Fantoche, la revista de Unima Federación España, llega a su número 7, año VIII (el correspondiente a 2013, me imagino) con una batería de artículos, encuentros y reportajes de un nivel altísimo, afianzándose como uno de los referentes escritos en lengua española de mayor empaque, prestigio e interés. En este número además, está muy cuidada la imagen, con un magnífico reportaje a todo color dedicado a las marionetas de Vietnam. Un mérito que debe atribuirse a la constancia y al buen hacer de su Equipo de Redacción, compuesto por nombres tan sólidos como Adolfo Ayuso, Jesús Caballero, Francisco J.Cornejo, Joaquín Hernández, Fernando de Julián, Santiago Ortega y Ramón del Valle. Para más información y subscripciones, dirigirse a secretaria@unima.es.
Creo que la revista se está convirtiendo en uno de los espacios más sólidos y preclaros en relación a la Historia de los Títeres en España (y también más tangencialmente de Latinoamérica), con aportaciones fundamentales que marcan un antes y un después en algunas zonas hasta ahora desconocidas. Pienso en el reportaje dedicado al titiritero Félix Manlleu o a la experiencia de “La Sala Reig de Barcelona”, ambos de Ayuso, al titiritero sevillano Juan Misa, de Paco Cornejo, a las varias aportaciones sobre la ía Norica de Cornejo y Ayuso, a las figuras autómatas del Belén de Laguardia, de Maryse Badiou con fotos de Jesús Atienza, por sólo hablar de algunos. Y en este número en concreto, destacan la sintética pero exhaustiva biografía de Gonzalo Cañas realizada por Ayuso, un merecido homenaje que el de Zaragoza dedica al amigo que nos dejó este año, o al interesantísimo reportaje de Natividad Carreras sobre “Los muñecos de ventriloquía en la radio”. Artículos todos ellos que ponen luz a episodios asaz oscuros de nuestra historia titiritera.
En la edición presente se realiza uno de esos encuentros tan interesantes a los que ya nos tiene acostumbrados Fantoche entre creadores y titiriteros variopintos: en este caso, entre Ángel Calvente (de El Espejo Negro) y Enrique Lanz (de Títeres Etcétera). Dos andaluces y dos extremos si no opuestos, sí muy diferentes, que en plena madurez y en el apogeo de sus facultades creativas, charlan y se interrogan mutuamente sobre el sentido de ser titiriteros, el porqué hacen lo que hacen, qué los separa y qué los une, una charla de una extraordinaria sinceridad que nos da pistas para entender sus mundos y la profunda implicación de ambos por el oficio y el arte de los títeres. Una implicación que explica las alturas alcanzadas por ambos creadores, cada uno en sus terrenos respectivos. Dos maestros y dos compañías de largo recorrido que han hecho ya historia y a los que aún les queda mucho más por andar.
Marioneta de Neville Tanter.
El texto conciso, claro e iluminador de Neville Tranter titulado “Ser Titiritero” es uno de estos textos destinado a perdurar en el tiempo, como un referente para las futuras generaciones que quieran entender el arte de este gran maestro que es el australiano afincado en Amsterdam, creador de la compañía Stuffed Puppet.
Neville Tranter con uno de sus titeres.
Del artículo de Adolfo Ayuso dedicado a la vida y obras de Gonzalo Cañas sólo hay que decir que es de indispensable lectura para todo aquél que conocía al de Cuenca, alumbrando a su vez toda una época y una generación que rompió moldes y abrió caminos para que los títeres fueran en España algo más que la simple cachiporra. Es un trabajo exhaustivo y muy completo, punto de partida para cualquier futura biografía que quiera hacerse de Cañas y de su generación. Años convulsos los suyos, con figuras adyacentes tan interesantes y singulares como lo pueden ser Paco Porras, Paco Peralta, Talio, Maese Villarejo, Manuel Meroño, Manuel de la Rosa (Don Redondón), Maese Cosman… Uno de esos artículos que habrá que tener siempre a mano para la consulta y para no molestar cada dos por tres al de Zaragoza con preguntas redundantes.
Gonzalo Cañas en El Toro Ibérico.
El estudio de Natividad Carreras sobre Muñecos de Ventriloquía en la Radio es realmente interesante y se lee casi de un tirón, al desvelar unas épocas ya olvidadas para unos, absolutamente desconocidas para los más jóvenes. Está dedicado a los artistas Toreski (un veterano y pionero ventrílocuo radiofónico creador del personaje de Miliu), José Maria Tarrassa con su Maginet, y Enric Casademont con su Pau-Pi. Personajes todos ellos que vivieron en los años convulsos de la pre y post Guerra Civil Española, y que tuvieron una gran importancia en el desarrollo de la radio de aquellos tiempos. El texto es fascinante al desvelarnos la micro-historia de unos personajes y de una época no tan lejana en el tiempo pero que parece estar a años luz. ¿O quizás no?, cabe preguntarse ante los retrocesos que nuestro país parece empeñado en conducirnos…
Toreski con Miliu.
Adolfo Ayuso hace doblete en este Fantoche con una visita al llamado Museo con los Pirineos al Fondo de Abizanda. Se trata de la casa teatro que Los Titiriteros de Binéfar han abierto en esta localidad pre-pirenaica, que exhibe parte de lo que a todas luces parece querer postularse como un importante Museo de Títeres del Pirineo. En efecto, Ayuso nos desvela la extraordinaria y asombrosa colección reunida por Paco Paricio y Pilar Amorós en sus años de carrera, realizando un verdadero inventario de la misma. Un lugar que pronto empezará a ser de obligada visita, si los de Binéfar prosiguen en su empeño, que parece imparable. Prometemos, desde Titeresante, cumplir en breve con esta obligación indagatoria y periodística.
Pilar Amorós en un pregón previo a la función.
Un precioso texto poético de Paco Cornejo ilustra una foto de Fernando de Julián en la que aparece una silueta de sombras de Java.
Y para terminar, Laura Ortega nos regala con un bello reportaje realizado in situ sobre “los Hilos Bajo el Agua” de las Marionetas de Vietnam, con preciosas fotografías a todo color que me imagino deben ser de la misma autora. El texto nos sitúa en el espacio donde se realizan estas extraordinarias representaciones de títeres, y nos cuenta el cómo y el qué se cuenta en ellas. Un artículo para ser disfrutado con la mente y con la mirada.
Imagen de las marionetas de Vietnam de Laura Ortega.
Todas las fotos que aparecen en este artículo están sacadas del Fantoche nº7.
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