El Manipulate Festival producido bajo la curaduría de Puppet Animation Scotland es el festival internacional que durante enero y febrero presenta espectáculos de pequeña escala y talla internacional; incluye marionetas, teatro visual, teatro físico, danza teatro, clown, teatro experimental, teatro de objetos, circo y animación. El festival es único en Escocia, ya que presenta la oportunidad de ver espectáculos donde el texto no es lo más prominente, como suele ser en la tierra de William Shakespeare. Puede decirse que Manipulate Festival es el equivalente escocés del Mime Festival London.
Desde el año 2008 se han presentado en Edimburgo, la capital de Escocia, algunas de las mejores compañías provenientes de diversos países de Europa, Latinoamérica, Australia, Japón, Estados Unidos, Rusia, Israel y Corea del Sur, entre otros.
En enero del año pasado, Manipulate Festival ocurrió completamente en línea debido a las restricciones de la pandemia. Este año se pensó que las cosas serían distintas y se programó el festival con la ilusión de volver a presentarse en vivo frente al público. Desafortunadamente se tuvieron que cancelar varios espectáculos debido al surgimiento de la variante Ómicron. A pesar de estos retos, el festival se llevó a cabo en el Festival Studio, un espacio con suficiente aire, con cupo muy limitado y distanciamiento social. El público disfrutó de pocos, pero muy buenos espectáculos de teatro visual. Además, hubo funciones en Summerhall y algunos espectáculos e instalaciones en línea.
Sigue aquí el recuento de algunos de los espectáculos de la programación de este festival tan esperado en el mes de enero.
Short and Sweet
Eleanor Perry (Thick/Grueso) y Daniel Hay-Gordon (Tight/Apretado) forman el dúo Thick and Tight que presentó el espectáculo Short and Sweet, frase que se podría traducir como Bueno y Breve y se usa para describir interacciones que son precisamente así. Las 7 piezas nuevas que conforman el espectáculo son en efecto breves, van de 10 a 15 minutos y son también extraordinariamente brillantes. Durante el Manipulate Festival sólo faltó la pieza interpretada por el bailarín Harry Alexander, en la que imita los gestos de la icónica Twiggy.
Short and Sweet mezcla lip-sync, culturas drag y queer, múltiples estilos de danza de precisión virtuosa, así como parodia, pantomima y pastiche. Perry y Hay-Gordon bailan en las dos piezas que abren y cierran el espectáculo y están a cargo de la coreografía del resto de las obras. Two Moths in Real Time o Dos palomillas en tiempo real, inspirada por el teatro Noh, es la única pieza que no rinde tributo a ningún personaje y fue comisionada por el Noh Reimagined Festival. Los dos bailarines usan el mismo vestuario de shorts abombados blancos y maquillaje estilo Pierrot/Noh y, a pesar de no utilizar ninguno de los sellos que caracterizan sus creaciones, llevan tocados en la cabeza que al voltearse de espaldas simulan los ojos y bocas tubulares de las polillas. El diseño simple y elegante de luz que delimita el espacio rectangular con una línea delgada blanca de neón está a cargo de Lucy Hansom y Nao Nagai.
Cage & Paige: We Could Go On and On/ Cage & Paige: Podríamos seguir y seguir es un diálogo imaginario entre el músico experimental Cage y la reina del musical comercial Elaine Paige. Este dúo improbable interactúa a través de la maravilla que es el cut and paste de fragmentos de entrevistas que Perry y Hay-Gordon utilizan para hacer lip-sync; imitando y amplificando los gestos y actitudes de los famosos intérpretes. La risa de Paige se repite una y otra vez hacia el final y es cada vez más contagiosa. Mientras tanto escuchamos un audio en el que Cage comenta “hay dos cosas que no tienen que significar nada; una es la música y la otra es la risa”.
Además de las piezas en vivo, se proyectó Ode to Edith, Oda a Edith, un tributo a Edith Sitwell con la colaboración de Corali Dance Company, una compañía de danza que trabaja con bailarines con capacidades diferentes. La voz en off de Sitwell manifiesta una actitud no conformista que celebra las diferencias y excentricidades de las personas. Los bailarines usan vestuario y joyería que imitan a la original poeta manteniendo gestos grandilocuentes con un fondo de nubes que se mueven sobre un cielo rojo. El uso de papel aluminio es un guiño a la calidad traviesa de la obra.
En el resto de las piezas colaboran jóvenes talentos como Connor Scott, que interpreta a Syd Vicious como un muñeco electrizado; tan joven y lleno de vida como frágil y autodestructivo; lleno de marcas de autolesiones; Azara Meghie, que hace un tributo enternecedor a Grace Jones, un ícono que desafió las convenciones de lo que una mujer negra podía hacer en un mundo no sólo racista sino misógino en los años 70 y la absolutamente magnífica Oxana Panchenco, que interpreta a un Rasputin camp y mezcla pasos de ballet con pasos de baile tradicional ruso y música disco. Panchenco lleva el camp a un nivel de virtuosismo prodigioso que inspira hasta a los más escépticos a volver al teatro a pesar de las restricciones.
