«Acabar con el estigma de infantil del teatro de títeres cuesta mucho, pero yo no renuncio a ello», afirmaba Aina M. Gimeno, directora del Festival Internacional de Teatre de Teresetes de Mallorca. En la última jornada, hacía esta valoración: «Estoy muy contenta de cómo ha ido en Palma, sobre todo de la respuesta del público juvenil y adulto. En espectáculos como el de Onírica Mecánica o el de Tadeusz Wierzbicki, había ambiente. Aun no tengo cifras definitivas y lo cierto es que no hemos llenado por completo las salas, pero ¡en todas había bastante gente!»

Admite que en los pueblos cuesta más que programen espectáculos de sala para jóvenes o adultos y que suelen inclinarse por montajes infantiles y de calle. «Pero aún así este año los espectáculos para adultos también se han hecho en Pollença, Sa Pobla y Alcúdia, y Andratx también estaba en la lista, aunque al final se han tenido que suspender por motivos que no vienen al caso.»

Cada año, alrededor de septiembre, Aina y su equipo de colaboradores del entorno de Elástic Nou Produccions llaman a los ayuntamientos para proponerles actuaciones de las compañías que van a llevar a Palma para el Festival. «La idea es rentabilizar el viaje ofreciendo a las compañías varias actuaciones por toda la isla de Mallorca y, al mismo tiempo, crear un circuito. A algunos artistas no les sale a cuenta venir hasta aquí por sólo una actuación en Palma. En la primera edición ya lo planteamos y entonces se apuntaron cuatro pueblos. Este año ha habido 14 ayuntamientos que han aprovechado para programar algunos espectáculos del festival y en total se han hecho más representaciones fuera de la ciudad que en la propia capital. Ha habido dos pueblos más que en la edición pasada: Santanyí y Andratx. Aparte de si han programado espectáculos para adultos o no, para mí es un éxito; estoy muy contenta. Y de cara al próximo año ya se ha interesado el ayuntamiento de Valldemossa, que será la primera vez que participa.»

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También explica que la progresión de las poblaciones adheridas no es continua, sino que hay una cierta vacilación. El caso de Andratx es un buen ejemplo. Aunque sea un ayuntamiento que se ha incorporado este año, tampoco era la primera vez que participaba. Este tipo de variaciones se deben a que algunos municipios no tienen técnico de cultura o no lo han tenido consecutivamente durante los últimos 16 años. «En las localidades donde hay un técnico, la participación en el circuito de los espectáculos de títeres es más constante» , dice Gimeno. «No sé por qué; será que los técnicos terminan convenciendo a los concejales de la necesidad de las actividades que realizan. Cuando la programación depende exclusivamente del regidor de cultura, que es algo que todavía pasa mucho aquí en Mallorca, la cosa se ​​complica, porque si la persona cambia después de unas elecciones, hay que volver a explicárselo todo y, algunas veces, ya sea por su color político o por el motivo que sea, este tipo de teatro no le interesa.»

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La compañía Es Bruix Teatre, que actuaba en el patio de la Misericòrdia, tuvo que vencer la lluvia con su versión del

«Este año ha sido ciertamente difícil traer a Mallorca la compañía de Tadeusz Wierzbicki. La negociación la hicimos mientras él estaba en proceso de creación del segundo espectáculo, Tra. Dice que estudió español tres meses para venir, pero la comunicación ha sido bastante complicada. En las conversaciones que teníamos, me explicaba los cambios y los progresos que iba haciendo para tenerme al corriente de cómo iba; piensa que cada escena, cada movimiento de las formas sobre la pantalla, tiene un sentido dentro de la secuencia que iba creando. No hay nada superfluo, pero claro, la creción, las condiciones de la sala, todo lo teníamos que ir traduciendo al inglés a través de su ayudante…»

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Biel Porcel, de Binixiflat Teatre de Titelles, hizo el último espectáculo en Palma,

«Él ha hecho un gran esfuerzo por venir, pero en realidad yo quiero dar las gracias a todas las compañías. Cuando ves cómo se implican…, por ejemplo lo que han hecho esta mañana [domingo] los de Es Bruix Teatro de actuar a pesar de la lluvia, que se han mojado y todo, ves que realmente hay que agradecerles lo que hacen. Yo que vengo del teatro de texto, ya te digo que eso un actor de texto no lo haría; antes suspendería la función. Los titiriteros son distintos. Quizás es que son más flexibles. No lo sé. Son de otra pasta. Mira Tadeusz, al final del espectáculo: en lugar de querer mantener el secreto de sus efectos, los muestra, lo explica todo tranquilamente al público. Como Jesús Nieto, de Onírica Mecánica. Como todos, que al final dejan subir los niños al escenario para que puedan tocar los muñecos. Creo que los titiriteros son generosos, lo son en estos detalles, pero también en cómo se adaptan a las circunstancias presupuestarias presentes, que son de austeridad, y cómo se implican. Saben adaptarse, a la lluvia o a lo que sea , y es por eso que quiero dar las gracias a todas las compañías.»