(Grupo de Diablos, Alemania, autor desconocido)
Una visita reciente al Museu da Marioneta de Lisboa me permitió comprobar que sus fondos no cesan de crecer, gracias a una sabia política de compras que les ha permitido hacerse con algunas piezas importantes. Unos fondos que cuentan con más de cinco mil piezas y que ahora se han enriquecido con la entrada de nuevas siluetas de la India, así como con algunas interesantes colecciones de títeres y sombras europeas, como este grupo de diablos procedentes de Alemania, de autor desconocido.
Submarino titiritero
Son varios los conjuntos que han llegado de Alemania, mayormente títeres de guante del teatro popular de Kasperl, muy buscados por los museos y coleccionistas.
Destaca una pequeña colección de títeres de guante realizados por el capitán de un submarino que en plena Segunda Guerra Mundial, creó una compañía de títeres con personas de la tripulación.
Lo curioso del asunto es que entre los títeres, además de los personajes habituales que acompañan al popular Kasperl, se encuentra una representación del mismo capitán director de la compañía, que quiso auto-caricaturizarse bajo la forma de títere, con su traje militar, como un personaje más de la comedia.
Se conserva un hermoso diario con dibujos de algunos de los personajes e incluso con fotografías de los implicados en la aventura titiritera, con numerosas notas y los nombres de los titiriteros.
El caso no es un hecho aislado en Alemania, pues se sabe de otros titiriteros que ejercieron sus funciones ya sea en el ejército o en la marina, o bien, una vez acabada la guerra, en los campos de prisioneros.
Títeres bajo la influencia de la Bauhaus
Sabida es la influencia que tuvo la escuela de la Bauhaus no sólo en el arte, el diseño y la arquitectura, sino también en los títeres. Son muchos los titiriteros que se formaron en las escuelas de arte de la línea Bauhaus, como es el caso del gran maestro de Halle, Frieder Simon, uno de los practicantes actuales del Kasperl más renombrado y respetado de Alemania.
Frieder Simon con uno de sus Kasperl.
Sus títeres, tallados por Simon y vestidos por su esposa, Barbara Simon, quien también estudió en la misma escuela de la Bauhaus, tienen los típicos rasgos de composición geométrica del momento, en una época en la que se buscó estilizar y acercar a las corrientes más abstractas del arte, las exacerbadas formas populares, siempre inclinadas a las facciones expresionistas.
El caso insólito de Frieder Simon es que vivió todo el período de la Alemania del Este trabajando como titiritero solista y con el personaje de Kasperl siempre presente en todos sus espectáculos. Insólito porque la sociedad comunista intentó eliminar las formas individuales en las artes populares, con la constitución de compañías formadas por elencos muy numerosos. Integrarse en ellos era casi una obligación se querías dedicarte a estos menesteres.
Frieder Simon con su primer Kasperl.
Frieder Simon con uno de sus títeres.
Barbara Simon frente a una colección de sus títeres.
Pues bien, el Museu da Marioneta se ha hecho con una preciosa colección de unos diez títeres que responden plenamente a la estética Bauhaus y que, según acaba de confirmar Sophia Simon, pertenecen a una etapa temprana de su padre, el maestro Frieder Simon de Halle. A la espera de conocer más detalles sobre sus fechas de creación, reproducimos aquí algunas imágenes de los mismos.
Títeres expuestos en el Museu da Marioneta de Lisboa
También destaca la hermosa colección de 29 marionetas austríacas de hilo de autor desconocido, seis de ellas expuestas en el Museu, con un impactante gato vestido de húsar.
Marionetas austríacas de autor desconocido.
El museo las ha datado del siglo XIX, aunque se desconocen otros pormenores.
Un teatro de sombras en Leipzig
De Leipzig parece ser que proceden unas cajas con material para teatro de sombras realizado con siluetas de madera recortada. Son piezas muy elaboradas y están acompañadas de fotografías de los montajes y de los sombristas que representaban las funciones.
Decorado de ciudad para teatro de sombras.
También se conservan algunos textos mecanografiados de las obras escenificadas, con las indicaciones de luces y todo tipo de acotaciones.
Destaca un complejo decorado que parece representar una ciudad entera con un sinfín de ventanas, puertas y balcones, con sofisticados mecanismos a base de hilos, alambres y pequeños muelles, todo numerado para poder seguir un orden en su abertura y manipulación según indica el guión.
Fotografías de la compañía i siluetas.
Los personajes están muy logrados, en una línea estilizada y caricaturesca propia de una época en la que se practicaba un dibujo de buena escuela.
El Museu está indagando en estos momentos la autoría de todas estas piezas recién llegadas a Lisboa.