(le) Pain
El francés Jean Daniel Broussé presenta su primer espectáculo solista (le) Pain, dirigido por Úrsula Martínez. El título juega con el significado pain, o pan en francés y pain o dolor en inglés. La pieza comienza con Broussé tocando el acordeón y proyectando videos de su pueblo originario en Occitania, sur de Francia; una región con mucho pasto, con muchas vacas y con mucha tradición. En vez de reprochar a su pueblo la intolerancia que puede existir hacia un joven gay como él, Broussé centra el drama en la relación con su padre, un panadero que heredó no sólo el nombre de su propio padre y de su abuelo sino también la panadería donde ellos trabajaron toda su vida y que, a su vez, esperaba que algún día su hijo heredara también.
Broussé tiene sus propios intereses, entre los cuales están más presentes el deseo hacia un chico de su escuela y el de convertirse en actor, que mantener la tradición familiar. El actor bromea diciendo que, de cumplir con las esperanzas de su padre, no sólo sería el único panadero del pueblo sino también el único gay del pueblo.
En el escenario hay una mesa metálica de panadería, tazones y, lo más importante, un horno encendido que promete un buen final. La estructura litúrgica de la noche está concedida por los pasos a seguir para la preparación del pan; en específico el pan baguette, que por supuesto se presta a referencias fálicas jocosas. ¿Cuáles son los ingredientes para preparar el pan? Kilos y kilos de patriarcado y más de una pizca de humor irreverente.
Mientras prepara la masa, Broussé nos pregunta si sabemos el origen latino de la palabra companion/compañero, más de una se aventura a responder que es comer del mismo pan. El actor advierte que al final del espectáculo, cuando esté listo el pan y lo compartamos, todos seremos companions.
Aunque el espectáculo es humorístico, relajado y ligero, se infiere el conflicto interno central, que es el dolor (pain), de no poder cumplir las expectativas del padre, es decir, dedicar la vida a hacer pan (pain). Hay referencias a Jesucristo, el cual según Broussé, tampoco siguió el oficio de carpintero de su padre José; prefiriendo en cambio la espinosa profesión de mesías.
Vemos proyecciones del padre de Broussé anunciando que pronto se jubilará, puesto que su hijo no está interesado en el negocio de la panadería. Para acabar de complicar su relación con el pan (pain), Broussé descubre que es intolerante al gluten. El conflicto interno se expresa en acrobacia poética y el desenlace es un conmovedor momento de fragilidad y desnudez.
En vez de ser una historia más de trauma individual, (le) Pain invita a la comunión, presentando una conmovedora historia de amor hacia los padres y el inevitable dolor de crecer y no poder ser quien ellos esperan. El dolor de rechazar y ser rechazado.
Eat Me
Eat Me, es una pieza de teatro visual dirigida por Eszter Marsalko, quien es parte del colectivo de mujeres Snap-Elastic, con base en Edimburgo. La pieza está protagonizada por Claire Eliza Willoughby, que interpreta a Prey, o Presa, Ian Cameron, o Man, Hombre, un voyerista que observa a sus vecinas y Predator o Predadora, interpretada por Isy Sharman.
El programa de mano cuenta que una noche los tres personajes sin nombre, descargan el programa Tor y se meten en la Web oscura. Presa suplica: “Ayuda. Necesito que alguien me coma”. Esta anécdota recuerda una de las historias criminales más complejas en las que un alemán de 42 años llamado Armin Meiwes estuvo de acuerdo en comerse a otro hombre que quería ser comido. Según Presa, el ser comida por alguien más podría ser un acto de amor, pero no queda claro si lo que busca es amor, la satisfacción de una fantasía sexual o ambos. Predadora, como Meiwes, acuerda comerse a Presa con su consentimiento.
Monólogos pregrabados se superponen al movimiento coreográfico de Christine Devaney, y los tres actores hacen un esfuerzo admirable por no romper la magia y la seriedad en ningún momento. La escenografía de Ana Orton, compuesta de paredes recubiertas de espejos ayuda a ver distintas perspectivas del movimiento y sugiere un juego de reflejos. Los personajes pocas veces se reconocen en los espejos, ya que están completamente inmersos en su monólogo interior. Si algo refleja la obra es la soledad que habitan los visitantes de la Web oscura y las tensiones entre la añoranza y la incapacidad de tener compañía en las grandes urbes.
Cuando finalmente se encuentran Presa y Predadora, Presa cambia de opinión; ya no quiere ser comida. Predadora rechaza este cambio de opinión y los papeles parecen invertirse por un momento. Luego de una lucha feroz, se rompe la promesa del espectáculo caníbal. Presa sale corriendo, no sin antes defenderse a golpes de Predadora, la cual queda derrotada en el escenario. El desenlace es un comentario acerca del consentimiento vs violación.
Eat Me está inspirada en El Vegetariano de Han Kang, El asiento del conductor de Muriel Spark, Noir Nórdico y películas de horror contemporáneas y cuestiona el papel de la mujer como damisela en busca de ayuda.
Me encanta Andrea, es una mujer talentosa quien ha «picado piedra» y me alegro mucho que esté en ese lugar y trabajo.
Muy interesante la propuesta del festival, que se antoja alternativo y profundo.
Felicidades Andy Cabra!!!!