comparación con el esfuerzo de crear una obra- es imprescindible para subir el nivel del panorama teatral actual. La obra “Antártica” es justamente eso; Teatro de estos tiempos, sin caer en la clasificación de “Contemporáneo”, “Objetos”, “Danza”, “Movimiento”. Es sencillamente una obra que hay que ver para luego pensar. Si quieres.
Creación y dirección: Malgosia Szkandera
Interpretación: Malgosia Szkandera
Producción: The Bag Lady Theater
Distribución y Producción en gira: Ana Szkandera
Dramaturgia: Carlos Rod
Asesoría en teatro de objetos: Xavier Bobés Solá
Movimiento escénico: Jesús Rubio Gamo
Música original y espacio sonoro: Mathias Gunnarsson
Composición e interpretación Susasí: Iris Azquinezer
Diseño de luz: José Luis Vázquez Luengo
Espacio escénico y vestuario: The Bag Lady Theater
Utilería: I.Mástil y Adrián Aparicio
Realización de vestuario: María Rosa García
Por David Zuazola