(De izquierda a derecha, Jesús Caballero, Joaquín Hernández, Aníbal Fernández Laespada, Ramón del Valle Vela, Antonio García Catalán, Josefina Arias y José Pedreira)
Se inició ayer viernes 20 de octubre el XX Congreso de Unima Federación España que se celebra este año 2021 en Ciudad Real, organizado por Titereros Asociados de Castilla La Mancha y la misma Junta de UNIMA Federación España. Desde las 18h se pudieron recoger las acreditaciones de los participantes en las instalaciones del Antiguo Gran Casino, lugar donde se desarrollarán los encuentros programados (dos conferencias a cargo de Luís Zornoza Boy y José Pedreira, y la asamblea general de la asociación el domingo), y a las 18:30 se inauguró el Museo Municipal López-Villaseñor la exposición con obras de Francisco Nieva.
A las 20:30 tuvo lugar la representación de la obra Übü’s, a cargo de la compañía francesa Pupella-Noguès. Por la noche, los participantes al Congreso pudieron solazarse con una cena cóctel de bienvenida en los jardines del hotel Parque Real.
Teatro del Privado Horror, de Francisco Nieva. Exposición
Comisionada por José Pedreira, secretario particular de Francisco Nieva y quien mejor conoce la obra de este gran dramaturgo, escenógrafo, director de escena, narrador, ensayista y dibujante nacido en Valdepeñas, provincia de Ciudad Real, la exposición muestra las reproducciones ampliadas de una selección de los dibujos y manuscritos propios de Nieva donados a la Real Academia Española y que pertenecían al llamado por el autor ‘El cuaderno romántico’.
La exposición se ha presentado en la galería superior de madera del patio porticado castellano con columnas de piedra del Museo Municipal López-Villaseñor, sito en una casa solariega manchega construida a inicios del siglo XV, siendo la más antigua conservada en la ciudad. Un lugar donde nació, en 1451, Hernán Pérez del Pulgar, llamado “el de las Hazañas”, capitán del ejército castellano al servicio de los Reyes Católicos.
Un museo, por cierto, muy digno de visitar, tal es la categoría de las obras expuestas del gran pintor ciudadrealeño Manuel López-Villaseñor. Como botón de muestra, vean esta pintura puesta en una de las primeras salas de una figura femenina de un maniquí articulado de madera.
Los dibujos de Francisco Nieva son realmente impresionantes, propias del ‘Diario Furioso’ al que pertenecen, nombre con el que también se conoce el cuaderno donde fueron hechos.
Citamos las palabras de José Pedreira en el texto de presentación del magnífico catálogo editado por UNIMA Federación España y Titereros Asociados de Castilla La Mancha, donde se nos explica los entresijos y el contexto en el que nacieron los dibujos:
Se trata de un libro de diarios de la época romántica, encuadernado en cuero negro, con una extraña incrustación plateada en su portada –donde se podía grabar el nombre del propietario–, y con una cerradura y su pequeña llave correspondiente. Un objeto de prestigio, con un alma antigua, y como dotado de un poder de sugestión capaz de incitar a un espíritu sensible a volcar en él toda suerte de inconfesables fantasías.
Fue realizado entre los años 78 y 80. Dos años en los que Nieva, además, pondría en escena algunas de sus más renombradas obras, en la mayoría de las cuales no solo se ocupó de la autoría o adaptación de los textos, sino también de la dirección, el vestuario y la escenografía: Delirio del amor hostil, Los baños de Argel, La señora Tártara, El rayo colgado… Finalizó también una primera versión de su Tirante el Blanco y dio varios libros a la imprenta.
Una frenética actividad de cara al público de la que, sin duda, necesitaba descansar de vez en cuando, y no encontró mejor refugio para ello que las páginas amarillentas y vacías de su cuaderno mágico, que desde algún lugar recóndito parecían susurrarle: “no te olvides de tu otro yo, el que sabe más de abismos que de aplausos y libera su espantosa carcajada ante el horror de la existencia.” Y él dejaba volar su mano como al dictado de un ente misterioso; y así, desde la primera a la última y sin plan preestablecido, se fueron poblando las hojas de seres imposibles, tremendos, furiosos, perversos y divertidos; simbiosis de carne –sea humana o animal– y muebles absurdos o arquitecturas delirantes. Como marionetas ajenas a su manipulador, armatostes con vida interior que traslucen costumbres monstruosas llevadas con mucha naturalidad.
