El próximo sábado 8 de septiembre, a las 22h, el Museu da Marioneta de Lisboa ha programado dos películas realmente singulares que tienen a las marionetas por protagonistas, en formas y estilos bien diferentes: «A Suspeita», un film de animación en Stop-Motion de José Miguel Ribeiro (de 1999), y «Dom Roberto», una película de Ernesto de Sousa, una rareza muy difícil de encontrar en blanco y negro del año 1962.
En «A Suspeita» toda la acción pasa en un compartimento de tren, con cuatro únicos personajes, un revisor, una navaja de Barcelos y un potencial asesino. Producida por Zeppelin Filmes y Ópera do Tejo, firman el argumento Gonzal Galvão Telles, Levina Valentim y Virgílio Almeida. Película muy premiada en numerosos certámenes y festivales, ha merecido ser considerada como «Mejor Film Europeo de Animación / Cartoon d’Or 2000» por la Asociación Europea del Film de Animación.
Pueden ver la película (dividida en tres partes) en Youtube en el siguiente recuadro:
«Dom Roberto»
Conozco esta película porque Joao Paulo Cardoso me habló de ella cuando tuve la oportunidad de visitarlo en verano de 2010 en Porto. Dirigida por José Ernesto de Sousa (1921-1988) e interpretada por Raul Solnado (1929-2009) e Glicínia Quartin (1924-2006) en el papel de protagonistas, dos grandes actores portugueses, es un filme de culto considerado como la primera cinta del neorrealismo portugués. Estrenada en 1962, cuenta la historia de un personaje tan pobre tan pobre que ni siquiera tiene casa, vive en la calle y, lo peor, intenta ganarse la vida haciendo lo único que sabe hacer: ¡títeres! Arrastra consigo unas maderas en las que se lee Dom Roberto, las instala en cualquier esquina y con ese retablo, ante un público frío e indiferente, da su función. Un día encuentra a una chica a punto de suicidarse aún más pobre y desamparada que él. La convence para que no lo haga y nace así una dulce historia de amor entre los dos. Ocupan una casa vacía y sobreviven entre un vecindario que desconfía de ellos pero que también les ayuda. Finalmente, unas reformas inminentes en la casa les obligan a marcharse…
La película es una maravilla en blanco y negro de la época, e ilustra con exactitud la consideración que hacia los años cincuenta se tenía del oficio de titiritero: sinónimo casi de indigencia. Una exageración, sin duda, pero que sirvió al director para poetizar la vida de las capas más pobres y populares del pueblo portugués. El titiritero que interpretó las escenas de títeres fue precisamente Antonio Dias (el maestro que enseñó el oficio a Joan Paulo Cardoso): aunque no sale en escena, las manos que mueven los títeres son las suyas. Recuerdo que me dijo Cardoso al respecto: “Fue muy importante para mi ver esta película. Piensa que cuando conocí a Dias, había tenido un infarto cerebral y manipulaba con un ritmo más lento. Hasta que no vi la película no comprendí el ritmo diabólico que debía darse a los Robertos…”
He aquí algunas imágenes pescadas en Youtube:
Una ocasión única, pues, de ver esta vieja película en el Museu da Marioneta.
A señalar también que entre las 18h y las 21h del sábado 8, se podrá visitar el Museo gratuitamente.