A la contra de los preceptos del arte moderno, son dibujos decididamente literarios, de carácter irracionalista y poético, complementados con textos de la misma índole. No hay página que desmerezca y el resultado final viene a ser una mezcla de libro de artista y de grimorio profano y libertario. Comienza con una invocación al arte del pasado y a los artistas de su mismo pelo –de tormenta–. Artistas visionarios, exaltados y salvajes; artistas niños, vitalistas y sufrientes, transgresores e inclasificables como lo era él: Baudelaire, Grandville, Jarry, Leopardi… Y no desvelemos más, pues se explican por sí mismos. Que sea el espectador quien juzgue y diga en toda conciencia si no hay algunos que no tienen remedio.
José Pedreira
Por la tarde de este sábado, a las 18:30, José Pedreira hará una presentación en el Antiguo Gran Casino sobre ‘El teatro furioso de Francisco Nieva’. La exposición se podrá ver hasta el 7 de noviembre. A posteriori, UNIMA está pensando en trasladarla a otras localidades y festivales de títeres.
Übü’s, de Pupella-Noguès
Ya conocía esta obra de la conocida compañía francesa ubicada en Toulouse, Pupella-Noguès, con escenografía y dirección de Joëlle Noguès, dramaturgia de Pauline Thimonnier, música de Camille Secheppet y la Orquesta ”processioni e paradi”, e interpretada por Giorgio Pupella y Polina Borisova (ver aquí). Y lo que he podido apreciar, después del tiempo transcurrido desde el estreno, es que con los años ha madurado y me atrevería a decir que mejorado.
En efecto, nos encontramos ante una obra sin palabras en la que la ‘situación Ubú’, por llamarla de alguna manera, se explica a través de un complejo juego dramatúrgico en el que lo simbólico y la alegoría se combinan constantemente con un registro bufonesco cercano al clown, a través de una figura entre divertida, grotesca y estrafalaria de un cerdito que hace el papel de Ubú, afín de situar la obra en su contexto de origen. El montaje nos muestra el gradual proceso de deshumanización y embrutecimiento de quienes son los servidores del Abominable, que alternan su condición de manipuladores del personaje con la de dos serviles criados del mismo.
Se trata de una complejidad de roles y transiciones que exigen una interpretación impecable en cuanto a la contención de lo grotesco y bufonesco, para no ensuciar la escena y nublar los contenidos más simbólicos de la obra. Y es en este aspecto donde el trabajo de los dos actores-titiriteros, Polina Borisova y Giorgio Pupella, bordan la perfección, si eso es posible en teatro, entregados ambos a sus papeles con una precisión impecable en la gestualidad, en los complicados juegos a los que están sometidos, en los ruiditos, gemidos y gruñidos que efectúan a lo largo de la representación.
Todo ello es lo que permite que la obra sea seguida y entendida sin que medien conceptos, solo a través de la acción y las imágenes que se van sucediendo. Podríamos hablar de una escritura escénica en la que se sustituyen las palabras por esta complejidad de signos, gestos, ritmos, golpes de efecto, transiciones, cambios en la escenografía, y una iluminación que nos remite a atmósferas de pesadilla de las dictaduras populistas de los años treinta. Igualmente la música, que acentúa el lado grotesco, ayuda a crear esa saturación buscada del amor al orden y a la disciplina irracional de los sometidos.
Pero lo que hace aún más interesante y novedoso el montaje es su tremenda actualidad, situados como estamos en una época de apogeo de los viejos populismos que buscan la exaltación emotiva de las poblaciones afín de someterlas a las voluntades y caprichos de los mandamases.
El público, con muchos titiriteros asistentes al Congreso, captó bien el significado y las intenciones de la obra, como demostraron los efusivos aplausos al final.